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FÉLIX

Da la casualidad que dormir en un sofa envuelto en plástico no es cómodo. Así que nos damos una rápida ducha juntos, luego nos tumbamos en la cama. Estamos mojados, por supuesto, y nuestro cabello está goteando.
—Estoy empezando a entender lo que dices sobre las toallas— comenta Bin mientras beso una gota de agua en su hombro.

—Ahora lo entiende— susurro y luego busco más gotas en su piel tatuada. Lamo la barra de su ceja y el ligero sabor metálico me hace estremecerme. Me encanta tener a mi propio chico malo personal en la cama conmigo.

Changbin me acaricia relajadamente la espalda y es divino.
—Necesitamos toallas y un plug para ti. Así puedes caminar un kilómetro y medio en mis zapatos.—

—Eso es caliente— coincide —Maldita sea.—

Pasa una mano por mi cabello húmedo.
—Debería conseguir uno. Quiero hacerlo más fácil para ti.—

—¿Qué?—Hay algo serio en su tono, asi que dejo de besarlo en todas partes para mirarlo a los ojos —¿Más facil?—

Pero aparta la mirada.
—Ya sabes. Más fácil. Cuando estabas con mujeres, no les tomaba una puta hora prepararse para el sexo.—

Una risa crece en mi garganta, pero la reprimo porque su expresión es muy seria.

—¿Con cuantas mujeres has follado, Seo?—
Con timidez, alza un dedo.

Por un segundo estoy sorprendido, hasta que recuerdo el verano en que teníamos dieciséis años, cuando él había aparecido en el campamento y admitió que habia perdido la virginidad. De todos modos, conseguir detalles de él había sido como arrancarle un diente. Ahora sé por qué.

—Cierto, una. Y ambos eran muy inexpertos como para saber que estaban haciendo.—Me encojo de hombros —Las mujeres necesitan mucho precalentamiento. Así que tengo que pedir falta técnica aqui, simplemente por las normas. Pero además, esa no es la cuestión. Tenemos muchos rápidos y sucios momentos. Eso es para lo que están las mamadas.—

Me da una débil sonrisa.
—Seguro. Pero...—
—¿Pero que?—
—Bueno, nunca seré capaz de darte todo lo que quieres.—

—Changbin, para. No estoy suspirando por una vagina.—
Eso sonó mucho más divertido saliendo de mi boca de lo que esperaba, asi que ambos nos reimos Aunque hablo en serio. —Disfruté con las mujeres, pero nunca estuve enamorado de ninguna.— Cada vez que lo digo parece más obvio. Y cada vez que lo digo, el rostro de Bin se suaviza. —¿Puedes prometerme que no te preocuparas por esto? Porque no hay forma de que pueda demostrartelo, excepto teniendo un montón de sexo contigo—

—Eso funcionaría— su sonrisa presumida está de vuelta y estoy contento de verla.

—Bien.— Me giro y me acomodo en su contra —Dentro de poco tengo que comprobar mi página de Facebook.—

—¿Por qué?—
Se me revuelve el estómago sólo de pensarlo.
—Mañana es la comida de los domingos, ¿verdad? Así que salí del closet hoy para ellos.—

—¿EN FACEBOOK?— Grita
Estiro el brazo y le pellizco el trasero.
—¿Me das un poco de crédito? Mi familia tiene un grupo privado. Y ni siquiera les dije tu apellido,—

Está muy callado a mi espalda, pero su mano traza pequeños circulos en mi espalda.
—¿Estás preocupado?— pregunta al fin.

Esa es una pregunta justa.
—No realmente. No se van a volver locos por el hecho de que eres un chico. Pero puede ser como. ¿Por qué no nos lo contaste? ¿Es por eso que rechazaste la NHL? ¿Y por lo qué dejaste el país? No me gusta que me interroguen.—

—¿Cuándo lo posteaste?—

—Esta mañana antes de que saliéramos a desayunar. Hace como unas cinco horas. Ahora mismo es la una de la tarde en Sidney. Probablemente ya lo han visto.—

—Ve por tu teléfono— susurra.

~FÉLIX~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora