NIGHTED

Capítulo 14

He estado durante toda la semana juntándome con Calvin en la biblioteca. Él me ayuda con mi tarea y yo le cuento las cosas que debo hacer como chica pagada; un intercambio muy poco balanceado, pero parece funcionar para él porque, cada vez que ingreso por la puerta del recinto, una enorme sonrisa se desprende de la curvatura de sus labios. 

Después de aquella fiesta, todo salió justo como presentía; la señora Dufont, la dueña y directora del internado, llamó a una asamblea al día siguiente y tuvimos que soportar dos horas de ella dándonos un discurso mientras estábamos con resaca y enormes ojeras. Luego, Dalia me explicó que no hay muchas cosas obligatorias; pero que las asambleas de la señora Dufont sí que lo son.  Ahora, según lo que ella dice, las guardias y las vigilancias serán más estrictas que la vez pasada, ahora que ella se dio cuenta de que no puede confiar en nosotros.

Me he topado que otra vez con Vice y Marcus, pero de lejos. Ellos no se han acercado a hablarme ni yo me he acercado a hablar con ellos, pero sé que están pendientes de cada paso que doy. Sé que todas sus idas a la biblioteca justo cuando yo estoy con Calvin allí no son coincidencia, y puedo sentirme observada cuando camino por el sendero con él hasta mi habitación. No es que los haya visto espiándome desde las tinieblas; simplemente sé que son ellos. 

De todas maneras, después de lo que Nikola me dijo, no me aterra que puedan escuchar lo que digo. Sé que no pueden hacerlo, a diferencia de Nikola, que puede escucharme desde kilómetros a la redonda. 

Por otro lado, Dalia me ha prestado uno de sus libros de vampiros favorito, y me he pasado algunas tardes leyéndolo hasta que llega la hora de cumplir mi labor de chica pagada; esta semana, me ha tocado acomodar libros en la biblioteca, lo que es divertido, porque la mayoría de los días, Calvin ha estado allí para ayudarme incluso si se le ha hecho tarde. 

Las tormentas se han comenzado a hacer recurrentes en Elekeles, y cada vez que los truenos y relámpagos estallan contra el internado, yo no puedo dejar de pensar si es que acaso alguien está intentando asesinarme. No quiero parecer narcisista ni mucho menos; es sólo el terror el que algunas noches apenas me permite pensar con claridad. 

Cada vez que despierto en medio de la noche debido a mis recurrentes pesadillas, no puedo evitar sentir que hay allí conmigo. Quizás los Voclain; quizás Nikola. Saber que probablemente me van a asesinar pero no saber en qué momento será, está comenzando a ponerme los pelos de punta. Lo único que quiero es que resuelvan todo este asunto de la reina Mens de la manera más rápida posible para que se den cuenta de que no soy yo. 

Ese viernes, los árboles chocan con tanta fuerza contra las ventanas de la biblioteca que hacen un ruido escandaloso cada vez que se estrellan. La lluvia cae con ímpetu, provocando que incluso sea difícil escuchar a alguien que esté hablándote de cerca, y los días cada vez se están haciendo más oscuros. Apenas son las seis de la tarde y la luz del día (la poca que hubo) ya está abandonando la montaña. 

Yo estoy recogiendo unos cuantos libros esparcidos encima de las mesas. Mi único trabajo es cogerlos y dejarlos dónde deben ir; en realidad no es mucha tarea, y de todas maneras, me gusta estar en la biblioteca. Me recuerda a la biblioteca de Hogwarts; con su largo pasillo, sus enormes estantes y una cantidad de libros impresionantes. La madera vieja, el piso crujiendo... todo ese escenario es música para mis oídos. 

Ese día, Calvin no puede acompañarme, así que hago mi trabajo sola. No es que me moleste, de todas maneras; disfruto de la compañía de mí misma cada vez que puedo.

Comienzo a coger los libros con rapidez para aprovechar la poca luz de día que me queda y voy hasta los estantes para dejarlos. La señora Covy, que atiende la biblioteca, me ha dicho antes que no pasa nada si me equivoco. Que ella también lo hace a veces y que lo importante es que estén todos los libros en sus respectivos temas; por ejemplo, no poner Orgullo y Prejuicio en el estante de los libros de filosofía, ni Matemáticas aplicadas en el de los libros de romance.