Ese sábado es uno de los peores. Para empezar, las tormentas han cancelado de lleno los juegos de los sábados hasta que el clima mejore, mis amigos han sido visitados por sus padres y llevados hasta la ciudad, y Calvin está ocupado con sus compañeros nerds. Todo apunta que me pasaré el fin de semana completamente sola, encerrada en mi habitación.
Tres golpecitos suenan en mi puerta antes de que esta se abra y el rostro de Nikola no tarda en aparecer del otro lado. Él lleva una chaqueta puesta y coge un bolso en su mano derecha mientras que, en la otra, sostiene un viejo libro. Incluso él, que tiene un padre demonio, tiene un lugar a donde ir.
— ¿Estás ocupada?— pregunta, invitándose a sí mismo a entrar. Para esas alturas, un montón de estudiantes ya han desaparecido del internado. El reloj marca las seis en punto, el día está oscuro y la noche amenaza con caer de manera precipitada. Sé que debería sentirme intimidada por tener allí a Nikola cuando todo se encuentra tan solitario, pero, de alguna manera, Nikola no me causa tanto terror; no cuando existen los Voclain.
— No— respondo, mostrándole el libro que Dalia me prestó— sólo leía algo.
Él esboza una pequeña sonrisa y se acerca a mí para entregarme el ejemplar que sostiene entre sus manos. Sólo entonces me percato de que es un libro sin título; la tapa es dura, negra, y vacía. No tiene una portada, ni letras, ni siquiera un autor; es como si fuera un diario, pero no lo es. Comienzo a pasar las páginas de manera rápida, parece haber sido impreso hace un montón de tiempo atrás.
— ¿Qué es esto?— pregunto, intentando hacerme una idea. Él se encoge de hombros y vuelve hasta la puerta.
— Pensé que quizás podía aclararte algunas dudas. Puedes quedártelo, si quieres— es todo lo que dice antes de desaparecer. Yo me quedo observándolo algo confundida, y luego simplemente me quedo sentada en mi cama observando lo que él me acaba de entregar.
El libro en sí no me dice nada; son tan sólo un montón de páginas, pero no hay un título, ni una explicación. Nada de nada; tan sólo un montón de páginas llenas de contenido.
Como mi curiosidad es tanta y, de todas maneras, tengo toda la noche, me propongo a comenzar a leer. Cojo mi botella de agua, enciendo mi lámpara de noche y me recuesto en la cama para comenzar a hojear, pero cien páginas completas pasan y yo no logro comprender nada. Tan sólo un montón de información sobre el origen del universo.
El reloj ya va marcando las ocho y yo me encuentro en la misma posición que hace dos horas atrás, sin embargo, a pesar de que no encuentre nada de información valiosa allí todavía, no puedo dejar de leer. Si Nikola me lo dio, debe ser por algo.
Justo cuando estaba lista para dejar el libro a un lado y ponerme a dormir, algo en la página 120 llama mi atención;
"Mens; la reina olvidada"
Mi corazón de repente comienza a latir con fuerza. La lógica toca la puerta a mi cerebro y se me hace un poco más entendible la razón por la que Nikola me quiso dar este libro para que lea. Yo no puedo evitar sentarme en la cama como si eso me fuera a permitir leer mejor.
La Diosa Mens fue la Diosa de la mente. Podía leer y dominar la mente de cualquier criatura existente, incluso los mismos Dioses. Tenía una belleza inigualable y una pureza envidiada por las criaturas lujuriosas del cielo.
Hay muchas razones por las cuáles la Diosa Mens fue desterrada de todo mapa por el resto de los Dioses. Para empezar, fue la primera Diosa en crear demonios completos de humanos híbridos. Ella creía en la purificación; y creía que, para ser purificado, debías elegir tu lugar. Ella creía en el lado bondadoso y amable de los demonios; sin embargo, sus poderes fueron usados por la fuerza oscura y provocó que el mal se esparciera por la tierra, pero más adelante hablaremos de eso.
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NIGHTED
Teen FictionNIGHTED: La reencarnación de la reina Mens Olivia Noboa tiene un talento innato para hacer de su pasado un misterio. No tiene amigos, familiares, y nadie sabe qué sucedió en la última casa de acogida en la que estuvo, lugar que la dejó con un trauma...