Capítulo 23.

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— Los seres humanos normales no disfrutan de meterse en peleas— dice Dalia mientras sostiene una bolsa de hielo contra el pómulo de Vince. Él deja salir una mueca de dolor cuando la muchacha aprieta con un poco más de fuerza de lo que debería. 

— Si, bueno— masculla— supongo que no soy un ser humano entonces. 

Ella y Evan ríen, pero el resto de los que estamos allí sabemos a lo que se refiere. 

Después de aquel incidente de la pelea, aprovechamos que la mayoría estaba en el auditorio y nos escabullimos todos en nuestra habitación— obviamente, a excepción por Calvin. Marcus incluso se invitó a sí mismo a la cocina y sacó un montón de snacks, y Evan los eliminó del mapa en la aplicación para que no los anden buscando por intrusos. Ahora, Vince está sentado en la silla del escritorio de Dalia mientras ella le rebaja la hinchazón, Marcus está tendido en mi cama devorando un paquete de patatas fritas, Nikola está de pie a mi lado, y Evan observa todo con leve preocupación.

— Lamento haber arruinado tu tarde de cine ...¡auch!— Vince se queja con Dalia, así que la muchacha suelta una pequeña risita por lo bajo y, cuando Vince alza la mirada para observarla, él se ríe también— lo estás haciendo a propósito— se queja, quitándole el hielo de la mano para seguir haciéndolo él. 

— Está bien. La primera de Harry Potter ni siquiera es mi favorita— suspira Dalia, dejando caer su cuerpo en el borde de la cama. 

— Pues creo que sólo he visto la primera— admito, e inmediatamente todos los rostros de la habitación se giran para observarme con incredulidad— ¿qué?

— No es posible que nunca hayas visto Harry Potter— dice Nikola, negando con el rostro como si la mera idea fuera ridícula.

— ¿Qué tiene de malo?— pregunto, sin entender porqué tanta sorpresa. 

— Es un clásico— ríe Evan. Yo ruedo los ojos— pues deberías verla. 

— Si, además te pareces mucho a Hermione— aporta Marcus desde atrás— eres igual de gruñona. 

— Y mandona— añade Nikola, provocando que yo le observe con una fulminante mirada. Sólo entonces, me atrevo a darle un pequeño vistazo a Vince, y, cuando lo hago, me encuentro con sus ojos clavados en mí. 

— E inteligente— dice de pronto, provocando que la sangre suba a mis mejillas de manera inminente. 

Dalia me lanza una mirada cargada de complicidad y sé que tendré que darle muy buenas explicaciones cuando todo el mundo se vaya, pero no digo nada. Antes de que cualquiera pueda interrumpir, ella habla:— ¿Qué tal si la vemos ahora? Aquí, es decir. Como el plan original. 

Marcus y Vince se miran como si estuvieran hablando con la mirada y luego asienten para sí mismos. 

— Vale— dice Nikola— me parece bien. 

Los ojos de Dalia viajan hasta Evan, quien asiente también, y entonces, todas las miradas se redirigen hacia mí. 

— Está bien— sonrío, sintiéndome repentinamente nerviosa. 

— ¡Genial!

Tan rápido las palabras salen de la boca de la muchacha, ella se pone de pie para comenzar a arreglar las cosas en la habitación. Dalia tiene este mini proyector que hace que la pantalla de su computador se refleje en la pared; dijo que lo consiguió por internet, que no se ve tan grande, pero que sirve para nosotras. 

Marcus desaparece diciendo que irá a buscar algo, Nikola lo sigue, y Vince se acerca a mí, dejando el hielo a un lado y con una pequeña mirada de incertidumbre. 

NIGHTEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora