Capitulo 17.

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Me he pasado la semana entera repasando el episodio que viví en mi antigua casa de acogida. He intentado recordar, pero no he podido hacerlo. Hay un espacio en blanco justo en el momento en el que Lazcani cayó; y después de lo que me dijo Vince, estoy comenzando a preocuparme.

¿Qué tal si tiene razon? ¿Qué tal si yo lo asesiné? ¿Qué tal si lo empujé con tanta fuerza que su cabeza estalló con el mueble?

Por más que intento apartar esos pensamientos de mi mente, no consigo hacerlo. Afortunadamente, Vince ha dejado de meterse en mis sueños, lo que es algo bueno. Los Voclain y yo apenas hemos intercambiado palabras estos días, pero sé que están allí, observándome de manera constante. Puedo sentir sus miradas y la forma en la que se aparecen en cada lugar al que voy; sin embargo, ya no tengo energía para pedirles que se detengan.

Ese jueves, Calvin me invita a un picnic, y yo decido acceder. Tengo la sensación de que me vendría bien pretender, por un momento, que soy una persona normal y que nadie quiere asesinarme.

El día esta lluvioso y helado, así que no sé donde quiere llevarme, pero no digo nada. Le pido ayuda a Dalia para mi atuendo; unos jeans ajustados, un sueter negro con cuello de tortuga y una chaqueta de cuero. Meto mis pies adentro de unos tacones y suelto mi cabello. Luego, me maquillo como es usual; un labial rojo y máscara de pestañas. Una vez que estoy lista, Dalia me observa satisfecha.

— Eres tan linda, Olivia— me dice en medio de un suspiro, llevándose las manos al pecho como si estuviera orgullosa de mí.

Ambas estamos en el baño de la habitación, justo en frente del espejo. Mi rostro se refleja en el objeto y yo me atrevo a mirarme mientras Dalia termina de acomodar mi cabello, pasando sus dedos entre medio para peinarlo.

— Este chico...— comienza ella con tono curioso— ¿te gusta?

Yo medio esbozo una sonrisa y me quedo algo pensativa. Le he contado a Dalia todo lo que Calvin y yo hemos hecho, a pesar de que realmente no haya mucho para contar; solamente nos hemos juntado en la biblioteca para estudiar y hemos hablado sobre el otro.

Dalia dice que Calvin es lindo, y que le agrada. También, según ella, Calvin se parece al muchacho que actúa de Percy Jackson, así que tuve que confesarle que nunca en mi vida habia visto esa película. Ella propuso que, el sábado, la veamos junto a Nikola y Evan en nuestra habitación, a lo que yo accedí. De todas maneras, no es como si a alguien en este internado realemente le interesa lo que hacemos.

La cosa es que, si te vas a meter a otro edificio, debes avisarle a la guardia para que la aplicación del móvil no se vuelva loca. De otra manera, eres un intruso, y sucede lo que sucedió el primer día que llegué aquí, cuando vi a Vince por primera vez.

Honestamente, no sé si me gusta Calvin. Tampoco sé como se supone que deba saberlo; según Dalia, cuando te gusta alguien, tu corazón late con fuerza y tu estómago es un revoltijo de emociones. Honestamente, a mí siempre me sucede eso; me pongo nerviosa por todo, así que supongo que, en ese sentido, todo el mundo me gusta.

Antes de que yo pueda responder a su pregunta, tres pequeños golpes suenan en la puerta de la habitación. Nuestras miradas van inconscientemente hasta el reloj en la pared y caemos en la cuenta de que ya es hora; son las 9 en punto.

Una pequeña risa silenciosa se escapa de nuestras bocas.

— ¡Suerte!— exclama ella en un susurro, abrazando mi cuerpo con fuerza y depositando un suave beso en mi frente— ¡me llegas contar todo!

Yo asiento risueña y espero a que Dalia se acueste en su cama para fingir que está leyendo. Con el pasar de los días y gracias a ella, he descubierto lo mucho que disfruto leer. Ya me he devorado la mayoría de sus libros de romance de vampiros, y esta semana, mientras estuve en la biblioteca, aproveché de hojear algunos ejemplares de Jane Austen que hay para el público estudiantil. Sin embargo, uno de los libros que encontré y que más disfruté leer, fue Mujercitas. Ahora, lo único que deseo es que la próxima semana me toque el mismo trabajo para poder seguir pasando tiempo en la biblioteca.

NIGHTEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora