— ¡Olivia!— el susurro llega hasta mis oídos, pero no soy capaz de abrir los ojos— ¡Olivia!— una vez más. Puedo sentir la manera en la que una mano empuja mi brazo con delicadeza, pero el sueño de no haber dormido nada la noche anterior está pudiendo conmigo.
Rápidamente puedo sentir la manera en la que unos brazos firmes se acomodan alrededor de mi cuerpo para alzarme en el aire y comenzar a moverme.
— Vale, vamos, ven aquí— dice la voz. Uno de sus brazos se pasea por debajo de mis rodillas y el otro por mi espalda mientras que mi rostro descansa en su pecho. Sólo entonces logro distinguir el perfume de Vince moviéndose junto conmigo. No sé en qué momento ha tapado mi cuerpo con su suéter; sólo sé que estoy calientita y que no quiero salir de allí jamás.
Después de un rato de estar batallando, logro que mis ojos se abran apenas, sólo para descubrir que estamos atravesando el sendero que separa la biblioteca del resto de los edificios.
— ¿Qué hora es?— pregunto en un susurro. Él agacha la mirada para observarme y una sonrisa se apodera de sus facciones; estoy increíblemente desorientada, y al mismo tiempo, extremadamente cansada como para hacer algo al respecto.
— Las cuatro AM— susurra, el vaho saliendo de su boca causado por el frío que hace— te quedaste dormida mientras te leía el final de tu libro.
Yo me sorprendo para mis adentros porque mi rostro es incapaz de hacer cualquier mueca.
— Tenía que cerrar la biblioteca...— mi voz somnolienta sale en un susurro ininteligible, pero como siempre, él logra escucharme.
— No te preocupes. Ya me encargué— musita, levantando el rostro para no caer con mi cuerpo al suelo.
Vince camina en playera manga corta y sin quejarse de mi peso. Pareciera como si estuviera llevando un pequeño bulto más que a una persona; no luce cansado, ni agotado.
— Eres muy fuerte, Vince— digo, y a él parece hacerle gracia que esté medio durmiendo y medio despierta porque una pequeña risita brota de sus labios— ¿es porque eres sobrenatural?
— Supongo.
— ¿Es lo que más te gusta de ser sobrenatural...?— siento que me dormiré una vez más. Siento que no podré mantenerme despierta tanto tiempo.
— No— sentencia.
— ¿Y qué es...?— siento que las palabras abandonan mi boca con una torpeza extrema.
Él se queda pensativo.
— La inmortalidad— dice finalmente— no la cambiaría por nada en el universo completo.
♡
— ¡Olivia! ¡Olivia, por el amor de Dios! — el grito de Dalia hace que yo me despierte tan asustada que mi cuerpo cae de culo al suelo. Bueno, al menos ahora sí que estoy despierta.
Por inercia, llevo mi mano hasta mi espalda y acaricio la parte baja intentando apaciguar el dolor del golpe. De repente siento que la luz del día es extremadamente brillante para que sea tan temprano, y siento la necesidad de cerrar las cortinas a pesar de que Dalia le tema a la oscuridad.
— ¿DÓNDE ESTOY?— pregunto, de pronto sin saber cómo diablos llegué a la habitación. Lo único que recuerdo es que Vince estaba terminando de leer ese párrafo de Frankenstein para mí... y luego todo se vuelve un poco borroso.
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NIGHTED
Teen FictionNIGHTED: La reencarnación de la reina Mens Olivia Noboa tiene un talento innato para hacer de su pasado un misterio. No tiene amigos, familiares, y nadie sabe qué sucedió en la última casa de acogida en la que estuvo, lugar que la dejó con un trauma...