¡Advertencia! Escenas sexuales entre dos hombres
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Dos días antes, Cecil recibió una carta desde el castillo de los aprendices, decía que el viejo Milo estaba mal de salud, parecía que moriría en cualquier momento. Cecil y Dorian decidieron ir de inmediato. Antes de subir al carruaje que los llevaría, se despidieron de Fray.
—No quería que nos despidiéramos así, Fray —dijo Dorian.
—Está bien, no puedo irme sin mi libertad.
—Te deseo toda la felicidad del mundo —dijo Dorian abrazándolo.
Cecil los observó y también se unió al abrazo: —Igual yo —dijo palmeándole la espalda y luego despeinando sus cabellos.
Fray sonrió y se apartó del abrazo de ambos, los observó. Cecil y Dorian ya se tomaban de las manos.
—También les deseo lo mejor. Ya váyanse.
Dorian asentía y sonreía en dirección al carruaje cuando observó a los caballos, se sorprendió.
—Traidor tirando del carruaje me parece peligroso, Cecil, déjalo libre.
—No lo sé... lo noto más calmado. Pregúntale... —dijo Cecil soltándole la mano.
Dorian se acercó al animal y lentamente le tocó el hocico, el caballo movió la cola de un lado a otro mientras se comunicaba con él.
—¿Qué dice? —preguntó Fray, curioso.
—Dice que no le gusta el caballo a su lado, pero que no le molesta tirar del carruaje. Y que le gustaría pastar con el caballo que tiene al humano silencioso.
—¿Qué? —dijo Cecil.
—Es un animal, no puede entender nuestros términos.
—Habla del general y Ganímedes —dijo Fray que había entendido perfectamente a quienes se refería.
El caballo relinchó diciendo algo más y Dorian habló: —Dice que hace mucho que no lo ve en el establo, ese caballo siempre es cepillado por su amo, más que tú, tú casi no lo cepillas, Cecil.
—¿Mi propio caballo recriminándome? —dijo él cruzando los brazos. Enseguida subió al carruaje y sostuvo las riendas. Dorian también subió y se sentó a su lado. Un sirviente los observaba desde abajo— Súbete —le dijo Cecil indicando el interior del carruaje.
—Yo debo dirigir el carruaje, no usted —le dijo el sirviente.
—Luego lo harás, déjanos conducir por ahora.
El sirviente elevó los hombros y abrió la puerta del carruaje, se metió dentro y se sentó. Escuchó a Cecil hablar: —Avanza, Traidor —Y el carruaje comenzó a andar.
***
Un día después de que el general enviara la carta hacia el castillo de los aprendices para Cecil y Dorian, partió hacia el reino del Sur. Llevaba consigo a los sirvientes y los soldados cautivos de ese reino, además viajaba con sus soldados, también con Fray, que iba en un carruaje cerrado con su bolsa de monedas. Esto lo había dispuesto el general y Fray no pensó en oponerse, se aprovecharía de este privilegio camino al Sur. Su vida de servidumbre se había acabado y no deseaba cabalgar en un caballo todo el trayecto. De vez en cuando asomaba la cabeza para ver al exterior, pero pocas veces vislumbraba al general, que se mantenía vigilante de toda la caravana, la cual no era demasiado extensa, pero sí importante, ya que en estos soldados y sirvientes tenía el aval de paz para que el próximo rey no iniciara una guerra.
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El mago del color y el alquimista con pisadas de oro [BL] (COMPLETA)
FantasyDorian es el mejor pintor del reino, él tiene el favor de la reina, una guerrera cruel con los enemigos pero compasiva con sus artistas escogidos, en cambio, no con Cecil, que cada año es rechazado e ignorado. Tomar el lugar de Dorian en el palacio...