27. Lluvia ♡

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Seungmin amaba la lluvia, le traía buenos recuerdos de cuando su hermana y él estaban con su Nana en Francia; era muy raro ver un clima de ese tipo, por lo que era casi una tradición imperdible, al no poder salir a jugar en el jardín, sentarse en el sofá más grande de su Nana para que les contara interminables historias sobre ella.

Sus padres, sus vivencias, su infancia, todo era tan interesante de escuchar, le encantaba ver la diferencia de diversas cosas, como por ejemplo: cómo las personas buscaban entretención; y otras que no eran tan evidentes como: que su nana seguía siendo la misma alma libre y mente abierta.

En ese momento, después de haber dejado a las niñas a la casa de los padres de Ryujin para que terminarán de pasar la semana en ese lugar, el clima cambió de repente. Minho se sintió con un poco de enojo y decepción.

Seungmin notó su silencio tenso en el auto así que intentó aligerar un poco aquel.

—El clima está demasiado adorable —dijo Seungmin con alegría, puso su mano en la de Minho sobre la palanca de cambios.

—No lo siento así, tenía algo planeado para ti hoy —Minho dijo un poco decepcionado—. Creo que será mejor que volvamos a casa.

—Lo haces sonar como si fuera una tragedia.

—Lo es, nuestra primera cita está resultando ser un fiasco hasta ahora.

—No lo está siendo. El pasar tiempo contigo es suficiente, sabes que amo descubrir cosas de ti. 

—Quería llevarte a un lugar al que siempre habías deseado ir.

—¿Por aquí hay un auto cinema?

—Sí, pero no sabemos si el clima mejorará para poder llevarte.

—Lo podemos hacer en cualquier otro momento. Hay otra cosa que quiero compartir contigo.

—¿Qué es?

—Pasemos por una tienda de conveniencia antes de llegar a la casa, es una sorpresa.

Minho asintió curioso, pero se dejó llevar por el chico. Él se quedó en el auto cómo se lo pidió cuando estuvieron al frente de la tienda. Tuvo curiosidad, pero decidió no preguntarle directamente qué pensaba hacer (o hacerle, a esas alturas se estaba empezando a sentir en su control).

Al llegar a casa, todo estaba en silencio. No había nadie que estuviera corriendo o haciendo ruido, ambos extrañaron al par de niñas al instante e ignoraron el hecho que sus mejores amigos de quererse preguntar en dónde se encontraban sus mejores por razones muy obvias.

Seungmin se sintió un poco nervioso antes de pedirle a Minho que le esperara en la sala del segundo piso.

Se dirigió a la cocina y preparó todo con gran emoción.

Desde hacía mucho tiempo no hacía aquello con alguien más que no fuera Changbin y eso le emocionaba bastante.

Era cómo compartir algo muy suyo con alguien más y eso lo tenía muy a la expectativa.

+×÷-

Estar entre los brazos de Minho mientras veían su película favorita en francés con subtítulos de apoyo, para Seungmin se puso en la lista de lo mejor que le había pasado en esos tiempos después de recibir una noticia tan horrible como que su madre estaba enferma.

Se atiborró con los snacks que había llevado, hizo la combinación más rara que a su hermana y a él se le había ocurrido de niños.

Después que terminó la película, se dejó llevar por la tranquilidad que el suave toque de Minho le proporcionó. Varios pensamientos pasaron por su cabeza, eso casi lo abrumó.

Uno de los pensamientos que más le marcó fue darse cuenta que desde hace mucho no había tenido aquellos momentos con alguien más que no fuera su mejor amigo. Normalmente, dejaba a los chicos pensar que era una presa fácil. Tomaba, se iba, no les volvía a hablar más.

Algo efectivo que aprendió de Changbin, nunca le dijo que lo llevaba a la práctica también cuando le urgía tener sexo. No lo hacía como algo tan recurrente a comparación, pero de igual manera, no podía evitar sentirse solo un poco hipócrita al decirle a su amigo que se valorase un poco más cuando él en ocasiones no lo hacía.

Y esa era la razón por la que más lo presionaba a que se diera cuenta del partidazo que era.

Seungmin controló sus nervios antes de hablarle a Minho, no quería que pareciera que estaba nervioso por el contacto y lo bueno que se sentía. Bueno, si era así pero no quería demostrarlo.

—Cuando mi hermana y yo íbamos de visita dónde Nana y los días se ponían así. Solíamos quedarnos dentro, nos sentábamos en el sofá y ella nos contaba historias mientras ella se acurrucaba en medio nuestro.

Minho abrazó al otro al ver cómo sus ojos se pusieron brillantes, amaba con gran ahínco cuando compartía ese tipo de cosas con él.

—¿Qué quieres que te cuente?

—Si no te duele ni te molesta, sobre tu padre.

Minho sonrió con ganas, amaba hablar de su padre aunque le doliera, era un sentimiento agridulce (más dulce que amargo), hizo memoria rápida.

—Mi padre solía ser un hombre de pocas palabras, su humor era un poco sarcástico y gris. Era oncólogo, igual que mamá. La vida es irónica, mi madre y él se conocieron cuando eran internos. Él decía que Chaer y yo somos de sus mayores éxitos en su vida.

—Que hermoso ser.

—Lo fue, siempre nos empujó a hacer lo que amamos. Él nos enseñó a vivir, a qué la felicidad era lo primero y no lo material.

—¿En qué se parecían ustedes dos?

—Según mamá, la gran pasión que sentimos por la vida y las cosas que amamos.

—Quisiera que me amaras.

Las mejillas de Minho se pusieron rojas.

—¿Por qué?

—Para que pases de esa pasión que dices tener por la vida y las cosas que amas.

Seungmin acarició despacio la mejilla del otro, deseó tanto poder besarlo, pero se abstuvo.

Se miraron a los ojos.

Minho acarició los labios de Seungmin con su pulgar de manera delicada.

Decidió entonces besar a Seungmin, luego podía hacerse cargo de las consecuencias. Quería probar aquellos labios desde hacía un tiempo ya.

Tutor ★Seungknow★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora