Parte 3

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Azriel

Estaba en mi cama... Era de madrugada, no podía dormir... Me había echado de la habitación... Ella nunca me había hablado así... Estaba seguro de que al tocarme vio la escena que tuve con Rhys la noche del solsticio.
Vi la decepción en sus ojos... Igual que aquella noche...
La escena me vino a la cabeza sin remedio...

La vi aparecer en la oscuridad de la casa, como si ella ya supiese que yo iba a estar ahí...
-¿Qué haces aquí? - dije en un susurro.
-Sabía que estarías aquí... - la miré a los ojos intensamente intentando leer sus pensamientos... Pero lo único que encontré era deseo... Y eso me asustó. Se acercó y dijo - nos he visto Az...- abrí los ojos un poco más.
-¿Dónde nos has visto?
-En una cama... - la apreté de las caderas sacándole un suspiro- tu encima mio... - respiraba intranquilo, quizás había visto alguna de mis fantasías más ocultas y no una visión del futuro... - me estabas quitando algo que es de otro... O eso dicen...
La tenía cogida por la cintura
-Elain... No me digas eso... No puedo... - me miraba a los ojos sin entender.-tengo un regalo para ti.
Se puso roja mientras la soltaba y sacaba el objeto del bolsillo. Me posicioné detrás y le puse el colgante que tanto esmero me había dado en encontrar en uno de mis viajes a la corte primavera como espía. Ella adoraba las plantas, flores... Así que me decidí por una rosa... Como yo la veía a ella. Delicada, hermosa pero con espinas... Yo sabía que Elain no había sacado a conocer ni el 50% de su ser... A decir verdad dudaba que incluso con sus hermanas fuese al 100%. Yo era muy callado y ella era muy correcta... Entre nosotros siempre hubo algo especial...
Al ponerle el collar rocé sin querer su escote y todo en mi se activó... Y cuándo digo todo...es todo... Rezaba porqué ella no se diera cuenta... Cuándo me vino su olor... Ella estaba... Estaba lista para mi... Y solo para mi... La giré.
-Es precioso... Muchas gracias - susurró roja al mirarme y notar mi mano en su rostro... Estábamos cada vez más cerca... A punto de besarnos cuándo Rhys se metió en mi mente...
-Hermano, no. - miré hacia la escalera y lo vi ahí espiando. Puse mala cara y seguí mi camino hacia los labios de Elain.-Azriel hablo muy enserio... Sube a mi despacho... ¡Ahora ya!
¿Pero de que coño iba? Me paré en seco, lo miré y asentí mientras la chica seguía con los ojos cerrados. La solté y los abrió despacio.
-Es un error...lo siento.
-¿Error? - susurró mientras yo me iba sin decir nada más.
Mientras desaparecía por esas escaleras me sentí tan miserable... Yo había propiciado mil veces acercamientos inocentes con ella... Había provocado que ella pensanse que estaba interesado... Y ahora sin más tenía que dejarla tirada...
Abrí la puerta del despacho sin llamar.
-Siéntate.
-Prefiero quedarme de pie.
-Azriel... - no tuvo que repetirlo, me senté al momento.-¿qué te pasa?...
-¿Qué me pasa? - levanté una ceja - ¿nunca te ha gustado alguien? - dije irónico.
-Tiene a su pareja...¿Te has vuelto loco?
-¿Pareja?... Pero si lo odia... Ella no quiere nada con él... No soporta tenerlo cerca.
-Aún así es su pareja... ¿Quieres empezar una guerra con primavera? ¿Acaso no piensas en las consecuencias?
-¿Enserio Rhys?... ¿Tu me vas a dar lecciones a mi de con quién tengo o no que estar?...
-¿No te gustaba Mor? - dejó ir para hacerme daño.
-Después de 500 años he captado la indirecta... Me he fijado en otra persona...
-En una persona que tiene pareja... Su otra mitad.
-Feyre también estaba con alguien cuándo-no me dejó terminar.
-¡No metas a mi mujer en esto! - los dos nos encaramos, las sillas salieron disparadas.
-La meto porque solo miras hacia los errores de los demás pero amigo no eres perfecto... Y no puedes decirme con quién estar...
-Soy tu alto lord... Claro que puedo. Y Tamlin no era la pareja de Feyre, lo sabes...
-Lo siento... Pero sigo diciendo que...
-No Az... Suficiente te prohíbo por el bien de nuestra corte que sigas intentando algo con ella... Él está en la casa... Podría haber sido devastador... - analicé la situación y entendí que tenía razón.... Me había llevado por la ilusión de al fin estar con alguien que me quisiera por cómo soy... En qué estaba pensando...
-Está bien... - dije yendo hacia la puerta - como mandes Lord.
-Az.. Es por el bien de todos... No puedes poner todo en peligro por un capricho - abrí los ojos.¿Eso pensaba que era ella para mí? Sonreí de lado.
-Adiós Rhys.
Me fui a mi estancia en silencio y intenté dormir... Pero obviamente fue imposible. Salí por la ventana hacia el campo de entreno para desfogarme y entonces la vi.
Gwyn, con una espada y intentando torpemente cortar la cinta que estaba enganchada en el poste.
-Quizás si giras un poco más la cadera - dije aterrizando justo detrás de ella con delicadeza y asustando a la sacerdotisa.
-Maldita sea, ¿tienes que ser tan sigiloso? - dijo roja volviendo a mirar al frente.
-No puedes hablarle así a tu instructor personal. - dije sonriendo.
-Vaya si sabes más de dos palabras que no sean, así no y siguiente.-dejé ir un suspiro.
-Siento ser duro, pero necesito que estéis preparadas para lo que se avecina.
-¿Tan malo es? - dijo girando solo la cabeza para que nuestros ojos se encontraran.
-No quiero asustarte, va vuelve a darle a la cinta pero en vez de poner esa postura - le cogí de las caderas y la cara se le puso del color del pelo.-ponte un poco hacia aquí. ¿Estás bien?
-Sí genial-la solté al darme cuenta y ella procedió a fallar otra vez. Nos reímos los dos y estuvimos un buen rato practicando hasta que los primeros rayos del amanecer tentaban con salir.
-Deberíamos... - empezó ella.
-¿Irnos a dormir?
-Sí, es decir por separado... No vayas a pensar que yo... Osea yo-volvía a estar roja.
-Buenas noches desastre-dije alzando el vuelo y dejándola sola en el campo de batalla.
Era una chica muy mona... Y Rhys no me diría nada si movía ficha con ella... Era la opción más fácil para ser feliz y después de 500 años esperando a Mor... Quizás me merecía esto...
Fui directo al comedor dónde aún habían algunos regalos para dejar el de Elain y darle a entender que no quería nada y entonces... Lo encontré. Ella había pensado lo mismo... Había dejado el collar ahí entre todos los regalos... No quería ni imaginar cómo iba a estar conmigo al día siguiente. Lo mejor sería desaparecer,pero entonces cogí el collar y me lo metí en el bolsillo. Salí hacia mi habitación y justo cuándo iba a entrar otra puerta se abría.
-Buenos días - dijo el pelirrojo.
-Buenas noches para otros - dije sonriendo con malicia mientras cerraba la puerta.
Ella no podía estar con ese imbécil... Él era... Era un estirado... Un chico que no sabía nada de ella, apenas la conocía... Pero ya quería llevarla de la mano... Follarsela... Sólo de pensarlo los nervios venían a mi y la rabia... Me tumbé en la cama a dar vueltas... Hasta que conseguí dormir unas horas. Luego sin decir nada a nadie salí por la ventana. Tenía una misión. Llegué a la biblioteca con la esperanza de que Gwyn no estuviera. Iba hacer una estupidez y no quería testigos.
-¿De verdad no quieres que le diga que este regalo es tuyo? - dijo Cloto, la sacerdotisa jefa de la biblioteca.
-Dile que es de Rhys o de quién sea... Menos de mi.
-Creo que a ella le encantaría saber que es tuyo.
-Por favor-dije serio y ella asintió. Suficiente interacción con otra gente por hoy.
Me fui directo a nuestra guerra de bolas de nieve de cada año.
Cassian estaba que se salía, me llevé tales bolazos en la cabeza que olvidé por completo que estaba enfadado con Rhys.
Era como siempre, los tres amigos luchando sin piedad a sabiendas de lo que pasaría después.
Ganó Cassian, ya os dije que estaba sembrado hoy.
Fuimos al jacuzzi los tres y solo así pude relajarme.
-¿Todo bien Az? - dijo Cass mientras Rhys nos miraba callado.
-Todo bien sí.
-Te noto más callado de lo normal amigo.
-Te digo que todo bien-dije a malas levantándome y dejando ver todo. Los dos se reían ante mí desnudez.-envidiosos-dije entre dientes mientras salía del jacuzzi.
-Cuidado no le saques a alguien un ojo con eso. - soltó Cassian, provocando la risa del alto Lord.
-Os veo en casa payasos.
Salí volando ya vestido y bajé a la cocina a comer algo.
-Te queda genial - escuché mientras llegaba la dulce voz de Elain... Al menos estaba acompañada y no sería tan incómodo. Al entrar las tres hermanas se callaron de golpe.
Vi el anillo que tenía en el anular Feyre, sonreí.
-Buenos días Az-me dijo la alta lady.
-Buenos días-dije yendo directo al café y intentando no encontrarme con ningunos ojos curiosos.
-Quedamos así - oí detrás mio y al girarme Elain ya no estaba.
-¿Le regalaste algo a Mor? - dijo con una sonrisa Nesta.
-Ness-le reprendió Feyre.
-Solo quería sabes si seguía arrastrándose. - me sonreía con malicia.
-Déjala, hoy no a visto tanto a Cassian y está frustrada - dije sonriendo mientras bebía más café.
-Estúpido... - dijo entre dientes.
-Mejor dinos-empezó Feyre,y conocía exactamente esa voz... - ¿Le has regalado algo a Elain? - casi tiro el café por la boca.
-¿Y a Elain por qué? - dijo Nesta.
-Bueno... Ella siempre le regala cada año cosas des de que llegó... Pensé que este año...
-Bueno nunca le regalo a nadie. - dije.
-Es un agarrado - dijo Cassian entrando por la puerta.
-Mi hombre - dijo Nesta levantándose y yendo hacia mi amigo.
-Feyre cariño, ¿cómo puedes estar más guapa aún que cuándo te dejé esta mañana? - ella se reía mientras él se ponía detrás de su silla y bajaba a darle un beso en la mejilla.
Verles me producía envidia... Sí, no puedo negar lo evidente. Me levanté y los cuatro me miraron expectantes.
Dejé el vaso en la pica y des de el umbral de la puerta.
-Dais un poco de grima... - se empezaron a reír.-luego os veo en el entreno.
Salí decidido hacia la entrada y me encontré una escena que no esperaba...
-Se que te gusta mucho la jardinería y por eso he pensado que te gustarían. - la cara de Elain era un cuadro mientras Lucien le explicaba.
-Te agradezco el detalle... Pero yo... - sonreí al predecir lo que iba a decir-no tengo nada para ti.
-No pasa nada-dijo un poco alicaído.
-Lo siento... - de repente se dieron cuenta de que estaba allí.
-Bueno días - volvió a decir el pelirrojo, saludé con la mano a la pareja y Elain ni me miró. Salí por su lado y desaparecí.
Recuerdo perfectamente que esa semana entera me fui en una misión especial que Rhys había querido que hiciera... Que casualidad. Para tenerme fuera y no tener que controlarme.
Volví a dar otra vuelta en mi cama, la noche iba a ser larga... Miré hacia la estantería y vi la botellita que me había regalado hacía dos años Elain... Y cómo otras veces mi mente voló...
Y mis manos acariciaron lo que ya estaba duro dentro de mi pantalón...
Estaba en faena cuándo se escuchó un ruido fuerte en la habitación contigua... Genial... Me iban a cortar el rollo totalmente Nesta y Cassian... Y efectivamente fue escuchar un gemido de ella y un joder de él y solo pude ponerme el otro regalo que me había hecho. Eran unos tapones que insonorizaban todo a mi al rededor. Malditos salidos... Ni tocarme en paz... Cerré los ojos una vez me puse los tapones y la noche no tardó en cogerme.
A la mañana siguiente me levanté un poco más animado. Se me pasó rápido cuándo llegué a la cocina y escuché como alguien se chillaba.
-¿No lo entiendes? ¿Te lo tengo que explicar más lento? - entré y vi la escena. Elain sentada con uno de sus vestidos rosas pomposos que le quedaban genial, sí, pero algo me decía que entrenar no iba a entrenar.
-Nunca me habías hablado así... - dijo Nesta más para si misma que para los demás.
-Nunca me había sentido tan obligada a algo... Y mira que me quieren hacer estar con un hombre a la fuerza... Si te digo que no pienso entrenar... No pienso entrenar. - carraspeé y solo entonces los tres me miraron.
-Hermano... Yo de ti no me metería. - dijo Cassian sentándose lejos de las hermanas.
-Tranquilo - soltó Elain levantándose y andando hacia la puerta. Pasó por mi lado soltando un-no tiene lo que hay que tener para decirme más nada.
Sonreí mientras se iba y la pareja me miraba sin entender nada.
-Voy hablar con ella tranquilos.
Salí detrás de la chica que iba directa a la biblioteca.
La casa estaba en ese momento bastante fría, pero al entrar en la estancia...
-Quiero estar sola, no voy a entrenar contigo ni con nadie. - espetó dejándose caer en uno de los sofás.
-¿Vas a estar aquí todo el día? - asintió sin mirarme cogiendo el único libro que la casa le permitía leer.-¿leyendo estrategias de guerra?
-Eso mismo y imaginándome que la semana pasa volando.
-No seas cría... - me miró mal-entiendo que no eres capaz de hacer lo que los demás... - abrió la boca pero solo puso cara de enfado así que proseguí-eres demasiado delicada para enfundarte otra vez en las ropas Ilyrias... Que por cierto... No te pegan para nada... Incluso Nesta que era un caso perdido... Tenía más posibilidades de hacerlo bien...
-¿Qué intentas?...
-¿Tuviste una visión al tocarme ayer? - tragó duro al ver que me acercaba y bajaba hasta su rostro.
-No-dijo impasible mirando hacia su libro para tener más seguridad.
La cogí del mentón para que me mirara y susurré.
-No me mientas... Se que des de que mataste a Hybern no habías tenido ninguna premonición...
-No fue eso lo que vi... - susurró mirándome a los ojos.
-¿Qué viste?...
-A un cobarde... - la solté.
-Jajajaja ¿eso viste? - se levantó para encararme.
-Sí, a ti. - nos miramos con furia.
Continuará
😍 Ai mis nenes... Bueno veo alguna lectura pero ningún voto, aún así espero que os esté gustando. En breves... Aparecerá la pelirroja más querida del mundo de SJMass y... Lo que me gustaría que pasara...

Una corte de luz y oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora