Parte 15

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Azriel

No os mentiré,pensaba que me costaría mucho dormir en esa cama nueva... Todos sabéis que me cuesta dormir... Pero efectivamente... Después del viaje tan movido estaba tan cansado... Bryce me había dejado un pijama de su chico y su habitación. La decoración era bastante elegante. Mezclaba grises con negro y blanco. Se podría decir que era de mi estilo. Me levanté muy temprano, claro acostumbrado a mis entrenos...pero Bryce ya me advirtió que no podía salir con mi armadura... Los Asteri creo que dijo... Los ángeles de aquí sí veían una armadura que no reconocían seguramente me iría preso... En pijama no iba a salir... Y con la ropa que me había dejado... La verdad para entrenar no era...
Me quedé un rato pensando en la cama... Echaba de menos a Gwyn... a Cassian...a todos...escuché como la puerta principal se cerraba fuerte y salí a investigar... Ni rastro de nadie... Empecé a mirar por el salón. Había tantos objetos que no tenía ni idea de para que servían... Era abrumador ese nuevo mundo... Cogí un libro de la estantería y empecé a ojearlo de pie. No entendía de la misa la mitad pues estaba en su idioma y aún no lo dominaba del todo... Miraba una de las ilustraciones cuándo se abrió una de las puertas de las habitaciones.
Vi que asomaba la cabecilla Elain. Me metí hacia la cocina para que no me viera y se decidiera a salir... Pues estaba seguro que hasta que no volviera Bryce no haría el ademán de salir del cuarto sabiendo que solo estaba yo.
Me apoyé en la encimera y apareció tranquila con... Con... Un pijama demasiado revelador... Era una camiseta de Bryce... Estaba seguro... Pues del chico con ese dibujo lo dudaba... Tenía un unicornio con alas... Un unicornio rosa que guiñaba el ojo. La camisa blanca y sin pantalones... Le llegaba por mitad del muslo... Si se agachaba un poco se le vería la ropa interior...
-¿Bryce? - dijo bajito.
-No está-dije saliendo de mi escondite. Se sobresaltó y estiró de la camiseta hacia abajo.
-Por mucho que estires no va a taparte... - dije con una sonrisa.
-¿Y tu encantado no? - dijo sentándose en el sofá y tapándose con un cojin.
-Más bien... Estaba pensando... - me senté a su lado y me miraba con el ceño fruncido-cuándo vuelva el novio de Bryce... ¿Dónde vas a dormir? - sonreí.
-Yo... Esto... Yo... No más bien... ¿Dónde dormirás tu? Yo me quedaré en el cuarto de ella y ella con él.-sentenció.
-Creo que te va a tocar dormir en el sofá - dije divertido.
-O que caballero-dijo ella, le sonreí y me dio con el cojin en la cara, quitándome la sonrisa y provocando una carcajada de ella.
-Te has pasado-me sacó la lengua y le di otro cojinazo a ella.
-Estúpido - gritó a la vez que se me tiraba encima. Me daba con sus manitas y yo me reía.
-¿Y enserio has entrenado la fuerza? - la reté. Provocando su ira más y haciendo que se me subiera encima. La cogí con una mano de sus muñecas y se las puse a la espalda y con la otra le cogí del mentón para que me mirara. Respiraba intranquila y yo no podía apartar la mirada de sus ojos... Porqué me imaginaba lo que había más a bajo... Y me ponía malo...
-Vamos a entrenar los dos Elain-negó aunque con mi mano en el mentón poco podía hacer-no voy a permitir que seas una niñata consentida aquí también... - dije susurrando y acercándome a sus labios... Los cuales abrió para soltar.
-¿Soy tu nuevo juguetito al que enseñar Azriel? - esa voz... Tan sensual... Tan llena de maldad... Apreté más de ella hacia mi y cuándo estábamos a punto de darnos un beso la puerta se abrió. Dando paso a una Bryce con dos bolsas enormes con lo que parecía bollería.
-Él desayuuuuno-entró chillando y al ver la escena se dio la vuelta riendo-peeeeerdon.
-No, no, no-se levantó Elain dándome en el pecho para que la soltara.-no es lo que parece.
-Nena-se volvió a girar y dejó las bolsas en la mesa.-ya sois mayorcitos-miró hacia mi- yo no voy a juzgar...
-No era lo que parecía - solté serio y me levanté yo también.
-Bueeeeeno, hoy va ser un día largo de compras, pelu, uñas... - levanté una ceja-no cantor no me mires así que contigo no hemos acabado aún. - bufé y me dejé caer en una de las sillas de la cocina.
-¿Es el desayuno? - dijo curiosa Elain que aún estaba un poco roja.
-Esto chavales-vaya expresiones tenían en ese idioma-son los mejores cronuts que probaréis a este lado de Lunathion.
-¿Cru que? - dijo curiosa Elain. Siempre le había gustado la repostería, así que no me extrañaba.
-Es una mezcla entre cruasán y dónut-levantó y bajó las cejas.
-En nuestro mundo lo primero no existe... - dijo observando Elain-y lo segundo se le llama rosquilla.
-Amor-dijo Bryce a la vez que nos ponía uno a cada uno en el plato- esto... Esto sabe a orgasmo-Elain se puso cómo un tomate mientras negaba con la cabeza-¿me entiendes no? - dijo Bryce riendo y yo... Que sabía su pequeño secreto sonreí también.
-Sí, lo entiende perfectamente - dije hacía la chica que ahora me miraba con cara de asesina.
-Probad vaaaamos-dijo entusiasmada. Los dos le dimos un bocado y nuestras caras lo decían todo.
-Es una delicia... - dijo Elain bajito.
-Jajajajaj Azriel ya que vas a tener poco sexo con tu chica lejos... Ya sabes lo que tienes que comer-soltó Bryce y yo suspiré. Le encantaba tocar las narices.
Estuvimos un rato desayunando hasta que Bryce se levantó.
-Chavales, tenemos una misión - eso me gustó, pero al escuchar el resto solo pude levantarme y irme al cuarto a vestirme-tenemos que ir de compras con uuuurgencia.
Salí a los 10 minutos del cuarto y las chicas aún no estaban.
-¿Os queda mucho? - grité y solo salió la pelirroja.
-Es un poco tímida... - dijo mirando hacia la puerta.
-Nunca me he vestido así... - se escuchó des de dentro.
-Por favor... Sal ya... Seguro que no estás tan horrible - dije yo y Bryce me dio en el hombro, la miré mal.
-Vamos nena-la animó la chica y entonces Elain se decidió a salir.
Iba con unos tejanos azules clarito y una camiseta de manga corta blanca que llevaba por dentro del mismo. Unos zapatos planos. Estaba rara... No tan femenina como siempre pero le quedaba bien.
-Estás perfecta, pero quiero que encuentres tu look propio.-dijo Bryce y salimos los tres hacia el bullicio de las calles.
Entramos en una tienda dónde había mucho ruido. La gente se sentaba en las sillas y les hacían cosas en el pelo.
-Peluquería-dijo Bryce.-cantor un poco de corte moderno-empezó para tocarme las  narices-vaaaaamos un poquito, déjame aconsejarte.
Al final decidí hacerle caso pues me estaba volviendo loco ya. Estábamos sentados Elain y yo al lado, uno en cada silla y delante nuestro un espejo.
-¿No te da miedo que no te reconozcan al volver? - dijo la chica cuándo Bryce se iba hacia una de las personas que hacían las cosas en el pelo.
-No pienso dejar que me hagan nada raro-dije a la defensiva.
-Yo voy a dejar que me aconsejen-dijo decidida.
Empezaron hablar los tres y a mi ya me habían empezado a mojar el pelo.
-No lo quiero muy corto.
-Llevas el pelo muy elegante... Pero te hace mayor. - levanté una ceja hacia la chica mitad leona que me estaba ya peinando-¿Y si te rapo por este lado y te lo dejas crecer por este? - Bryce al escucharla se giró de golpe.
-Cariño, es un gentleman clásico. Córtale las puntas y ya-asentí en silencio y la chica se puso manos a la obra. Al acabar Elain ya no estaba a mi lado, a saber que le estarían haciendo.
-Vaya cantor-dijo Bryce apareciendo de la nada.-estás más moderno y guapo... Verás que la pelirroja no te deja volver la semana que viene - dijo sonriente.
-Estoy igual... - me miré al espejo. Lo tenía más corto. La misma forma pero más más corto. Quizás sí que estaba diferente... Me gustaba.
-¿No esperas en la cafetería de enfrente? Tenemos para media hora más con Elain.
-Está bien... Pero no me dejes ahí mucho rato... Recuerda que no entiendo mucho...
-Toma-me dio dinero-di... Dame un café solo, gracias.
-Jajajaja eso se decirlo... Gracias - dije a la vez que le cogía el dinero. Salí de ese sitio asfixiante y me dirigí a la cafetería.
Dentro había de todo tipo de personas... Razas... Como queráis decirlo... Mitad persona mitad hada... Mitad león... Mitad... Cabra... Mitad... De todo pero... Por alguna extraña razón yo era el raro... Toda la cafetería me miraba... Incluso algunos con la boca abierta. Me dirigí a la barra, dónde un chico con unos cuernecitos de cabra entre sus rizos amarillos me esperaba con una sonrisa. Creo que era el único que me miraba así... Aunque a decir verdad era su trabajo.
Me dijo algo que no entendí. La cafetería estaba en total silencio... Esperando mi respuesta. Mierda... Debería haberle dicho a Bryce que como se decía lo siento... O no entiendo vuestro idioma... ¿Cómo era tan torpe en este mundo?... Sonreí y dije.
-Un café solo gracias.
Dijo lo que creí que era el precio. Le di el dinero que me había dado Bryce y me dio las vueltas. Las vueltas con el café y un número de teléfono apuntado. Sonreí sin entender y me fui a sentar bajo la atenta mirada de la cafetería al completo... A la mesa más alejada y des de la que veía la peluquería.
Después de un buen rato de tomar el café más amargo que había probado en mi vida... Las vi salir. Tragué duro... Elain estaba... Muy diferente... Le habían puesto el pelo liso... Nunca la había visto con el pelo liso... Y se veía más clarito... No se que le habían hecho pero estaba radiante... Entraron las dos riendo y hablando de algo.
-¿Qué? - dijo Bryce señalando a Elain.-¿está o no está cañón? - suspiré y para disimular solté.
-No a sido media hora.
-O venga ya - soltó Bryce y cogió la mano de la chica y me la puso en la cara.
-Mira esta manicura chaval-abrí y cerré los ojos, la tenía tan cerca que casi me saca un ojo.
-Muy bonita... ¿Podemos ir ya a entrenar? - dije levantándome. Era más alto que las dos y que mucha gente de la cafetería que seguían mirándonos.
-¿Enserio? - dijo enfadada Bryce soltando a Elain.
-Bryce, Bryce cariño - empezó Elain-él es así. Sólo piensa en eso y le cuesta la vida admitir las cosas.
-Estás rara-dije sin más saliendo de la cafetería.
-¿Puedes ser más gilipollas? - soltó Bryce saliendo también pero sin Elain.
-¿Quieres que le mienta? - dije yo.
-No se que quiero... Pero me estás tocando la moral Azriel.
-He venido aquí a entrenarla... No ha disfrazarla... - Vale me había pasado y ella lo había oído, pues no me había dado cuenta de que ya estaba fuera de la cafetería.
-Pero serás - empezó Bryce que venía directa hacia mi pero Elain la paró.
-¿Podemos ir a por la ropa nueva por favor? - dijo a la chica cogiéndole del brazo.
-¿Estás bien cielo? - dijo Bryce mirándola preocupada.
-No exageres-quise quitar hierro al asunto.
-No me interesa lo que piense él-sentenció Elain sin mirarme.
-Vamos hacer una cosa...vamos a comprarle ropa a Azriel y un teléfono para los dos y luego que se vaya a casa y tu y yo... - señaló a la chica-tendremos tarde de nenas sin amargados-dijo hacia mi.
Fuimos deprisa a por mi ropa. Me dio algunos consejos de como iba la gente y la escuché... Me había pasado así que me tocaba callar y aceptar lo que me echaran. Intentaba tener algún contacto visual con Elain pero ella se había apoderado del teléfono de Bryce y no paraba de hacer algo... No me digáis el que con el artefacto... ¿Acaso ya tenía con quién hablar por ahí?
-Venga cantor, después de tanta ropa ahora tu teléfono y te largas. - no me querían con ellas... Lo entendía.
-¿Podré entrenar? - ella rodó los ojos.
-Podrás hacer lo que te venga en gana... - sonreí y ella me la devolvió con la misma falsedad.
Al cabo de media hora de programar ese artefacto y decirme como llegar al piso... Salí volando sin despedirme. Estaba arto ya de ellas... De ese lugar... Y de no estar cumpliendo con la misión... Y... Sobretodo... No quería estar cerca de esta nueva Elain... Estaba tan atractiva... Siempre lo había sido... Pero de verdad... Que salir de Prythian le había venido tan bien... Sin preocupaciones... Salvo tener que aprender las modas, el idioma y costumbres de ese mundo... Sin ningún monstruo que la persiguiera... Ese viernes pensaba irme a casa... Sin ella...sin avisar... Sabía como volver...
Llegué después de 15 minutos de vuelo al piso. Entré por la 3 ventana hacia la derecha, tal y como me había dicho Bryce... Y al entrar...
-¿Quién cojones eres tú? - dijo una voz grave des de la cocina,miré y vi a un chico con alas negras, pelo negro medio largo, con una cerveza en la mano y una bolsa que ponía... Patata en la otra.
-Soy un amigo de Bryce... - dije, y recé por haber pronunciado bien las palabras.
-¿Un amigo? - dijo gruñendo y entonces dos voces más se escucharon des de el sofá.
-Yo no lo conozco de nada Hunt-miré hacia allí y me encontré a un chico lleno de sangre con la espada astral de Bryce en las manos. Estaba sentado en el sofá con otro castaño con cara de niño pero muy musculado.
Al que habían llamado Hunt hizo un movimiento que me puso alerta... Pero solo era que sacaba su móvil del bolsillo.
-¿Amor? Hay aquí en casa un-se calló y le salió una sonrisa-esta noche verás si te he echado de menos o no... - el chico castaño bufó y se giró a ver el rectángulo dónde ahora habían imágenes en movimiento...
-Salidos... Que es mi hermana-dijo el otro chico bebiendo de su cerveza.
-¿Azriel? - dijo Hunt en voz alta hacia mi, asentí.-no te he dicho nada porqué quería darte una sorpresa. No me chilles...joder Bryce no cuelgues.
Se quitó el teléfono de la oreja.
-¿Te colgó? - dijo sonriente el castaño.
-Bienvenido Azriel. Me llamo Hunt y estos dos son. Rhunn y Ithan. - sonreí mientras los dos levantaban sus cervezas hacia mi a modo de saludo.
-Deben de haberte maltratado toda la mañana... - me empecé a reír - ven que veremos un partido de softball - dijo Hunt.
-¿Un partido de qué? - dije y los tres me miraron con la boca abierta.
-Interesante - susurró el tal Rhunn.
Continuará
Capitulazo para terminar el domingo bien... 😍😍😍 Nunca había hecho uno tan largo...
Azriel se está pasando con nuestra florecilla... ¿Qué opinaran los nuevos chicos de los inquilinos de Prythian?
Espero que os esté gustando.
💙🦇🌹🌃

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Los peligrosos juegos del azar

Una corte de luz y oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora