Apretaba la mano de Georgina a medida el coche avanzaba a gran velocidad por las calles desoladas de la ciudad, sabía que algo malo acababa de ocurrir porque tuvieron que abandonar el hotel de un momento a otro, alzaba la mirada enfocando el rostro pensativo de Georgina y se atrevía a extender su mano para acariciarle la mejilla con suavidad.
-Hola...- susurraba pegándose más a su cuerpo -¿Estás segura que quieres que te acompañe? Puedo llamarle a Lau y...- dejaba escapar un fuerte suspiro al ser silenciada por los labios de Georgina.
-¿Cuántas veces debo decirte que no quiero separarme de ti?- escuchaba y sentía como deslizaba sus dedos en su cabello.
-Pero... ¿Qué pensaran tus amigas?-
-Me tiene sin cuidado lo que ese par piense- susurraba Georgina -Me dijiste que la madre de Mark estará fuera de la ciudad por un par de semanas ¿cierto?- asentía sin verla -Eso quiere decir que tendremos tiempo para pensar y hacer las cosas-
-Si- respondía apretando su mano pensando en que no habría marcha atrás y que el separarse de Madeline se había convertido en un hecho, mordía su labio inferior sabiendo que las cosas con Georgina podían no funcionar, porque tampoco era una niña de 15 años que pensaba que todo sería perfecto y de colores, sino que era una mujer de casi 30 años la cual entendía que sus acciones podrían traer consecuencias, pero estaba decidida a no mirar atrás, disfrutaría cada momento al lado de Georgina y dejaría a Madeline no para estar con ella, sino para descubrirse ella misma, para encontrarse y volver a soñar, plantearse nuevas metas y cumplirlas. Darle una vida sana y amorosa a su hijo, si las cosas con esa mujer que besaba su frente cada tanto funcionaban sería más que agradecida con la vida, pero si no valoraría el haber conocido la felicidad y libertad a su lado, el haberle mostrado que era capaz de hacer y deshacer cosas.
-Llegamos- la suave voz la sacaba de sus pensamientos y sentía como se separaban de ella -Ven, hermosa- bajaba del coche arreglando su vestido y cabello para verse un poco decente -Creo que tu amiga se encuentra aquí-
-¿Emma?- preguntaba.
-Esa misma- respondía Georgina tomando su mano para entrar a la enorme mansión -Tus manos están frías-
-Estoy un poco nerviosa- susurraba deseando que su mejor amiga también se encontrara en ese lugar.
-¿Por qué tardaste tanto?- escuchaba una voz -¿Y quién viene contigo? Oh- se movía un poco para enfocar a la alta mujer que la veía sorprendida.
-Hola Irina- saludaba avergonzada.
-Christina- respondía con tono serio.
-¿Cómo esta Arielle?- preguntaba Georgina tirando de ella a medida caminaban por los pasillos.
-Nada bien- escuchaba -Emma se encuentra con ella, al parecer tuvieron una pequeña discusión porque Emma quiere acompañarla a Ciudad Arce y-
-No creo que sea una buena idea- interrumpía Georgina -¿Quieres algo de tomar?- se giraba para enfocarla y sentía la suave caricia en su mejilla.
-Estoy bien- respondía ignorando la mirada intimidante de Irina.
-Christina- se separaba de Georgina al reconocer la voz de Arielle -Bienvenida-
-Arielle, gracias- saludaba nerviosa y trataba de soltarse del agarre de Georgina, pero sentía como la pegaba más a su cuerpo y no pudo evitar notar los rostros sorprendidos de las dos alfas frente a ella.
-Si tienen algo que decir, créanme que no me importa y si tienen preguntas tampoco deseo contestarlas- decía Georgina con un tono que nunca había escuchado antes -Lo único que deben saber y respetar es que estoy con ella ahora, sé que está casada, sé que tiene un hijo y no me importa. Quiero estar con ella así que métanse sus prejuicios donde mejor les quepa-
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Volveré Junto A Ti
RomanceCuando dos personas están destinadas a estar juntas, siempre encontraran la manera de volver a encontrarse.