CAPITULO 47

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Caminaba de un lado a otro enfocando la cama repleta de peluches de toda clase de animales, revisaba que todo estuviera en su lugar porque lo que deseaba era que su hijo se emocionará como siempre al ver todos los regalos que había comprado para él. Sonreía satisfecha y pensaba en el rostro de Mark, lo mucho que lo abrazaría y llenaría de besos. Sabía mejor que nadie que si alguien tenía derecho de tenerlo era ella.

-Vaya, creo que te emocionaste demasiado ¿no?- preguntaba Thomas -Esto parece una selva-

-¿Crees que le guste?-

-Supongo que si- escuchaba -¿Has sabido algo de tus suegros?- negaba y revisaba la hora en el reloj de pared -Ya pasaron varias horas-

-Estoy segura de que tuvieron un par de atrasos, a Mark no le gustan mucho los paseos en coche y tardarían 4 horas en llegar a la pista- decía acomodando un león.

-Madeline ¿no has pensado en que tal vez tus suegros se arrepintieron? Digo... Christina es su hija después de todo- reía por lo bajo.

-Ellos ven y verán a su hija como un negocio nada más- respondía -¿Olvidas que la compré cuando tenía menos de quince años?- preguntaba orgullosa -Así se revuelque con esa maldita, sigue siendo mía-

-Estás obsesionada y solo espero que tus suegros no cometan ningún error que pueda perjudicarnos a todos-

-No lo harán- aseguraba -Si a alguien le temen es a mi. Saben que mi gente sigue afuera y que en cualquier momento puedo hacer lo que se me dé la gana con ellos- decía.

-¿No te has puesto a pensar en que Reeves puede ser igual de peligrosa que su madre?- reía a carcajadas.

-Es una niña que no sabe nada, el ser hija de Rebecca no significa que sea igual de peligrosa, es alguien que lo ha tenido todo y esta encaprichada con una mujer casada, será una lástima que deba aprender de la peor forma posible que cometió un error-

-¡Madeline!- se sobresaltaban al escuchar la puerta abrirse de golpe -¡Franco! ¡Tenemos que salir de aquí!- gritaba su asistente -¡Vámonos ahora!-

-¿De qué hablas?- preguntaba con seriedad.

-¡Se acerca un convoy militar!-

-Mierda- decía Franco buscando los maletines llenos de dinero y armas -¡Muévete imbécil!-

-¿Pero y Mark?-

-No seas imbécil y camina- ordenaba su asistente tirando de ella, salían por la parte trasera de la vieja casa y escuchaba por el radio que los militares se encontraban a pocos kilómetros de distancia -¡Vámonos!- el auto avanzaba por las calles polvosas y los disparos comenzaban a escucharse por todas partes, pero ella en lo único que pensaba era en su hijo.

-¡Dime donde está mi hijo!- gritaba enfurecida -¡¿Dónde están mis malditos suegros?!- preguntaba y veía a Thomas sacar un arma del bolso, para después salir por la ventana y disparar al coche que los seguía.

-¡Acelera! Debemos perdernos- ordenaba -Thomas aquí, un convoy militar nos ha encontrado, necesito a los francotiradores en posición ahora- decía por el radio -Quiero que acaben con todos esos traidores de mierda, saquen las bazucas y vuelen esta maldita ciudad- se giraba para ver la escena y fue cuestión de minutos para escuchar las explosiones y ver los coches militares volando por los cielos -¡Tomen eso hijos de puta!- gritaba Franco emocionado.

General, no vemos más movimiento militar, la zona esta despejada y podrán avanzar al segundo refugio sin problema.

-¡Extrañaba eso!- decía Franco -¡Sigo siendo el mejor en esto!- cerraba los ojos tratando de calmarse porque emociones así de fuertes podrían ocasionarle otro infarto -Mierda, Madeline ¿estás bien?-

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2023 ⏰

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