CAPITULO 34

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Apretaba la mano de su mujer a medida caminaban a la entrada del restaurante, la noche era más fría que otras veces y nunca imagino sentirse tan nerviosa por una cena con sus madres, pero luego recordaba que era para darles la noticia de que finalmente serían abuelas.

-Mi amor- sentía como Christina se detenía -Mírame-

-Vámonos- decía nerviosa -No quiero ponerte en una situación incómoda, lo mejor será que hable con ellas primero y luego...-

-Cálmate- pedía su prometida -Todo estará bien, si las cosas se ponen feas nos vamos y ya ¿sí?- asentía con obediencia -Déjame arreglarte el vestido, listo... Te ves muy bonita-

-¿Cómo están?- preguntaba colocando una mano sobre el vientre de su mujer -¿No se mueve?-

-Mi amor ¿Cuántas veces tengo que decirte que ahora mismo es muy pequeño y no se mueve aún?- reía nerviosa -Vamos- caminaba detrás de su novia y reconocía a sus madres en la zona más exclusiva del restaurante.

-Señoritas, bienvenidas- saludaba uno de los guardaespaldas -Adelante-

-Gracias- respondía.

-Oh, pero miren que hermosuras las que vienen- decía su mamá -¿Y Mark?-

-Las Hamilton insistieron en cuidarlo- decía Christina -Rebecca, buenas noches-

-Chris, que gusto verte- saludaba madre -Mi amor- se inclinaba para besar las mejillas de su madre y luego las de mamá -Siéntense ¿Quieren una copa?-

-Estamos bien- respondía aclarando su garganta -Beberemos agua-

-¿Agua?- cuestionaba su mamá -Bueno-

-¿Cómo estuvo el viaje?- preguntaba su madre -¿Arielle se encuentra mejor?-

-Si- musitaba -Pero varios médicos le dijeron que no podrá volver a operar-

-Es una lástima, tanto que le costó a mi Ari... Lo bueno es que el laboratorio le está generando muchas ganancias- agregaba su mamá -¿Cuándo podremos conocer a su esposa?-

-Dijeron que vendrían a la capital en un par de semanas- decía Christina -Emma suele desesperarse por su madre-

-Ya quisiera que mi hija hiciera lo mismo- soltaba su madre y todas reían -¿Quieren que ordenemos la cena?-

-Si- respondían.

-¿Qué sucede?- preguntaba mamá enfocándola con seriedad -Luces tensa-

-Estoy bien mamá, tuve un día muy cansado- mentía desviando la mirada de los ojos claros de su mamá. Escuchaba las pláticas del clima, de política, de todo, pero ella estaba demasiado tensa pensando en cómo decirles que su novia esperaba a su bebé. Sin embargo, sentía que todo se le atoraba en la garganta y no podía seguir con esa tortura -Tengo algo que decir- interrumpía y todas las miradas se posaban en ella -Mas bien, tenemos algo que decir- decía -Nosotras, Christina y yo- susurraba -Yo y Christina- se movía en la silla tratando de armarse de valor, sentía la mano de su mujer tomar la suya con suavidad y eso bastaba para saber que no estaba sola.

-Tranquila- musitaba su mujer -Solo dilo-

-Estamos embarazadas- soltaba y notaba los ojos de sus madres abrirse como platos -Dos meses-

-¿Embarazada?- cuestionaba su madre con un hilo de voz.

-Un bebé- dejaba escapar mamá -Un bebé...-

-Eso significa que...-

-Serán abuelas- aclaraba nerviosa.

-Abuelas...- decían al unisonó.

Volveré Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora