Volveré Junto A Ti

CAPITULO 19

Caminaba por el centro comercial escuchando las quejas de su mejor amiga, pero sus pensamientos estaban en una batalla interna porque no sabía si comprar el pastel de frutas que era el favorito de su hermana o el de avellana que era el preferido de Mark.

-¿Cómo pudo correrme de nuevo?- escuchaba -Ni modo que le dijera la verdadera razón por la cual no pude presentarme- decía Verónica.

-Pues creo que Barbara hubiese entendido- bromeaba.

-Me cogí a la mujer de su socio, el cual juró asesinarme si me volvía a ver- reía burlona -Fue uno de los mejores encuentros que tuve-

-No quiero escucharlo- pedía entrando a la pastelería -Llevaré uno de avellana y otro de frutas- decía a la chica detrás del mostrador -Mientras mi asquerosa cuñada no esté en casa podrás quedarte con nosotras-

-Aceptaré tu oferta porque tampoco tengo donde quedarme-

-¿Has pensado en mi propuestas?- se atrevía a preguntar -Casarte con una omega-

-Si, pero será mi última opción- respondía Verónica -Quisiera que mi futura cuñada se apiadará de nosotras y nos regalará un par de milloncitos-

-Jajajaja ¿Hablamos de la misma mujer que casi te mata la última vez?-

-Si- escuchaba con seriedad -Lo peor es que cuando está con la imbécil de mi hermana actúa diferente, incluso me hace creer que le agrado, pero cuando estamos a solas es una perra sin modales-

-No es por nada, pero la impresión que yo tengo de Betancourt es muy diferente. Es obvio que tú no eres santa de su devoción, sin embargo, sabe comportarse-

-Pues claro ¿Y qué esperas? Si ya todas sabemos que le ha dado a mi hermana como cajón que no cierra-

-Oye, no hables de Emma de esa forma- pedía con tono dramático -Solo una ciega, infeliz o estúpida podría desaprovechar la oportunidad de tener a un mujeron como tu hermana en la cama- bromeaba.

-¿Quieres que hablemos de hermanas, Miller? Porque te recuerdo que Chris ha florecido de una forma que podría despertar la bestia que duerme entre mis piernas y...-

-Vuelves a hablar así de mi hermana y juro por lo más sagrado que te quedarás sin clítoris- amenazaba.

-Tu comenzaste, imbécil-

-Cállate Hamilton, no quiero escucharte- ordenaba al tiempo que tomaba las cajas y salían del lugar -Por cierto, tuve que bloquear a Leslie ya que no dejaba de llamarme y enviarme mensajes-

-Lo mismo me paso a mí, espero que donde sea que este le esté yendo mejor que a nosotras- decía Verónica -Oh- la veía enfocar su móvil y esbozar una amplia sonrisa -Al parecer madre irá a una consulta y no estará en casa, aprovecharé a ir por un poco  de ropa y por comida de Nadia, te llamaré después-

-Mejor no me llames- bromeaba.

Caminaba a paso lento hasta el estacionamiento y decidía llamar a su hermana para preguntarle si podía recoger a Mark y llevarlo a casa o si prefería que fueran a comer algo, enfocaba el último mensaje de Chris, no habían pasado ni quince minutos y pensó que tal vez se estaba duchando después de toda las asquerosidades que hizo.

Después de conducir por la ciudad podía finalmente entrar a la zona residencial más exclusiva de todas, estacionaba su coche frente a la entrada principal y se apresuraba a bajar las cajas, moría por ver los rostros emocionados y estaba preparada para el regaño de su hermana menor, pero al final sabía que valdría la pena.

-¡Estoy en casa!- gritaba emocionada -Y antes de que me regañes voy a...- se detenía en seco al ver los muebles desordenados y cristales rotos por todas partes -¿Chris?- preguntaba con un hilo de voz -¿Mark?- colocaba las cajas en el suelo y se sacaba el abrigo intentando controlar los temblores de su cuerpo, caminaba hasta llegar a la sala de estar donde el desorden era peor, cuadros rotos, sillas destruidas y la mesa de vidrio ya no estaba -¡Christina!- gritaba al reconocer el cuerpo de su hermana -¡Christina!- se apresuraba a moverla y tenía que ahogar el grito al ver su rostro gravemente herido, la mancha de sangre en la alfombra y en su ropa le decía que llevaba mucho tiempo en ese estado -¡Ayúdenme!- gritaba intentando limpiarse las lágrimas que empapaban sus mejillas -Chris... Vamos, despierta- pedía apartando los mechones ensangrentados de su rostro, los temblores de sus manos le impedían sacar el móvil de su bolsillo -Chris... por favor...-