CAPITULO 24

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Revisaba el GPS en su móvil y le ordenaba a Joaquín que se estacionara frente al pequeño hotel, observaba a su alrededor tratando de reconocer los puntos de referencia que el par de ebrias les habían dado.

-¿Crees que sea aquí?- preguntaba.

-No estoy muy seguro, señorita. Pero si gusta puedo bajarme y preguntar en recepción- decía el chofer.

-No te preocupes, iré yo- bajaba del coche con elegancia robandose las miradas de los huespedes y caminaba a paso firme hasta llegar al mostrador donde las chicas la veían sonrojada -Buenas tardes-

-Bu... Buenas tardes... ¿Desea... una habitación?- se sacaba las gafas para enfocar a la chica que lucía como un tomate.

-De hecho- decía aprovechándose de la situación -Me preguntaba si podías ayudarme a saber si estas dos mujeres están hospedadas en este lugar, si me ayudas prometo darte una muy buena recompensa- susurraba apoyando sus codos en el mostrador -¿Qué dices?- sonreía notando como la chica comenzaba a hiperventilar.

-Déjeme ver...- susurraba tomando el móvil con voz temblorosa -Oh si... Se encuentran en la habitación VIP si gusta puedo llevarla, es el último piso-

-Muchas gracias- respondía sacándose los billetes del abrigo y deslizando $500 -También reservaré una habitación con todo incluido para el caballero de allá- decía señalando a Joaquín -Asegúrate de que le sirvan una deliciosa cena-

-Si... Si señorita- caminaba intentando encontrar los elevadores, pero no estaban funcionado.

-Maldición- musitaba con molestia, como si el viaje en auto de diez horas no había sido suficiente -Juro que las mataré- decía tomando una bocanada de aire antes de llegar al décimo piso -Par de idiota...- se sujetaba de la pared hasta llegar a la habitación VIP y daba fuertes golpes.

-Un momento- escuchaba como quitaban el seguro y empujaba la puerta con violencia -¡Oye!-

-Por... La... Mierda- decía anonadada -¿Qué es todo esto?- cuestionaba soltando su bolso y viendo que el lugar estaba lleno de latas de cervezas aplastadas, botellas de licor vacías y otras de sopas instantáneas.

-Geo... Bienvenida- enfocaba con rabia el rostro demacrado de Irina -¿Quieres un trago? Tenemos muchísimos- decía tambaleándose -Viniste por nosotras... Eres una buena amiga-

-Cállate Williams- ordenaba -Mira como tienen esta habitación ¡¿Qué mierda les sucede?!- gritaba enfadada.

-No me grites... No cuando me siento así de mal- pedía Irina -¿Puedes creerlo, Gigi? Paula casada... Y yo aquí... Llorando por ella... Justo cuando creí que no habría peor mujer que Emma-

-Ni la menciones- pedía caminando hasta la cocina donde el desastre era peor -No lo puedo creer...-

-Yo tampoco...- escuchaba sin ánimos -Su padre lucía tan feliz de verme... Pero creo que fue por lastima y nada más- susurraba.

-Ya- pedía acercándose para abrazarla -Ven-

-Geo... ¿Qué voy a hacer?- sentía como se aferraba a su blusa -No puedo dejar de llorar... No puedo aceptarlo-

-Tienes que- musitaba estrechándola más contra su cuerpo, era la primera vez en todo ese tiempo que veía a Irina sufrir por una mujer -Cada día dolerá menos hasta que dejes de pensar en ella... Todo estará bien-

-Nada estará bien... Yo de verdad quería encontrarla, deseaba verla... Quería casarme con ella ¡Y eso que yo juré nunca hacerlo!-

-Yo lo sé- decía recordando como Irina era la que juraba por su vida que nunca se casaría ni tendría hijos con nadie -Tienes que llorar todo lo que quieras y después verás como todo irá mejorando-

Volveré Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora