CAPITULO 39

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Entendió por las malas que los consejos de su tía si servían para algo, mantuvo un perfil bajo y trataba de mantenerse lejos de la vista de la mujer de Arielle para no recordarle todos los malos entendidos que habían tenido.

Entraba a la casa grande y escuchaba las voces femeninas en la sala de estar, se detenía y escondía detrás de una pared para averiguar de quienes se trataba. Abría los ojos como platos al ver a la alta mujer de espaldas mientras otra le extendía un vaso.

-Ya no estamos solas- susurraba la de cabellos oscuros y no entendía porque le resultaba tan familiar, pero no tanto como la alta de cabellos casi rojizos que se giraba para verla. Ojos verdes, pecas y demasiado atractiva.

-¿Y tú quién eres?- cuestionaba con seriedad –Otra criada, me imagino-

-Mi nombre es Jimena- decía nerviosa notando los ojos verdes recorrerla de pies a cabeza -Trabajo en la hacienda-

-Una criada más- susurraba y no sabía porque le era imposible despegarle la mirada a esa alta mujer.

-No descargues tu enojo con ella, no le haga caso Jimena- decía la de cabellos negros -Mi nombres es Laura y esta de aquí es Verónica Hamilton-

-¿Hamilton?- cuestionaba -Es familiar de la señora-

-Así es, su hermana mayor- respondía Verónica dándole la espalda y alejándose con indiferencia a la mesa donde estaban las botellas de alcohol

-Discúlpela Jimena, no suele ser tan maleducada- decía Laura.

-No se preocupe- decía

-Y si se pregunta si mi rostro también le parece familiar, soy la hermana mayor de Christina-

-Oh- sonreía ampliamente -Ahora todo tiene sentido. Un gusto conocerlas a ambas-

-El gusto es nuestro- decía Verónica sin mirarla.

-Con permiso- caminaba hasta la oficina de la administradora y se sobresaltaba al ver como abrían la puerta de golpe para ver a Emma salir con el rostro lloroso -Señora ¿Se encuentra bien?- preguntaba confundida.

-Estoy bien- decía apartándola y alejándose del lugar, era la segunda vez que la veía salir de la oficina de Fátima y las dos veces estaba llorando.

-Buenas tardes- saludaba pensativa a Fátima quien lucía muy estresada -Fátima pensé que estaría fuera un par de días- decía.

-Hubo un pequeño cambio de planes- respondía la administradora -Recordé que no habíamos procesado los pagos de los transportistas por lo que me iré hasta mañana y así no la dejo con toda esta carga a usted- asentía.

-Fátima ¿Puedo preguntarle algo?- cuestionaba nerviosa -No quiero parecer muy entrometida, pero estoy un poco preocupada por la señora Emma ¿Está todo bien con ella?-

-Creo que esa pregunta se la debería hacer a ella- abría los ojos avergonzada y supo que no debía estar preguntando cosas que no tenían que ver con ella -Ayúdeme a revisar estos cheques, por favor-

-Si Fátima, disculpe-

+++

Bajaba los escalones y saludaba a las empleadas que la recibían con una amplia sonrisa, caminaba a la cocina y se emocionaba al ver que sus favoritas estaban comenzando a cocinar.

-Niña Lily- escuchaba -En un momento le serviremos su desayuno, sabemos que hoy tiene ese juego y queremos que sea la campeona- decía Gloria.

-Quiero comer con ustedes- decía animada -De esa forma me contagian su buena vibra- bromeaba y sonreía al ver el plato que Adele le colocaba -Wow... Esto se ve delicioso-

Volveré Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora