CAPITULO 20

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Arreglaba su cabello y tomaba el delicado florero que su guardaespaldas le entregaba, tragaba grueso sin entender porque se sentía tan nerviosa por conocer a esa persona, tal vez porque recordaba el rostro de su hija y lo bien que hablo, pudo notar lo mucho que esa mujer significaba para ella.

-Llegamos, saldrá en un momento- escuchaba a uno de sus hombres.

-Despejado-

-Puede salir ahora- asentía y caminaba con elegancia por el pasillo hasta detenerse frente a la enorme puerta pensando en cómo tocar o tal vez llamar.

-Mamá- sonreía nerviosa al ver como la puerta se abría de golpe -Chicos, buenas tardes-

-Señorita Gigi que gusto verla- decía su guardaespaldas.

-Lo mismo digo- respondía su hija -Ven madre, entra- pedía -Dame tu abrigo.

-Si- decía nerviosa y aclaraba su garganta mientras recorría el hermoso lugar con la vista -Que bonito te quedo- susurraba -Veo que seguiste mi consejo de no usar lámparas amarillas-

-Si mamá, Christian tampoco es fanatica de luces amarillas- escuchaba -¿Quieres algo de tomar?- negaba suavemente -Gracias por venir... Pensé que madre te acompañaría-

-Ya sabes cómo es esa mujer de testaruda- respondía -Para llevar un mes en este lugar, debo decir que se siente muy acogedor-

-¿Si? Christina cree que exageré un poco- sonreía de ternura al ver el sonrojo en el rostro de su hija -Esta muy nerviosa por conocerte, me hizo cambiarle el vestido diez veces mamá, diez-

-Pues no fue la única- confesaba -Yo también tuve que vestirme muchas veces- reía por lo bajo -¿Crees que sea un buen momento? Puedo regresar después si...-

-Mamá- decía Georgina con tono serio y sentía como tomaba sus manos para besarla con suavidad -Es un buen momento... Significa mucho para mi tenerte aquí... Gracias mamá-

-Oh mi vida- acariciaba el rostro conmovido y sonrojado de su hija para después besar sus mejillas con ternura -Eres mi princesa y si algo te hace feliz, también a mi lo hará- musitaba sintiendo el amor más inmenso que una madre podía sentir al ver los ojos de sus hijos -¿Vamos?-

-Si- respondía su hija y caminaban por el pasillo -Es la habitación del fondo, esta de aquí es la del pequeño Mark-

-¿Él no se encuentra?- preguntaba por lo bajo.

-No, quiso pasar el fin de semana en casa de las Hamilton- escuchaba -Son como la familia de Chris, Emma es su mejor amiga y Emma es...-

-La prometida de Ari- recordaba -¿Qué hay de Iri? Tengo casi un mes de haber regresado y no la he visto-

-Irina está recorriendo el país entero en busca de su amor perdido- escuchaba -Pero no quiero contarte nada aún, sabes cuanto disfruta ponerte al día de todos los sucesos- reía por lo bajo al recordar a la amiga más divertida de su hija -Es aquí- decía deteniéndose y tocando suavemente la puerta -Amor... Entraremos- tomaba una bocanada de aire y caminaba detrás de su hija al interior de la habitación.

-Buenas tardes- escuchaba y se detenía un momento para apreciar a la delicada mujer que descansaba sobre la enorme cama.

-Mamá ella es Christina, amor ella es mamá Monique Reeves-

-Mucho gusto Christina- saludaba acercándose a ella -¿Cómo se encuentra?-

-Mejor- respondía y podía notar lo nerviosa que se encontraba -Perdón por recibirla así...-

-Oh no querida, no se disculpe por eso. Veo que las heridas están mejorando un poco- decía sentándose en el borde de la cama -¿Mi hija la ha tratado bien?-

Volveré Junto A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora