Habla Helena
Por fin llegó el día en que vino mi madre. La verdad es que hacía mucho tiempo que no la veía y tenía ganas de abrazarla. Sé que a veces no nos llevábamos bien, pero era mi madre...
Se había cogido un hotel un poco alejado del centro. Le enseñé el piso donde estábamos viviendo Maia y yo y le puse al día de todo. Me preguntó mucho por mí, por cómo estaba, si estaba bien con Maia... Se alegró de escuchar que estaba bien con Maia, cosa que me tranquilizó. El día antes de que se marchara organizamos una cena para las madres de Maia y mi madre en nuestro piso. Ambas estábamos nerviosas. Nuestras madres habían tenido sus discusiones en el pasado y hacía mucho que no se veían.
H-...espero que vaya bien..
M- yo también...
Nuestro piso era pequeño y apenas cabíamos para comer todas allí, pero nos hacía ilusión así que adaptamos el espacio como pudimos. Una vez llegaron todas se saludaron, las vimos bastante bien. Estábamos mucho más nerviosas nosotras que ellas. Estuvieron hasta tarde en casa y la cena fue muy bien. Cuando se marcharon no podíamos creer que hubiera ido tan bien.
H- madre mía, tantos nervios para esto
M- pues sí, ha ido genial! y les ha encantado el piso 🥰
H- y la comida, que menudo curro de cocinar...
M- eso también jajaj
H- menos mal que mañana es sábado y no hay que madrugar, porque con la hora que es.. 🥲
M- mañana podemos quedarnos en la cama acurrucadas tooooooooodo el tiempo que queramos ☺️
Maia me abrazó por la espalda y me dio un beso en el hombro. Sonreí y me giré para abrazarla rodeándola por la cintura. Apoyé mi frente en la suya y miré sus labios, estábamos nariz con nariz. Me sonrió y me besó cariñosamente los labios. Le devolví el beso, tenía muchas ganas de besarla así que lo volví a hacer, esta vez más despacio, más intenso, acariciando su lengua con la mía. Se comenzaron a encadenar los besos y no pudimos parar. Hacía tantísimo tiempo que no hacíamos nada que ya ni me acordaba. Bajé mi mano mientras la besaba hasta su trasero y se lo apreté. Ella subió su mano por debajo de mi camiseta para acariciar mi pecho.
H-...hace muchísimo que no...💋
M-...demasiado...💋
Nos fuimos entre besos torpes para el dormitorio sin dejar ni un segundo de besarnos. Nos fuimos desnudando mutuamente, la una a la otra. Maia me estiró cuidadosamente en la cama y comenzó a comerme el cuerpo a besos mientras yo sonreía y le acariciaba la cabeza. Me quitó las bragas y jugueteó con su lengua por los alrededores de mis genitales haciendo que me pusiera impaciente.
H-...pff..porfa... me muero de ganas...
Me sonrió pícaramente.
M-...ya voy...💋💋💋
Me besó la ingles y los labios vaginales, hasta que por fin noté su lengua acariciar mi clítoris y me estremecí.
H-..mm....
Comenzó a comérmelo despacio, mirando cómo se me erizaba la piel del placer.