Habla Cris
Aquel día había sido mágico y eso que todavía no había terminado. Cogimos nuestras mochilas de nuevo porque estaba haciéndose de noche. Nos subimos a la moto que teníamos alquilada.
C- y ahora?
J- ahora sigue la noche...
Condujo la moto. Era cada vez más tarde, no sabía dónde me estaba llevando, íbamos por la costa pero no sabía el destino.
C-..dónde vamos? Falta mucho?
J- no, ya estamos llegando
Al cabo de 10 minutos llegamos a una zona que se vía súper lujosa. Joana aparcó la moto en un hotel 5*. Me quedé mirando la entrada majestuosa del hotel.
J- vamos? 🥰
C- aquí?
J- siiiii
Me cogió de la mano y me llevó para dentro. Todo era de lujo, pero lo mejor estaba todavía por venir...
Cuando vi la "habitación" me quedé sin palabras. Con las paredes de madera, con una terraza ENORME que tenía una piscina que se fundía con el paisaje de los campos de arroz y la selva. El agua de la piscina era turquesa iluminada por unos focos porque era de noche. Escuchábamos los animales, los monos saltar por los árboles.
J- cuándo amanezca será espectacular
C- Dios Joana pero si ya es espectacular
J- un bañito nocturno? 🥰
Sonreí y la abracé.
C- esto no estaba en los gastos que calculamos...
J- esto es un regalo que te he querido hacer... como lo de la ceremonia balinesa 🥰
La besé.
C- eres maravillosa 💋
Nos quedamos en bikini y nos metimos en la piscina. Estaba caliente. La piscina era muy grande, podía ponerme a nadar si me apetecía que tenía mucho espacio. Joana me abrazó por debajo del agua por la espalda y me besó en la nuca. Estuvimos súper relajadas en la piscina llenándonos de besos. Luego salimos del agua y nos dimos una ducha. Nos arreglamos y bajamos a cenar. El restaurante del hotel era una pasada. Comimos platos típicos de Bali, como el Nasi Goreng y el Gado Gado. Esto último me encantó. Llevaba diferentes verduras de la región y pescado aliñado con salsa de cacahuete, salsa de soja y zumo de lima.
Después de cenar dimos un paseo por todo el resort, que era gigante. Luego subimos de nuevo a nuestra habitación y nos pusimos cómodas. Nos estiramos en nuestra cama balinesa con vistas a la oscuridad de la jungla mientras no parábamos de hacernos mimos hasta que nos quedamos dormidas.
Por la mañana temprano, cuando empezó a amanecer, Joana me despertó con un montón de besos por el cuello.
J- 💋💋💋💋
C- mm...🥱
J- amor 💋💋 mira esto
Abrí los ojos despacio y me encontré con el paisaje de la jungla y los campos de arroz mientras el sol amanecía por el horizonte.
C- Dios mío qué bonito 🥹
Joana me siguió besando por el cuello. Era muy temprano, pero valía la pena que me hubiera despertado para ver aquello. Me cogió de la mano y me sacó para nuestra súper terraza, donde pude apreciar todavía más el paisaje. Nos estiramos en una de las tumbonas de nuestra piscina. Podíamos escuchar algunos monos y pájaros entre los árboles. Todavía había un pelín de oscuridad, pero los rayos de sol ya empezaban a iluminar todo.
Joana me abrazó muy cariñosa. La miré a los ojos. El color miel de sus ojos se intensificaba con aquella luz malva del amanecer.
C- esta luz te hace todavía más preciosos los ojos...
Sonrió y me besó despacio los labios. Le contesté el beso, largo, con lengua, y no paramos de fundir nuestros labios entre caricias cariñosas por todo nuestro cuerpo.
J- 💋💋💋 te voy a hacer el amor aquí
C- aquí?? 💋💋💋
J- tienes miedo de que nos vean los monos? 💋💋💋
Sonreí y le contesté los besos mientras le quitaba la ropa.
