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Muy tarde esa noche, el de hoz y martillo volvió cansado además de estresado esperando encontrar un escándalo como siempre, pero sorprendente todo estaba limpio y con las luces apagadas notando así que los presentes en la casa extrañamente dormían temprano.

Pero necesitaba al menos un minuto de calma así que caminó evitando hacer ruido hacia la cocina buscando algo rápido que comer, sorprendiéndose otra vez de encontrar una cacerola con guiso de carne cubierta por un secador limpio sobre el cuál había una carta indicando que era cena para él. Así que se limitó a quitar lo que no usaría de allí para encender la cocina esperando tres minutos a que todo calentará correctamente antes de colocarlo en un plato, tomando también una porción de la tarta de melocotón que había en el refrigerador, tras sentarse en la isla y dar el primer bocado sintió como si se derritiera.

No había probado comida casera desde que era un niño viviendo en el palacio de San Petersburgo ahora llamado Leningrado, así que dejó de lado las etiquetas para disfrutar bien del platillo tan exquisito seguido del postre también perfectamente dulce sin llegar a ser empalagoso.

Al terminarlo lavó lo usado y subió al segundo nivel, afinando la vista cuando vio algo en el suelo frente a la puerta de Rusia, se acercó para notar que se trataba de una fuente con platos con pocos restos de comida, ¿Acaso el melindroso y violento jovencito había bajado su barrera de fuego para comer algo más que anchoas frías de lata?, el plato no parecía tener mucho tiempo ahí por lo que dedujo que este esperó seguramente desde el almuerzo hasta que todos durmieran para tomar la comida en silencio.

Le dio un poco de gusto y levantó la fuente para volver a la cocina y lavar todo sintiéndose ligeramente con la esperanza de que su hijo podía ser domado de alguna forma sin tener que alejarlo tanto en medio de una guerra que apenas empezaba.

• • •

—¡Ese desgraciado, lo primero que le advertí no hacer ayer y salió con lo mismo de nuevo! –El azabache se frotó el rostro totalmente frustrado, ese niño no tenía remedio y seguro no aprendería hasta que algún animal le hiciera daño—.

—La señorita Anastasia salió a buscarlo.. –La de piel verde murmuró sentada en el sofá abrazando sus piernas, esta había salido dejando las cosas en la cocina apenas oyó la maldiciones en el segundo nivel cuando su padre abrió la puerta del aludido para ver si estaba durmiendo aún—.

—No creo que pueda encontrarlo tan rápido, al menos se llevó abrigo –Ucrania tomó el plato con huevos revueltos que alcanzó a terminar la humana y se lo extendió a su padre, al menos para que comiera algo antes de salir hasta Moscú—.

La castaña en el inmenso bosque continuó en línea recta por si se perdía en algún punto, abrazándose a si misma debido al frío siguió caminando hasta oír un curioso silbido que buscaba imitar el sonido de las aves que cantaban cerca, así que se atrevió a ir hacia la izquierda sabiendo que encontraría a alguien de todas maneras, caminó rápido pero ligero sin hacer ruido alguno con las hojas secas hasta ver a una figura baja en el borde del pequeño estanque de peces dorados de gran tamaño.

Evitó decir algo y solo observó cómo el de comportamiento caótico estaba tan calmado y hasta en cierto modo feliz lanzando migajas de pan a los peces que se amontonaban para buscar atrapar la comida nueva, mientras tanto el niño no dejó de silbar hasta que algunas de las aves bajaron a prudente distancia para también recibir de la bolsa de pan que se había robado.

Pero no todo lo bueno duraba mucho y terminó por sentir la energía ajena a más o menos cuatro metros atrás por lo que giró frunciendo el ceño.

—¡Le dije que me dejara en paz, vieja loca! –Apretó la pieza de pan duro que tenía en mano hasta hacerla trizas que oportunamente cayeron en el estanque aunque ya había asustado a las aves cercanas con su grito—.

—A tu padre le preocupa que salgas tú solo tanto tiempo, desconozco qué tipo de animales habitan este hermoso bosque pero ha de haber algo que pueda dañarte y eso le preocupa.. –Ya lo había visto en su zona de confort y no era un niño malo, menos aún alguna clase de psicópata, así que debía haber alguna manera de hacerlo entrar en calma– Es mejor volver ya, es hora de desayunar.

—¡Yo no quiero ir a ningún lado, menos respirar el mismo aire que ustedes! –Rusia no bajó su posición defensiva de resentimiento, sabía que le esperaba otro sermón en frente de ese par que no toleraba ver—.

—No es necesario que estés en el mismo lugar con nosotros si tanto te molesta, ya viste que puedo subirte la comida sin problema, incluso puedo darle algo diferente si tienes la calma de pedirlo –Ella no se dejó ahora llevar por la agresividad contraria, a veces la mejor manera de destensar a un perro peligroso era mostrar que aceptabas sus términos pero también mantenías los tuyos sin ceder– Solo pido ahora que regreses conmigo para evitar que el señor Unión se enoje más contigo, podemos evitar que te grite esta vez.

—Qué sabe usted. –El menor miró de soslayo desconfiado a la humana, esta vez no había gritado, pero seguía reacio a obedecerla por ser una total extraña queriendo darle órdenes—.

—Estoy segura que si vuelves tú solo luego, él estará más enojado pero si vas conmigo en este momento puedo distraerlo para que vayas directamente a tu habitación y luego te subiré huevos revueltos con jugo de pera –Relajando su expresión Nastya comenzó a pulir su negociación, si por alguna razón llegaba a funcionar debería pensar también en algo para apaciguar al carmesí que estaba hecho furia—.

—¿Y cómo puedes estar segura de eso?, ¡Él siempre me grita! –Odiaba totalmente ser reprendido y más si era frente a alguien, que esos dos niños lo viesen humillado por el mismo hombre que a ellos solo los halagaba lo llenaba de rabia—.

—Hm.. pues antes no estaba yo para cubrirte, así que, ¿Tenemos un trato? –Ella extendió su mano enguantada esperando que el de ojos cielo la aceptara, cosa que no pasó pero lo vió comenzar a caminar aún con el ceño fruncido en la misma dirección por donde ella había venido así que supo que este aceptó a su modo—.

Una madre para Rusia ||URSS × Reader||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora