—..¿Tenemos permiso de salir de casa? –El platinado miró a su alrededor caminando de la mano con la humana, nunca había cruzado a pie el terreno frontal de la propiedad—.
—En realidad no realmente, pero solo iremos a comprar unas cosas a la feria y volveremos a limpiar las hojas en el pórtico –Nastya sonrió un poco mirándolo un momento, si mal no recordaba había visto un atajo junto al camino de piedras por donde pasaban los autos—.
—Nunca he ido a una feria, ¿Qué hay? –Para lo único que había llegado a salir de casa era algún discurso de su padre pero luego volvían inmediatamente y era muy aburrido—.
—Pues flores, comida, ropa, artesanías, algunos juegos y cosas así –La castaña tenía buenos recuerdos acerca de sus visitas a la feria de su pueblo natal cuando era niña, solía amar las danzas que hacían elaborados grupos para esas fechas—.
Agradecía que aún estando en tiempos de guerra hubiese oportunidad de seguir con la tradición, así que estaba ansiosa de que Rusia también lo experimentara mientras conseguía lo que necesitaba y respiraban un poco de aire nuevo.
. . .
El pequeño de piel roja continúo corriendo con asombro un puesto tras otro mirando con atención todas las cosas que dijo Anastasia que habrían e incluso otras más que no fueron mencionadas, podía oír distintas melodías en varias direcciones y pisadas rítmicas de alguna danza, también el maravilloso olor a comida y cosas dulces como caramelos de anís y miel.
La mayor lo seguía de cerca con total atención supervisando todo a lo que se acercara para evitar algún tipo de accidente, por suerte el otro se detuvo curioso ante un pequeño lugar en donde algunas personas observaban a un fotógrafo capturando bellos momentos de familias o parejas.
—¿Por qué se ponen cosas encima?.. –Aquello fue realmente lo que había hecho al de ojos cielo detenerse a ver, los sombreros, diademas y collares ostentosos—.
—Por diversión, al considerarlo gracioso sus sonrisas son más alegres y eso los hace sentir bien –Ella sonrió también ante la vista de una niña abrazando a su hermano mayor– ¿Quieres intentarlo?
—...¿Podemos? –Él parpadeó mirándola atentamente sintiendo más interés por el asunto de las fotografías—.
—Claro que si Rusia, ven –Tomó su mano y esperaron unos minutos a que llegase su turno como todos los demás mientras observaban a los que iban antes hacer toda clase de muecas divertidas– Buenas tardes camarada fotógrafo, por favor queremos tres.
El anciano les hizo una seña amable recibiendo el dinero y esperó a que la cuidadora acomodase al tricolor en el taburete primero, tras obtener la primera fotografía le siguió ella también en solitario hasta que para la última Rusia eligió que usarán un par de coronas de flores coloridas que habían, se sentó de lado en las piernas de la humana e hizo su mejor intento de visibilizar en una sonrisa todas las emociones que estaba sintiendo en esa feria, obteniendo una bella foto de ambos sonriendo felices con pomposas flores en el cabello.
—Es una pena que no tengan color.. –Las fotografías grises en manos del menor se le hacían un poco lúgubres por la forma en que su entorno colorido se veía opacado por dicha carencia—.
—Yo creo que podemos intentar pintar con cuidado por encima, eres muy habilidoso, ¿Qué opinas? –Ciertamente también pensaba lo mismo acerca de las imágenes en blanco y negro pero al menos habían mejorado muchísimo desde las que se hacían en el periodo de la gran guerra—.
Tras eso guardaron las fotografías con cuidado en el pequeño bolso que traía ella y continuaron caminando por el lugar esta vez de la mano con más calma, hasta que finalmente encontraron el puesto de artesanías apropiado en el que la Kozlov compró dos bonitos porta retratos de distinto tamaño y ya con el pendiente resuelto se dispusieron a comprar algunas cosas comestibles para llevar a casa.
—No creí que hubiesen lugares como ese en Moscú –Habló el de suéter negro dándole otra mordida a su gran galleta de avena con nueces y miel, también tenía una pequeña bolsa de papel con otras más guardada en su bolsillo—.
—Son muy populares sobre todo en los pueblos más al interior donde los festivales pueden durar incluso semanas, ¿Te divertiste? –Por su parte ella iba comiendo dulce de higos mientras caminaban con tranquilidad a la casa, había dejado el desayuno servido en la barra para los mellizos así que estarían bien—.
—Me... me gustaría poder regresar algún día.. –Nunca se había divertido tanto hasta ahora, todas esas cosas que ver a la vez fueron tan entretenidas que seguro soñaría con eso hasta los siguientes días—.
—Entonces pediré a los guardias que vengan a avisarme cuando vean otra feria próximamente –La de ojos cafés abrazo la bolsa con las cosas, muy contenta de que todo haya salido bien en cuanto a su pequeña incursión, así que llegaría a cocinar un rico guiso de carne y compota con las manzanas que también habían comprado antes de volver—.
Al llegar a casa cada quien fue a su lugar, Rusia entró a su habitación directamente a dejar las tres fotografías en su escritorio y pensó sentado durante un rato cómo podía darles color de forma apropiada sin dañarlas hasta que se le ocurrió que podía diluir lo necesario sus pinturas usando agua así que intentó primero con la suya y al estar satisfecho con el resultado continúo pintándolas como recordaba el entorno en el orden en que fueron tomadas hasta terminar un par de horas después la que los mostraba a ambos sonriendo justo algunos minutos antes de que su puerta fuese tocada.
—Aquí tienes, hice agua de manzanilla también –Nastya dejó la bandeja con cuidado a un extremo del escritorio sin notar las fotografías que habían sido apartadas para secar—.
—Gracias.. –Vocalizó con tranquilidad el más bajo, tanto por la comida caliente como por la oportunidad de experimentar cosas nuevas tan significativas—.
—No hay de qué, vendré en un rato por la bandeja, me avisas si quieres más compota o alguna otra cosa –Ella estiró su diestra con precaución y acarició un poco el cabello ajeno con una pequeña sonrisa amable para luego irse cerrando la puerta nuevamente—.
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Una madre para Rusia ||URSS × Reader||
FanfictionNo tenía tiempo para estar cuidando de un niño problemático, era una super potencia y debía dedicarse enteramente a su trabajo, no a un mocoso que se escapaba todo el tiempo y rompía cosas. Aunque se dignó a darle una oportunidad final; Contrataría...