Esa noche el platinado y la humana llegaron a la mansión cargando múltiples cosas con grandes sonrisas en sus rostros los cuales estaban parcialmente pintados con acuarela resaltando diseños como flores y estrellas, al cruzar el pórtico se las arreglaron para quitarse los zapatos son dejar caer las cosas así pudiendo entrar hasta la sala en donde el de ojos hielo los estaba esperando en el sofá.
URSS ya había hecho cenar más temprano a los mellizos para así poder enviarlos a sus habitaciones a dormir antes, ciertamente no estuvo muy contento con eso pero entendía que debía darle su espacio al mayor de los niños que ahora relajaba su sonrisa para mirarlo... Aún un poco resentido por el tema de las fotografías las cuales ya no encontraba.
—Espero que se hayan divertido, se pasaron un poco la hora de cenar pero un té y panecillos no caerán pesados. –El más alto se levantó para señalarle a la joven que dejase las cosas sobre la mesa del comedor en lo que él sacaba la tetera de su soporte para servir tres tazas que ya habían estado sobre la mesita baja entre los sofás—.
El rojiazul miró a su cuidadora, inconscientemente esperando una afirmativa u orden, la cual llegó como un asentimiento con una mirada amable antes de tomar también las cosas que él tenía en sus brazos para así dejar todo eso en el lugar designado donde no estorbara para su siguiente actividad, la cuál también la había tomado por sorpresa.
—Se nos pasó un poco la noción del tiempo entre las luces de los puestos, lo sentimos –Nastya alzó un poco los hombros mientras se disculpaba a nombre de ella dos, de no haber sido porque alguien cerca a ellos preguntó por la hora seguramente se hubiesen tardado más tiempo en volver—.
—No se preocupe, cuando tenía la edad de Rusia también me gustaba pasar el tiempo en festivales –Ante el lejano recuerdo el de hoz y martillo esbozó un ligera sonrisa– Aunque yo me robaba las monedas de oro de mi padre para comprar dulces.
Ella no había tenido mucho tiempo para actividades recreativas de diversión, desde muy niña su padre la había obligado a cumplir con distintos entrenamientos en campamentos infantiles para formarla físicamente con resistencia al igual que mental con el paso del tiempo, pero incluso con todo eso no fue capaz de soportar mucho tiempo el duro entrenamiento de los soldados rojos.
—Tengo un bolsa con galletas de calabaza, ¿Gusta? –Para cambiar de tema prefirió sacrificar sus propios dulces, realmente eran recuerdos amargos de rememorar tras un día tan bonito—.
—Oh, por supuesto, traeré un plato –El mayor asintió con un aura muy pacífica encaminándose a la cocina, aún en medio de la sala su hijo los observaba un poco desconfiado y confundido—.
Cuando todo estuvo listo el de ojos cielo prefirió sentarse junto a la humana para tomar un par de galletas aún sin decir palabra, lo cual obligaba a los mayores a seguir hablando mientras esperaban a que el niño mostrase señal de querer unirse al tema, pero Rusia era algo complicado a veces.
—Mm.. no creí que las ferias en Moscú usarán fuegos artificiales en las noches, es muy hermoso ver las luces, incluso Rusia estuvo muy entretenido cuando comenzó el Show –La de vestido café intentó acoplarlo al recordar ese increíble momento para el niño y además mirándolo un momento para hacerle saber que también podía decir algo al respecto—.
—.....Los colores son muy bonitos.. –Murmuró al fin el rojiazul antes de morder una galleta, aún estaba muy tímido en cuanto a socializar de buena manera con otros—.
—¿Y no te asustó el sonido?, a muchos los toma por sorpresa cuando están desprevenidos –El de gabardina tomó la oportunidad al instante en que la mirada de la mujer pasó a estar sobre él unos segundos señalándole que era buen momento para que intentara hablar directamente—.
—..Sonaban como los cañones de Octubre, pero por poco tiempo antes de las luces –Desviando un poco su mirada el más bajo se soltó un poco más, motivado por el increíble recuerdo de ver las luces estallar simultáneamente en el cielo—.
Entones casi como un milagro, la charla se extendió durante un rato más mientras que la cuidadora observaba bebiendo té con tranquilidad y una pequeña sonrisa atenta al intercambio de palabras, a cierta hora retiraron las cosas de las mesas para subir al segundo nivel seguidos del de orbes hielo que se ofreció a cargar las bolsas repletas de cosas que habían traído de la feria, la Kozlova fue separando las cosas de ambos en el pasillo mientras el niño se cambiaba a su ropa para dormir.
Ella dividió las pertenencias respectivas en ambas bolsas aún cargadas por el de gabardina que observaba relajado hasta que la puerta tras ellos se abrió dejando ver al platinado que terminaba de abotonar su camisa, Nastya tomó la bolsa que le pertenecía a este y entró a la habitación para dejarla sobre la parte libre del escritorio y se mantuvo un momento de pie en lo que esté se acostaba en su cama, luego lo arropó como solía hacer también acariciando su cabello un poco largo fuera de su frente y le dejó un beso allí deseándole buenas noches.
El soviético observó sin decir palabra el trato de la castaña hacia su hijo, ese tacto amable y la paciencia para escucharlo en todo momento. Esta apagó la luz y cerró la puerta tras asegurarse de que la ventana estaba totalmente cerrada y las cortinas lo suficientemente abiertas para dejar pasar un poco de luz lunar, una vez finalizado su trabajo suspiró profundamente cerrando los ojos por un momento antes de girarse hacia su jefe notando que seguía allí.
—Hoy fue un buen día, me alegra que hayan podido encontrar un tema del cual charlar libremente.. –Susurró tomando la otra bolsa, ya toda la casa estaba en total silencio así que lo mejor era hablar muy bajo para no despertar a los niños en el pasillo—.
Aunque no hubo respuesta verbal del de hoz y martillo, solo fue tomada por sorpresa cuando los grandes brazos de este la rodearon con un poco de fuerza aún en el mismo lugar, URSS la estaba abrazando por impulso tanque su mente no encontró otra manera con la cual expresar su gratitud en ese momento y sentía que cualquier frase que pudiese decir ya no bastaba para manifestar la sensación en su pecho a causa de haber podido hablar con su hijo sin gritos o amenazas de por medio.
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Una madre para Rusia ||URSS × Reader||
FanfictionNo tenía tiempo para estar cuidando de un niño problemático, era una super potencia y debía dedicarse enteramente a su trabajo, no a un mocoso que se escapaba todo el tiempo y rompía cosas. Aunque se dignó a darle una oportunidad final; Contrataría...