Apenas la puerta principal fue abierta, los pequeños rubios creyeron que sería la cuidadora con apariencia cansada pero se sorprendieron de ver a su hermano mayor, a lo cual el adulto presente caminó a zancadas hacia él.
—¡Qué diablos fue lo que que advertí ayer!, ¡¿Acaso estás esperando que selle todas las ventanas y te encierre en tu maldita habitación para que entiendas?! –URSS se acercó con gran expresión de enojo tratando de tomarlo del abrigo para evitar que fuese a escaparse de su reprimenda verbal como otras veces—.
—¡Dijiste que no me gritaría otra vez, eres una mentirosa, te odio! –El niño retrocedió rápidamente dos pasos antes que las manos de su padre pudiesen llegar incluso a rozarlo, girando su vista hacia la cuidadora a quien miró entre decepcionado y enojado al decir aquello—.
—Espera Rusia, yo no..! –Quiso arreglar el asunto pero el platinado subió corriendo las escaleras hasta su habitación en la que se encerró él mismo tras un portazo que resonó hasta el hall donde estaban– Ay no puede ser.. lo arruiné.
—..... ¿Usted acaso.. consiguió que él la siguiera de vuelta? –El más alto reparó en la presencia de la mujer enviada por el ministerio, ni siquiera recordó que había salido a buscar al problemático niño—.
—Le dije que podría evitar que le gritase de nuevo si venía conmigo a la casa, también que lo dejaría desayunar en su habitación para que estuviera más cómodo en su espacio... –Anastacia bajó la mirada suspirando, había avanzado medio paso para retroceder cinco en un solo momento, ahora le sería más difícil apaciguarlo pues este ya tenía una razón para detestarla—.
El de ojos hielo no respondió, solo tomó pensativo su portafolios y salió de la casa al ya tener la gabardina puesta, los otros dos niños se miraron entre si y se alejaron a la biblioteca para estudiar un rato debido a que ya habían desayuno gracias a su padre, dejando sola a la restante.
. . .
Nuevamente frente a la puerta del rubio dejó una fuente con el desayuno, sándwiches dorados de huevo revuelto con forma de pez y un vaso con jugo de pera que tenía de adorno en el borde una figura de flor hecho con la misma fruta, aunque esta vez solo dio dos toques a la puerta y deslizó una nota para no molestarlo.
El menor desde el otro lado divisó el papel amarillo con extrañeza, a lo que se levantó de su cama para leer qué era.
“Aquí te dejo parte de lo que había prometido, tómalo cuando estés listo para comerlo.
Psdt: Aún no sé qué hacer para el almuerzo, ¿Que te apetecería más hoy?
[ ] Chuleta de pollo con puré de patatas.
[ ] Ensalada cocida con arenque.
[ ] Col rellena con carne al horno.”
Rusia miró confundido el contenido de la nota bajando un poco su enojo, ¿De verdad le estaba consultando a él que cocinar?, Con desconfianza marcó la opción que le molestó menos y abrió la puerta despacio cuando no sintió a nadie cerca, encontrado la comida de apariencia llamativa que finalmente tomó tras un momentáneo debate mental.
• • •
Dos horas después la de largo cabello ondeado se asomó para ver si la comida seguía allí y al ver el plato vacío suspiró aliviada, acercándose para bajar la fuente y ver si también había respondió a su pequeña encuesta.
Al ver que tenía un simple punto en la casilla que más le interesó al niño asintió rápidamente y bajó para ponerse manos a la obra con más tranquilidad, por suerte tenían mucho de todo y no escatiman a la hora de tomar ingredientes para hacer una comida exquisita.
—Salió y comenzó a cantar, sobre el águila gris del desierto, sobre aquel a quien amaba.. sobre aquél cuyas cartas guardaba –Mientras lavaba las patatas antes de ponerlas a cocer en una olla para luego tomar las cebollas también limpias y cortarlas en trozos pequeños– Oh tu canción, canción de la doncella, vuela tras el luminoso sol y al soldado en la lejana frontera..
—..Llévale saludos de Katyusha... –En un murmullo el de ojos celestes completó por instinto estando al final de la escalera con su botella de agua vacía en la mano, tenía sed así que se vio forzado a bajar para reponerla—.
—Oh Rusia, ¿Necesitas algo?, aún hay tarta de ayer o puedo hacerte algo ligero en lo que está el almuerzo –Ofreció la cuidadora deteniendo sus actividades para prestarle atención al rubio que se veía algo retraído—.
—..Solo quiero agua. –Se limitó a decir en tono neutral antes de acercarse al lavabo y rellenar su botella decorada con pequeños peces pintados de colores—.
—El decorado es muy lindo, hay que tener talento para lograr esos detalles –Ya sabía que había sido hecho por el niño, después de todo la puerta d edu habitación también estaba llena de esos adornos en la parte inferior, al parecer de gustaban mucho los peces en todos los sentidos—.
El de piel bicolor la miró algo descolocado ante el halago indirecto, asintió leve un momento y luego volvió rápidamente a su habitación para seguir con su cisne de piedritas de río. Pero aún así le rondaba la cabeza que esa humana estaba haciendo las cosas con demasiada calma y mirándolo atentamente cuando hablaban, se sentía extraño..
En la cocina Nastya sonrió leve ante la primera interacción sin algún tipo de hostilidad o grito, eso ya era bastante a favor, por lo que siguió con la preparación de la comida escogida por el caótico niño incomprendido.
Desde tras la puerta de la biblioteca los mellizos se miraron totalmente estupefactos por la interacción ajena, nunca habían visto a su hermano hablar sin insultar o gritar, ¿En realidad si había posibilidad de que él pudiese bajar su nivel de agresividad con alguien?...
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Una madre para Rusia ||URSS × Reader||
FanfictionNo tenía tiempo para estar cuidando de un niño problemático, era una super potencia y debía dedicarse enteramente a su trabajo, no a un mocoso que se escapaba todo el tiempo y rompía cosas. Aunque se dignó a darle una oportunidad final; Contrataría...