Capítulo 5

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Llegó miércoles un día nublado donde quizás se aproximaba una gran tormenta sin embargo para Lena era su mejor día porque por fin iba volver a trabajar. Se preguntaba como es que había sobrevivido esos días con sus padres, estacionó su auto y antes de salir de él recogió sus pertenencias.
Como siempre llegaba media hora antes para organizar todo, le gustaba hacer las cosas en paz. Saludó a los del otro grupo, notó que el lugar estaba más reluciente que nunca y eso la hizo sonreír, lo confirmó al ingresar a su oficina.
Ubicó sus pertenencias en su gaveta ya que ella tenía su vestidor privado en una habitación donde solo se ingresaba por la puerta de la oficina, también estaba su cama ya que a veces les tocaba turnos nocturnos.
Fue a prepararse su típico café con tostadas y mermelada. Se sentó y empezó a desayunar mientras veía por la ventana que se avecinaba una gran tormenta.

-Buen día, capitana.- Era Alex entrando a la cocina toda uniformada.

-Buen día teniente.- Saludó Lena.

-Sé que quizás estés molesta por no haberte informado casi de nada pero quiero que sepas que todo estuvo bien. Cuando quieras puedes leer el expediente de Kara Zor-El.

-Te agradezco, si no te molesta quiero terminar de desayunar, después de la formación quiero que vayas a mi oficina.

-Claro.- En otra ocasión se hubiera sentido ofendida pero ya sabía que Lena quería disfrutar siempre de la comida ya que así recompensaba las veces que dejaba la mitad del plato para atender una emergencia.

-Ahí tienes café.

La pelirroja sonrió como siempre ya que a su capitana se le hizo costumbre dejarle café.

-Muchas gracias.

La rubia a penas llegó cinco minutos antes, todos la veían preocupados por las ojeras que traía, a pesar que saludó a todos mostrando su mejor sonrisa sabían que no descansó lo suficiente y estaba prohibido trabajar así. Se las arregló para estar lista y salió rápidamente del vestidor para dirigirse junto a los demás quienes ya estaban formados.

Gracias al cielo llegó a tiempo porque segundos después apareció una mujer de ojos verdes tan llamativos que resaltaba entre cualquiera del mismo color, esa mirada podía cautivar a cualquiera que se ponga en frente de ella, esa piel blanca tan fina y tierna hacía resaltar su hermoso cabello azabache que brillaba sin necesidad que la luz la enfocara, su cuerpo era peligrosamente atractivo donde cualquiera quisiera recorrerlo detenidamente para sobrevivir a esas curvas que muchos quisieran recorrerla pero no cualquiera sería digno de ellas.

Tragó saliva al recordar lo que Alex había dicho de ella así que evitó mirarla por mucho tiempo aunque se moría por hacerlo.

-Buenos días.- Hasta su acento y su voz podía enloquecer a cualquiera. Pensaba la rubia, que si tenía sueño hace unos minutos atrás ahora todos sus sentidos fueron despertados por lo que la mujer le estaba provocando en ella. Todos saludaron a la capitana, la ojiverde simplemente pasó a revisar a cada uno de sus compañeros, la rubia era la última a la que iba a inspeccionar.
Kara tenía la mirada firme de frente, sin mirar a la capitana, su corazón latía fuertemente y eso la estaba asustando ya que no sabía si era por los nervios por conocer a la estricta capitana o por su gran belleza, quizás era una mezcla de ambas.

Sintió que la capitana se acercaba desde su costado y trató de tranquilizarse, cuando la tuvo en frente no pudo evitar oler lo que sería su aroma favorito desde ese momento.
Seguía evitando la mirada de la capitana ya que esta tampoco hablaba solo la miraba, quizás la estaba inspeccionando como a los demás hasta que...

-Bienvenida, Kara Zor-El.- Y en ese momento sus ojos azules chocaron con esos intensos verdes que podía notarse una mezcla de manchas azules desde tal cercanía, hasta podría decirse que estaba demasiado cerca para poder ser evaluada.

Entre Llamas 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora