Capítulo 42

1.3K 98 2
                                    

El día había pasado rápido, el intenso sol se estaba haciendo presente indicando la mañana de un domingo que quizás para la mayoría ya era un alivio, para otros no tanto.

Después de la emergencia de ayer, Lena había evitado a la rubia, cosa que era casi imposible, sin embargo le dió su actitud más fría que haya podido demostrar a alguien. La ojiverde también tuvo que comportarse de esa manera con todos pero no tanto como con la rubia. Era un mal necesario o los demás se darían cuenta que tenía problemas personales con la ojiazul.

La única que sabía lo que pasaba era Alex, Kara le había dicho.
Sam andaba detrás de su amiga para sacarle información del porqué estaba molesta, pero no ha podido sacarle algo como otras veces, y vaya que la ojiverde tenía un gran motivo de peso para no desahogarse con su mejor amiga.

Kara hacía su batido como era costumbre mientras que los demás estaban hablando sobre el evento, estaban tan emocionados que no paraban de hablar de ello cuando tenían momentos libres.

-Oye Max, ¿es cierto que tu esposa vendrá a ayudar?- Preguntó Lucy.- Sin querer oí mientras hablabas con ella por teléfono.

Su compañero la miró desconfiado, no creía que haya sido sin querer pero tampoco es que le molestaba.

-Si.- Suspiró.- A ella le encanta estas cosas.

-¿Y no tendrá celos si alguna chica te pide una foto?- Preguntaba Sam.

-No, ella no es tóxica como ustedes.- Señaló a todas para luego tomar su café.

Seguidamente Lena entró saludando a todos, mientras se dirigía a preparar su desayuno. Para su mala suerte significaba que estaría cerca de la rubia quien también maldecía, pero fingía que la ojiverde no estaba, sin embargo dentro de su cuerpo se presenciaba el mismo huracán arrasando cualquier tipo de sentimientos, confusiones y razones que, no se podía concentrar en ninguno de ellos, simplemente estaba en automático.

-Lo que pasa es que tu esposa tiene la certeza que nadie se va a fijar en un hombre con puro músculo y poco cerebro como tú.- Decía Lucy haciendo reír a todos, incluso la rubia sonrió excepto Lena.

-Creo que debería preguntarle a tu esposa que vió en ti.- Ahora era Alex que se unía a Lucy.

-Mi esposa es toda una mujer madura, segura de sí misma, así que cierren el pico.

-Oye Max, si hay algo que quieras decirnos solo parpadea dos veces.- Decía Queen.

El rubio lo fulminó con la mirada.

-Por lo menos yo tengo a quien llevar y que me ayude cuando lo necesite.- Le contestó a Queen quien se hizo el ofendido poniendo una mano en su pecho.

-Mi esposo también está ansioso de ir, se la pasa en la oficina encerrado y viajes estresantes.- Comentaba William sonriendo.

-¿Ven? ¿Ahora por qué no se burlan?- Preguntaba Max.

-Iris creo que irá solo un momento, irá por la comida y de paso colabora.

-Yo quiero colaborar con la comida y no me dejan.- Habló de repente Kara sorprendiendo a todos ya que estaba muy callada desde ayer pero aún así siguieron hablando como si no había pasado nada.

-Si es por mi, te dejo comer lo que quieras Zor-El, yo creo que con eso alcanzaremos la meta.- Decía Lucy haciendo reír a todos.

-Romperíamos récord.- Dijo William riendo.

-Soy más empática, así que lo siento Zor-El, por más que ayudarías mucho prefiero que los demás también disfruten de la comida, no quiero dejarles sin nada.- Decía Sam mientras los demás continuaban riendo.

Entre Llamas 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora