Capítulo 30

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La ojiverde la miraba intensamente, de vez en cuando observaba sus labios luego a sus ojos azules eléctricos que tanto le gustaba.

-Buenos días.- Era Alex alzando la voz antes de entrar a la oficina haciendo Lena enderezarse y que la rubia salga del trance.

-Buenos días.- Saludó Lena algo nerviosa recogiendo las cosas que utilizó para peinar a la rubia.

-Hola Alex.- Dijo levantándose de la silla.

-Oh, ¿peinado nuevo?

-Ya no quería usar la venda ni nada que me apriete la cabeza y la capitana se ofreció a hacerme un peinado.- Alex asentía pero por el bien de su amiga no era bueno que mostraran tanta familiaridad de buenas a primeras a ojos de otros.- Gracias capitana.- Dijo cuando Lena se acercó hacia ellas.

-De nada.

-Me siento aliviada.

-Me alegra escucharlo.

-Kara, vamos a la cocina.- Le dijo Alex llamando su atención ya que ambas mujeres se quedaron viéndose.

-De acuerdo.- La rubia asintió en modo de despedida a Lena y esta hizo lo mismo.

-Dime la verdad Kara... ¿Qué pasa entre ustedes?- Preguntó Alex en voz baja mientras se iban a la cocina.

-No hay nada Alex, solo fue amable.

-Ajá.

Llegaron a la cocina y cuando sus compañeros vieron a la rubia empezaron a silbar en modo de piropos.

-¿Dónde es la fiesta Zor-El?- Preguntó Queen.

-En la casa de tu mamá.

Los hombres rieron y Sam la saludó con abrazo.

-Hola Sam.

-Hola Kara, ¿y ese peinado?

La rubia miró a Alex y viceversa.

-Me mandé hacer ya que estaba harta de la venda y para que no me moleste mi cabello decidí por este peinado ya que la goma no lo puedo usar aún.

-Entiendo, te queda bien.

-Gracias.

-¡Hola a todos!- Los bomberos giraron para ver a la persona que ingresaba a la cocina.

-¡Barry!- Dijo William saludando a su amigo junto con los demás.

-Hola... Kara, ¿Cierto?

-Si, Kara Zor-El.- Le pasó la mano para darse un leve apretón.

-¿Me extrañaron?

-No.- Dijo Lucy terminando de desayunar.

-No le hagas caso.- Le dijo Sam.- ¿Fue niño o niña?

Los chicos le habían pedido a Barry que no les dijera el sexo del bebé para hacer una apuesta así que nadie lo sabe.

-¡Espera! Quedó pendiente la apuesta.- Dijo Max interviniendo.

-Max, ¿tu esposa es narco o qué? ¿Cómo haces para cubrir tus perdidas?- Preguntó Zor-El.

-Mi esposa no lo sabe, ya se los dije.

-¿Entonces?

-Tengo mis ahorros.- Todos lo miraron de manera divertida.- ¡Ay está bien! Me los da mi abuela.- Dijo algo apenado haciendo que los demás rían un poco.

-¿Me das el número de tu abuela?- Preguntó la rubia insinuante.

-Jódete Zor-El, hasta con ancianas te metes, eso es increíble.- Decía Lord fingiendo enojo.

Entre Llamas 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora