Entre Llamas 1ª Parte

Capítulo 10

Como se había dicho antes, si era otra persona quien le preguntase eso no pensaría dos veces en reaccionar para ponerlo en su lugar pero no, aquella pregunta le hizo estremecer todo el cuerpo y ver a la rubia sentada con las piernas ligeramente abiertas mirándola atentamente con un toque desafiante, con las manos cada una en sus rodillas le dió la sensación de que estaba a su merced, que se dejaría llevar por ella sin rechistar y eso sorpresivamente la excitó, pero en estos momentos no quería resistirse, así que no lo pensó más y se acercó lentamente a la rubia para hacerle saber lo que le había preguntado.
No quiso mal interpretar que aquel leve e inaudible sonido fuese un gemido quizás fue la reacción de sorpresa al agarrar su barbilla firmemente y que el siguiente sonido que escapó de su boca fuese la reacción por presionar su pómulo, sin embargo su instinto o tal vez una parte de ella quería que fuese una señal de excitación que le generó al tocarla o por responderla de esa manera. Es que sus ojos azules no dejaban de mirar los suyos en ningún momento, mientras ella trataba de no fijarse en sus labios sino que solo en su pómulo o a sus ojos como lo estaba haciendo en estos momentos.
La ojiverde se preguntaba ¿Cómo podría una persona verse tan sexy y provocativa en todas sus facetas? Porque la rubia había demostrado varias y todas le parecía atractivas.

-¿Y tú Zor-El? ¿Siempre eres así de sumisa?- Se burló la ojiverde pero sin hacer notar nada de diversión en su rostro y menos en su voz.

¿Por qué? Porque la pregunta era seria.

Lena quizás pensó que pasó los límites sin embargo algo en ella se había desatado, algo que estaba mucho tiempo oculto es más, no recordaba la vez que se sintió tan encendida. Podía notar la intensidad con que la miraba la rubia, no era imaginaciones suyas no hacía falta conocer del todo a una persona para saber la manera en que te observa.

-No querrá saber la respuesta.- Respondió casi en susurros que para la mala suerte de la rubia su voz sonó algo ronca, pero su mirada era desafiante como si fuera que le transmite lo que quiere decir sin necesidad de palabras.

-Si no lo quisiera no le estaría preguntando.- Respondió acercándose un centímetro más.

-A usted le gusta dominar porque no ha encontrado a alguien que pueda ponerla de rodillas sin que se arrepienta de hacerlo.- Lena frunció el ceño al escuchar esas palabras porque esta vez si se ofendió, quizás ella siguió el juego pero la rubia se pasó de atrevida insinuando cosas de su vida privada para colmo no contestaba a su pregunta.

Se alejó de la rubia para poder recuperar su postura.

-¿Cómo te atreves a divagar sobre mi vida sexual?- Reclamó ofendida la ojiverde que ya le estaba fulminando con la mirada, ganas no le faltaron para darle una cachetada pero... No podía ser tan hipócrita porque ella había seguido el juego y no había como explicar eso si se desata un escándalo.

-¿Yo? Usted empezó afirmando que soy sumisa y no me he ofendido porque por una parte es la verdad pero también... Me encanta ser quien lleve el control y más cuando se trata de dominar a alguien que está acostumbrada a hacerlo.- Respondió con el mismo tono de voz que utilizó hace minutos atrás.

La ojiverde abrió un poco más los ojos ante las palabras de la rubia, tragó saliva conteniendo su rabia pero a la vez... Su excitación.

A la rubia ya no le importó si su capitana notara su excitación, porque no tenía nada que perder ya que ella siguió el juego y estaba segura que le había provocado tal como Lena lo hizo con ella entonces se puso de pie sin despegar su mirada en la ojiverde, le agradeció y asintió para luego agarrar su bolso que se encontraba sobre la otra silla. La puerta de la entrada de la estación que estaba cerca de la oficina se logró escuchar al abrirse entonces la rubia desvío su mirada para ver a la persona que entraba pero en cuanto a Lena aprovechó para mirar la parte baja de la rubia haciéndole tragar saliva e inevitablemente sonrojarse.