Capítulo 1

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La ciudad Nacional tenía varias estaciones de bomberos en diferentes sitios pero la más destacada era la estación treinta y ocho, dirigida por la capitana Lena Luthor cumpliendo casi un año en su puesto, había reemplazado a una leyenda como fue el ex capitán Jeremiah Danvers, ahora retirado.
Contaba con dos tenientes que era la hija del ex capitán Alex Danvers y William Dey.

-Capitana, ¿puedo pasar?- Era Barry Allen asomado en la puerta de la oficina.

Lena levantó la cabeza y lo miró fijamente, a pesar de que ella fue compañera de su equipo hace tiempo, la castaña siempre fue intimidante de pocas palabras y de una mirada que en ocasiones era mejor esquivarla.

-Adelante.

Barry asintió cerrando la puerta detrás de él.

-Venía a informale que dentro de poco mi esposa tendrá a mi hijo, según el doctor quizás lo tendría antes de lo esperado.

Lena Levantó una ceja y asintió mostrando una media sonrisa.

-Me alegra y gracias por informarme así me da tiempo de hacer la nota para traer a alguien para reemplazarte temporalmente.

-Gracias, capitana.

-Para eso estamos.

El muchacho salió de la oficina haciendo suspirar a Lena. Ella amaba a los niños pero nunca se planteó tener uno ya que amaba su trabajo y sabía lo que implicaba tener uno además su profesión era peligrosa. Siempre fue independiente en tomar sus propias decisiones y vivir su vida, ya que tuvo que hacerlo porque sus padres no estaban de acuerdo en que ella sea bombero, querían que dirigiera la empresa de la familia, no solo eso incluso querían elegirle a un hombre aprobado por ellos para que sea su esposo. Lena ya tenía un novio llamado James que es jefe de policía de ciudad Nacional, a sus padres tampoco les gustaba él como la pareja de su hija según ellos no era digno de estar con su princesa. Los padres de la castaña temían lo que podría pasarle a su hija en su trabajo y no ayudaba que su novio estuviera también en peligro.
A pesar de las buenas intenciones de parte de los mayores eso hizo que por un tiempo Lena se sintiera menos, de que la vieran frágil e inútil para afrontar la vida y eso la castaña nunca lo permitió más cuando decidió que debía encararlos, no ha soportado que la subestimen en todo sentido, por eso en cada parte donde iba siempre daba lo mejor de sí hasta el punto de a veces obsesionarse en algo cosa que era un tema de discusión entre ella y su novio. James siempre ha tratado que Lena no lleve las cosas al extremo porque al final de cuentas lo exagerado es perjudicial.

Después de haber terminado el informe se levantó y se dirigió a la cocina a tomar un café, lo necesitaba ya que habían tenido una urgencia hace unas horas que no le permitió descansar lo suficiente.
Al entrar encontró a su amiga Sam Arias sonriendo viendo su celular.

-¿Es nuevo o es el de siempre?- Lena y la morena habían sido amigas desde que empezaron a estudiar en la academia de bomberos así que con ella podía bajar un poco la guardia y mostrarse más relajada. Tampoco es que era fría con los demás pero no a todos le brindaba confianza así como así, era amable hasta podía quedarse hablando con su equipo pero solo de temas donde a uno le parece que debe decir en frente de los demás.

-¡Oye! Me ofendes.- Decía Sam fingiendo estar dolida por el comentario de su amiga quien en este momento se servía un café y le sostenía la mirada alzando una ceja.- Hasta teniendo ojeras te ves linda y sexy, eres una perra.

Lena soltó una pequeña risa ante el comentario.

-Oh vamos, Sam, no me cambies de tema solo dime de quién se trata. Recuerda que debo darle el visto bueno ya que no quiero que te pase lo mismo como con aquel idiota.

Entre Llamas 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora