Capítulo 14

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-Vamos hacia la ambulancia.- Le dijo Kara mientras la mujer sostenía su brazo y la miraba con preocupación.

-Pero... que...- Era Max tratando de entender lo que acababa de pasar.

-¿Ella es...?- Queen tampoco sabía que decir.

-Sí, es la misma la del bar.- Confirmó William.

Lena quería preguntar, quería saber quién era ella y qué mierda estaba pasando.

-Esperen... Se llama Imra.- Decía Queen.- Y tengo entendido que dijo que estaba...

-Casada.- Terminó Max.

Lena frunció el ceño al escuchar las palabras que dijo Max, retumbaban una y otra vez en su cabeza. ¿Pero cómo se le había escapado ese detalle...?

Claro, nunca revisé su expediente. Decía para si misma.

-Déjenme pensar...- Interrumpió Sam.- Entonces Zor-El está casada y... ¿Le fue infiel a su esposa con Lucy y la rubia?

-Uhhh esa Zor-El se las traía.- Decía Lord riendo.

-No es gracioso Max.- Le dijo Sam.- Tú eres el menos indicado para burlarte.

-Vaya que mal pero no podemos opinar al respecto.- Decía William.

-Estoy molesto porque Zor-El tiene tanta suerte con las mujeres.- Sam le golpeó el hombro a Queen.

Lena aún trataba de reponerse con la noticia, no sabía que es lo que estaba sintiendo era una mezcla de decepción, rabia, sorpresa y más que no podría descifrar. Veía como aquella bella mujer la atendía como toda una profesional quizás sea doctora o enfermera, notó que estaban hablando más bien esa mujer le estaba hablando, Kara simplemente le prestaba atención. Observó como la ojiverde acariciaba de vez en cuando la mejilla de la rubia, se notaba que aquella mujer la amaba.

Al llegar a la ambulancia Kara se sentó de nuevo en el borde, no había necesidad de saber que su esposa la iba a revisar.

-¿Cómo es que estás aquí?- Preguntó la rubia sin sonar grosera.

-Quise aprovechar la tarde libre e ir de compras para hacer tu comida favorita y así poder cenar juntas. Entonces vi aquel humo y supuse que estarías aquí y me preocupé.- Explicaba mientras le tomaba la presión.- Estás bien.- Luego agarró el estetoscopio para verificar la respiración de su mujer quien ya comenzó a inhalar y exhalar.- Me alegra ver que estás bien.- Dijo acariciando su mejilla.- Aún me pregunto como es que puedo sobrellevar este trabajo que tienes, a veces...

-Ya tranquila, te dije que no me va a pasar nada, estoy mejor capacitada para hacer este trabajo.

-Sabes que los accidentes pasan y las personas son afectadas sin importar quién ni si son mejores en algo.

-Lo sé pero tengo menor posibilidad de sufrir uno.

-Recordé que eres terca Zor-El.- Hizo una mueca ocasionando una pequeña risa de la rubia.

A pesar de estar confundida sobre sus sentimientos, Kara quería a su esposa y era cínica al admitirlo ya que le había sido infiel varias veces.

-Así me quieres.- Le dijo la rubia sonriendo.

-No. Así te amo.- Respondió la castaña y se acercó para depositar un suave beso en los labios de su mujer.

-Cariño, ya debo irme.- Decía Kara sosteniendo su mano y depósito un corto beso en él.- Te veré dentro de unas horas.

-Está bien amor, por favor haz el intento de escribirme cuando puedas. Sé que no puedes usar tu teléfono en el trabajo pero trata de hacerlo ¿Si?

La rubia asintió.

Entre Llamas 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora