Capítulo 17

1.6K 108 6
                                    

Kara por fin sintió aquellos suaves y provocativos labios sobre los suyos. Su corazón latía fuertemente, sentía un calor inexplicable en el pecho que la incitó a mover los labios, lo hizo con cuidando como pidiendo permiso o darle la oportunidad que se apartara, rezaba que no fuera el caso. Podía sentir la respiración pesada de Lena pero no sabía cuál era el motivo, entonces al notar que la ojiverde no reaccionaba se fue alejando poco pero manteniendo los ojos cerrados y los abrió solo para mirar hacia el suelo, no se atrevía a mirarla a los ojos.
Pero inesperadamente sintió aquella mano que una vez sostuvo su barbilla firmemente que se encontraba nuevamente en el mismo lugar pero esta vez el agarre fue suave y delicado invitando a que alzara la cabeza, buscó aquellos ojos verdes para perderse en ellos pero estaban entretenidos mirando sus labios.

Lena había explotado mentalmente que no había reaccionado al sentir aquellos tentadores labios de la rubia, no sabía cuál era lo correcto, no sabía si seguir como su corazón le exigía o dejarse llevar por las buenas razones que la invitaban a alejarse. Pero al separarse de los labios de la rubia quien en estos momentos parecía decepcionada, los gritos de razones fueron callados por su corazón quién peleaba por mandar, y lo había logrado ya que en estos momentos Lena volvió a hacer contacto con Kara, esta vez correspondiendo el beso. Para alivio de la ojiverde la rubia la besaba como al principio, lento y delicadamente como si cuidara sus labios, como si fuesen de cristal algo que debía ser apreciado y tratado con gran valor, sobre todo con amor.
No era un beso intenso, no era profundo. Era un beso tierno, de esos que dabas a tu primer gran amor donde no querías ir de prisa sino que lentamente para disfrutar cada tacto.
La rubia acarició nuevamente la mejilla de la ojiverde quien suspiró al sentir su mano. Lena temía por lo que estaba sintiendo pero aquel beso, aquel contacto hacían que se olvidara en ese momento de todo. No recordaba haber sentido algo similar con alguien, había tenido novios y de los pocos que tuvo nadie le hizo sentir de esa manera ni siquiera su ex por quien había llorado bastante, no había punto de comparación por lo que estaba sintiendo.

La rubia sabía que después de esto no sabría como evitaría querer besarla como ahora, la ojiverde le hacía sentir algo que no había experimentado ni siquiera con su esposa, y le sorprende lo que pueda estar sintiendo en tan poco tiempo, ella no era una persona que se enamoraba fácil, de hecho solo se había enamorado una vez y se había casado con esa persona pero todo eso quedaba atrás porque sin casi conocer a la ojiverde sentía que la pertenecía desde siempre, desde antes, incluso en otra vida.

Las dos coincidieron en que debían parar porque al tiempo se detuvieron, sus frentes hacían contacto mientras sus ojos nuevamente se buscaban, ambas no sabían qué decir, no tenían excusas, no sabían que explicaciones dar.

-Creo que tengo el hombro dislocado.

Por una parte agradeció que Kara no dijera nada sobre lo que acababa de pasar.

-Te pondré tu casco y linterna luego vas a rodear mi cuello.

-De acuerdo.

Cuando Lena terminó lo que dijo que haría, levantó con cuidado a Kara quien se quejó del dolor.

-Puedo ponértelo bien.

-¿Has hecho eso antes?- Preguntó la ojiazul sin tratar de ofender.

-Sí, agárrate de la baranda. Si no lo hago no podrás bajar rápidamente y sabes que no voy a dejarte atrás.

-Hazlo rápido el fuego no para.- No pensaba discutir ya que si no le hacía caso arrastraría a Lena a una muerte segura.

Lena se acercó hacia el hombro afectado.

-Por cierto, te dije que no hicieras estupideces y lo hiciste.- Dijo la ojiverde haciendo que la rubia la mirara con el ceño fruncido pero no esperó que Lena actuara poniendo su hombro en su lugar haciéndola gritar.

Entre Llamas 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora