Entre Llamas 1ª Parte

Capítulo 43

De repente Lena encontró el motivo por el cual debía terminar esto de raíz... Sin embargo, su instinto o quizás sus sentimientos sobre Kara, le impulsaba a darle una oportunidad.

¿Qué más perdería?

Era evidente que ya no podía ocultar lo que sentía, tampoco debía engañarse respecto a James, sabía que esa relación no era tan fuerte como quería hacer creer.

-Está bien.- La rubia sonrió y su expresión preocupada cambió a una de ilusión y felicidad.

-¡Gracias!- Dijo algo emocionada. Se acercó para besar a la ojiverde pero esta esquivó aquel contacto haciendo que la rubia frunciera el ceño.- ¿Qué pasa?

-Ya que vamos a empezar a conocernos mejor, no deberíamos tener relaciones aún, ya no somos amantes.

-¿Es en serio? ¿Me estás jodiendo?- Cuestionaba Kara con indignación.

-Hablo en serio.- Decía saliendo del regazo de la rubia dejándola desconcertada.

-Dime que es broma, que te estás vengando por como te traté.- Dijo levantándose para acortar distancia con la ojiverde.- No tiene sentido, tú y yo ya...

-Shh. Ya te dije, no vamos a hacer nada. Punto final.- Lena era conciente que aquello también le afectaba, sería una tortura aguantar el deseo que tenía de estar con Kara sin embargo, era necesario. Quería probar que la rubia hablaba en serio, era conciente que era promiscua, no sabía si era adicta al sexo y si lo era, tendría que probar su lealtad. Si va a dar todo por una persona como Kara debía tener la garantía de que valía la pena dejar todo atrás. Porque Lena sabía que todos en esta vida podemos cambiar ya sea para bien o para mal, así que impulsada por sus sentimientos y por esa creencia le estaba dando el beneficio de la duda.

Kara por su parte lloraba por dentro, tenía tantas ganas de estar con la ojiverde sin embargo iba a respetar su decisión. Ya han dado el primer paso, debía tener en cuenta que estaba siendo correspondida y eso debía valorarlo, por lo menos sabía que Lena también la desea de ambas maneras.

-De acuerdo.- Respondió suspirando mientras miraba al suelo.

Lena sonrió de lado y sostuvo la mejilla de la ojiazul para que la mirase.

-Que no tengamos relaciones no significa que tampoco deberíamos besarnos.- Estaba jugando con fuego. Era conciente que aquello le podía hacer flaquear ante su decisión pero era humana, ella quería a Kara, la deseaba y por lo menos se daría el gusto de besarla aunque eso implicara aumentar las ganas de ambas.

-¿En serio?- Kara abrió un poco más los ojos por estar algo sorprendida ya que también sabía lo que podía provocar un beso.

-Si, pero no vamos a abusar.- Le advirtió.

-Bueno, creo que será inútil que pida algo más, pero lo entiendo.- Decía resignada pero no iba a protestar porque no quería que Lena se arrepintiera de darle la oportunidad de besarla y de que intentaran algo más que solo ser amantes.

Lena quería reír pero a la vez sentía pena, el puchero que quizás inconscientemente hacía la rubia le parecía tierno y entendió perfectamente a Sam al reaccionar e ir a abrazar a la rubia después de verla así. Pero a diferencia de la castaña ella podía apaciguar de manera diferente a Kara. Tomó ambas mejillas de la rubia y se acercó para depositar un tierno beso en sus labios, quedándose así por unos segundos donde fue suficiente para provocar las reacciones en sus cuerpos, pero no específicamente de deseo, sino que algo más intenso y puro. Ahora que ambas aceptaron lo que sentían podían dejarse llevar por miles de sensaciones, como los fuertes latidos de sus corazones, la corriente que recorrían todo su cuerpo generando cosquilleos, la falta de aire que producía tanto caos por dentro y la increíble felicidad que se transformaba en paz.