Capítulo 51

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Lena sintió todo tipo de sentimientos sinónimo a miedo, pero lo que tenía en claro era que no quería perder la amistad de Sam.

- Lena espera...- Kara la detuvo del brazo.- No te escuchará y si vas puede que reaccione de mala manera ocasionando un escándalo.

- Suéltame...- La miró con una expresión de súplica.

- ¿Qué rayos le pasó a...?- La pregunta de Alex fue interrumpida al ver a Kara y Lena con una expresión preocupada y la ojiverde a punto de llorar.- Carajo. Ustedes quédense aquí, no es bueno que vaya capitana.- Kara le agradeció con gestos mientras veía como su amiga fue detrás de la castaña.

- Mi amor...- Susurró Kara abrazando a Lena por detrás para detenerla.

- Suéltame Kara, debo aclarar las cosas con ella...

- Lo sé, pero deja que lo asimile. Alex nos ayudará con eso, tratará de calmarla para que tú hables con ella.- La rubia pudo ponerse en frente de Lena para que la mirara y así tratar de calmarla.- Mi amor, Sam te ama, y a pesar de que eso significa que su rabia sea más grande, ella analizará las cosas y en algún momento va a darte la oportunidad de explicarle. Sabemos que necesitará tiempo, así que no la presiones.

- Me va a odiar.- Su voz se quebró a igual que unas lágrimas caían sobre su mejilla. Era la segunda vez que la veía de ese modo y lo odiaba con todo su ser.

- Tranquila mi vida, todo estará bien.- La abrazó nuevamente y esta vez si fue correspondida, le dejó suaves besos en la cabeza.

Kara trataba de tranquilizar a su novia antes que llegaran los demás, mientras Alex estaba en las mismas.

- Sam, no es exactamente como crees que pasaron las cosas.- Ambas estaban atrás de la estación, en el patio trasero lejos de todo.

- O sea que tú lo sabías.- Su tono era molesto y se notaba la decepción en su mirada.- Claro, eres amiga de Zor-El. Y aún no entiendo porqué Lena me tuvo que ocultar la verdad.- Exclamó exasperante moviéndose de un lado para otro.

- Para nadie es un secreto que Kara te gusta.- Trató de no sonar dolida ni que pueda interpretarse como un reclamo.

Sam la miró fijamente deteniendo sus pasos, su respiración era agitada a causa de la impresión y confusión. En este momento no tenía la mente clara para decirle a Alex como ocurrieron las cosas y que sus sentimientos estaban en conflicto a pesar que ya aceptó que ella le gustaba.

- Aún así ella se metió con Zor-El. No sé que me duele más, si sabiendo que me atraía se acostó con ella o que no tenga el valor de decirme en mi puta cara que se enamoró de la persona que me traía confundida así de paso aclaraba mis dudas. Me siento una tonta, simplemente no la entiendo, sé que en los sentimientos no se mandan pero debió decírmelo. ¿Qué iba a pasar si realmente me enamoraba de Kara y estaba dispuesta a compartirla con su esposa? ¿Dónde quedó los putos años de amistad entre nosotras?

Alex hizo una mueca y sentía una punzada en el pecho por las palabras de la castaña.

- Te entiendo, tienes derecho a enojarte, yo estaría igual o peor. Pero aunque parezca mucho lo que voy a pedirte, deberías calmarte para que puedan hablarlo, si no quieres hoy, ni mañana, está bien, solo tómate tu tiempo pero no descartes en hablar con Lena.

- ¿Por qué ahora sí quiere hablar? ¿Ah? ¿Porque la descubrí? Ella jamás iba a decírmelo.

- Eso no lo sabes, además es algo que no se puede ocultar por mucho tiempo, tarde o temprano te lo iba a decir, además no es fácil confesar aquello, quizás ella también se tomó su tiempo en analizarlo.

Entre Llamas 1ª ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora