Bad Romance; Hawks x OC x Dabi

XII

“Ya voy en camino. No tardo”.

Fue el mensaje que le envié a Shoto antes de salir.
Me sentía emocionada pero, también, abrumada. Veré de nuevo a Rei, la mamá de Touya. Aquella mujer que, si las cosas hubieran salido bien, hubiera sido mi suegra.

Quizá, después de su visita, tome un rumbo diferente en mi vida.

Le dé un final digno a este sentimiento para comenzar a trabajar en mi misma. Lamentarme por la muerte de Touya me ha traído tantos males. Si él estuviera en mi lugar, estoy segura que habría salido adelante en lugar de culparse a si mismo.

Al llegar a su casa, él ya estaba afuera mirando su celular.

— ¿Listo? — pregunté, alborotando su cabello.

— Sí.

— Vámonos entonces.

Durante el camino nos fuimos en silencio. Desgraciadamente no tengo dinero para un auto, así que tuvimos que irnos caminando. En el camino, las personas me saludaban con bastante emoción, cuando veían a Shoto, lo elogiaban por su desempeño en el festival de hace un par de semanas.

— Le pedí a alguien más que nos acompañara — lo miré con atención —. Es Midoriya, ¿Está bien?

— Claro — sonreí —. Está bien.

— Saori.

— ¿Mmh?

— ¿Hawks te gusta?

Suspiré profundamente. Responder su pregunta, para mi, significaría traición hacia él. Yo estaba enamorada de su hermano, y decirle que actualmente tengo un sentimiento, que aún no sé definir, hacia Hawks, es demostrar que no lo quería como ellos piensan.

— ¿Por qué me preguntas eso?

— Es que cuando Fuyumi lo mencionó, te sonrojaste y más aún cuando contó lo que había dicho por televisión — bajé la cabeza, apenada —. Yo no le veo mal que te guste Hawks.

— ¿Huh?

— Sí, quisiste a mi hermano pero... Él ya no está, desgraciadamente. Tú mereces hacer tu vida como quieras. Lo de ustedes era un gran cariño que se tenían que pasó a ser sentimientos más grandes. Si te gusta Hawks y él también te corresponde, qué mejor. Yo estaría contento en verte feliz con alguien que de verdad te quiere.

Suspiré. Reí para disminuir mis ganas de llorar. Lo abracé de los hombros para después darle un pequeño beso en la cabeza. Adoro a este chico. Daría lo que fuera por protegerlo y ayudarlo a crecer en su entrenamiento.

Pasamos a la casa de Midoriya, quien muy contento, me recibió con una amplia sonrisa. Yo me quedé detrás de ellos mientras iban en su platica. Me sorprende lo bien que se han llevado desde el festival deportivo. Estoy contenta por eso. Tengo fe en que serán una linda amistad.

Al llegar al hospital, después de pedir permiso para pasar a verla, nos indicaron en dónde se encontraba su habitación y cuál era exactamente.
Conforme iba caminando, mis pasos eran inestables; otras veces llegaba a tambalear, otras a tropezar con mis mismos pies, una última comencé a temblar.
¿Por qué tengo miedo de llegar a su habitación? ¿Por qué tengo miedo de verla si ella se portó tan bien conmigo? ¿Por qué?

Shoto y yo éramos los más nerviosos. Él por ver a su madre después de esa cicatriz que le hizo en el rostro, y yo pie ver a la madre del chico que me enamoré. Comparando las perspectivas, la de él es mucho peor que la mía y aún así quiso venir a verla.

— Pasa tú — le dije —. Nosotros pasaremos después.

— Vamos, todo saldrá bien — alentó Izuku. Shoto suspiró y asintió.