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Mi mirada estaba fija en algún punto de la habitación. Los recuerdos llegaron a mi cabeza como si de una película se tratase, todo lo notaba claramente incluso, las emociones y sensaciones de esos días, de nueva cuenta aparecieron en mi ser.

¿Por qué me está ocurriendo esto?

De manera inmediata, me levanté de la cama para salir a la pequeña terraza que tenía mi departamento. Aún no tengo el dinero suficiente para comprar una casa, aunque, no creo que sea necesario.

Abrí la puerta sintiendo el aire frío de la noche golpear mi cuerpo con ligereza. Me senté en el suelo, con la espalda recargada en el barandal y las piernas juntas a mi pecho.

Desde que me encontré con ese sujeto me he sentido de esta manera. ¿Por qué razón? No lo sé. No tengo idea, pero lo único que sé es que no dejo de sentirme mal. Respiré profundamente para aquietar mi mente.

Inhalé. Exhalé. El aire entraba y salía de mis pulmones de manera lenta provocando que mis músculos se relajaran poco a poco.

Cuando me encontraba en el mejor momento de mi ejercicio, doy un salto gracias a la melodía proveniente de mi celular. Suspiré. Son las dos de la mañana, ¿Quién está marcando a esta hora?

Me dirigí a mi habitación de nueva cuenta para tomar el dispositivo y contestar.

— ¿Hola?

Silencio.

— ¿Hola?

Nuevamente, silencio. Es una broma, ¿No?

— ¿Hola?

Parece que estoy hablando con la pared. No me responde nadie, no se escucha nada, ni siquiera la respiración de la persona de la otra línea.
Cuando estaba a punto de colgar, escucho una voz.

— Hola.

— ¿Quién habla?

Pregunté irritada.

— ¿No me recuerdas?

— No. ¿Quién habla? Y más vale que responda de una buena vez.

— ¿Tan rápido te olvidaste de mí... Roquita?

No. Esto es una broma. Una jodida broma. No. Es un sueño. Esto no puede estar pasando.

— ¿Qué...? Es... Ahmm...

— Veo que llame en un mal momento.

— ¡No, espera, no cuelgues!

Rió. Tiene una risa llena de alegría y un poco de cansancio, pero no deja de sonar contento.

— Sé que estuvo mal haberte llamado a esta hora, pero... Yo... Tenía un presentimiento.

— ¿Presentimiento de qué?

— Un presentimiento... Te sentías mal, ¿Verdad?

— No.

Sí.

— No eres buena mintiendo.

— Ni siquiera me estás viendo, ¿A qué se debe esa deducción?

Bad Romance; Hawks x OC x DabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora