XVIII

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Me encuentro corriendo a todo lo que dan mis piernas, huyendo del fuego y cubriendo mi nariz y boca del humo.

Me siento mareada. Las piernas me duelen. Los pulmones me arden y exigen oxígeno, el cual, no hay en el ambiente.

Mientras más corro, más me doy cuenta que no hay salida y he estado corriendo en círculos. Todo se consume a su paso, hasta que abro los ojos de golpe y me siento en la cama.

— Aquí estoy, aquí estoy — dijo Hawks, tomando mi mano y acariciando mi antebrazo —. Tranquila.

Tenía la respiración acelerada, mi ritmo cardíaco subió de golpe y lo siento retumbar en la cabeza.

— ¿C-Cuán...? — tomé una bocanada de aire — ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

— 5 minutos — respondió —. No me iba a ir hasta ver que estuvieras durmiendo bien.

Miré mis manos. La izquierda estaba siendo tomada por él, la derecha estaba temblando.
Nuevamente inhalé aire, lo más profundo que pude para así, calmar los temblores.

— ¿Una pesadilla? — asentí.

— ¿Shota ya no te dijo nada? — pregunté con la intención de olvidar el mal rato, rió.

— Sí, me dijo que me fuera y que te dejara dormir — negué sonriente —. Le dije que me iba a quedar contigo hasta que te vea durmiendo tranquilamente.

— ¿Y qué sucedió?

— Me quería sacar a la fuerza pero Present Mic lo detuvo. Gracias a él es que estoy aquí.

Asentí. Aún lleva sus gafas. Me dio curiosidad verlo sin ellas, jamás he tenido esa oportunidad, ni siquiera en las noticias.

— ¿Pasa algo? — preguntó, porque me quedé callada quien sabe cuánto tiempo.

— ¿Puedo verte sin tus gafas? — pregunté con algo de temor. Sonrió y asintió. Se las retiró, así tengo más oportunidad de ver el verdadero brillo de sus ojos.

Me sonrojé. Lo sé porque siento las mejillas calientes y él liberó una pequeña carcajada.

— ¡Pero si sonrojada te ves aún más hermosa!

— ¡Ay! ¡No ayudas con tu comentario!

Siguió riendo. También yo comencé a reír hasta que nuestras risas se hicieron una. La puerta se abrió dejando ver a Shota, quien estaba un poco molesto. Sólo eso provocó que guardaramos silencio.

— ¿Que no estabas dormida? — preguntó.

— Tuve una pesadilla y desperté — contesté —. Hawks me ayudó a calmarme.

— Ya veo. Pero es hora de que se vaya.

— P...

— Mi casa. Mis reglas. Vete.

Suspiré. Hawks, antes de ponerse de pie, besó mi mejilla. Cuando le mandé la mirada, mandó su vista a la ventana.

— Hasta luego, preciosa. Espero verte pronto.

— Cuídate, Hawks — dije sonriendo.

— Nos vemos luego, Shota.

—  Eraser Head para ti, mocoso.

Salió de la habitación. Esperamos algunos segundos para después escuchar que la puerta de la casa se cerró. Ya se ha ido.

— Ya duérmete.

— Buenas noches, Shota — dije.

— Ajá.

Cerró la puerta. Suspiré. La luz de la Luna, la que entraba por la ventana, se vio obstaculizada por un ente con alas. Ya sabía quién era. Esperé pocos segundos para ver si Shota no regresaba. Al ver que no, inmediatamente abrí la ventana para que pudiera entrar.

Bad Romance; Hawks x OC x DabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora