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De nuevo se encontraban aquí esos sujetos. Me sorprende que el día se haya terminado tan pronto, siento que no disfruté del tiempo con Hawks. O, quizá, lo disfruté bastante que por eso sentí que todo pasó tan rápido.
Quiero suponer que ya se imaginarán mi respuesta gracias a su expresiones nerviosas. Es eso o que Shota los mira fulminante.
— Yagami Saori — habló la mujer — ¿Qué has decidido?
Miré a Hawks.
«— Linda, escucha. Si no te sientes cómoda al aceptar, no te preocupes. No te están obligando a ir.
— Quisiera pasar más tiempo contigo, Hawks.
— Y yo quisiera que pensaras en ti. Créeme que a mi también me gustaría que estemos todo el día juntos pero, no así, no forzando tu presencia en un sitio que jamás te ha agradado. Así que, independientemente de la decisión que tomes, te voy a apoyar».
— Les agradezco su espera y haberme tomado en cuenta para unirme a su equipo de trabajo. Sin embargo, me encuentro indispuesta poder aceptarlo — respondí —. Mi labor como profesora de la UA no se puede quedar así como así. Gracias, pero no, gracias.
Suspiraron con pesadez. Nuevamente me miraron con algo de esperanza, esperando a que cambie de decisión pero, al no recibir otra respuesta, asintieron.
— Comprendemos — dijeron —. Lamentamos mucho haber venido a interrumpir.
— No tienen de qué preocuparse — respondí. Se levantaron del sofá, listos para irse.
— Bien. Bueno. Agradecemos infinitamente que nos hayan recibido — asentí —. Hawks, no tardes.
— Entendido — dijo sonriente. El par de traje salieron de la casa en dirección a un auto oscuro —. Espero verte pronto — tomó mis mejillas y sonreí.
— Espero lo mismo — respondí —. Cuídate, Hawks.
— Tú también, roquita — besó mi frente y después mis labios, siendo delicado. El beso no continuó más tiempo porque alguien carraspeó su garganta. Ya sé quién fue, no es un misterio. Nos separamos, antes de salir por la puerta, sonrió y besó mi frente —. Te quiero.
— Yo más — respondí. Ensanchó su sonrisa y después miró a mis hermanos.
— Hasta luego, Present Mic, EraserHead.
— ¡Hasta luego, Hawks! — exclamó Hizashi con júbilo. Dio leves palmadas a mi cabeza y se fue, cerrando la puerta a sus espaldas.
Esperé pocos segundos para que se fueran. Escuché el motor del auto encenderse para después partir camino a la Comisión.
— Hizashi — dije, él me miró con atención — ¿Podrías ayudarme con lo que te pedí ayer?
— ¡Of course, darling! ¡Vamos ahora! — exclamó. Corrió hacia mi y sujetó mi mano para salir corriendo de la casa. Ninguno de los dos se despidió de Shota. Hizashi porque lo olvidó gracias a la emoción y yo porque no le he dirigido la palabra desde que llegué en la mañana a la casa — ¡Cuenta, cuenta!
