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¿Era idea mía o él parecía haber ganado de nuevo?
Caminé rápido para alcanzarlo, lo tomé de la mano obligándolo a detenerse y darme la cara. No me gustaba parecer una enana frente a él, pero no podía hacer nada. Su actitud me orillaba a actuar como una malcriada y eso estaba cansándome, debía frenar.
—Basta —pedí sinceramente, soltándolo y tomando una distancia más cómoda para ambos —no te he hecho nada, y tú realmente tampoco a mí. Dejemos las cosas por la paz a partir de ahora, ¿SÍ?
Me miró de pie a cabeza con esos ojos brillantes que parecían estar juzgándome siempre.
—Vamos a convivir mucho ahora que te tengo en mi casa, así que está bien —aceptó.
Sonreí orgullosa de haber conseguido un tratado de paz, sin poder ocultar ni un poco la alegría. Pensaba que eso sería el fin de los dramas, que volvería a tener una vida simple y tranquila.
—Adiós —dijo simplemente alejándose a pasos despreocupados, pero como íbamos en la misma dirección prácticamente lo seguí a las instalaciones hasta que nos perdimos entre el resto de los estudiantes.
Cuando llegué con mis amigos pudieron notar que algo me pasaba, yo era muy trasparente y ellos bastante curiosos. Les conté los detalles y después de terminar por completo las clases Duda se ofreció a llevarme a la mansión Jhops.
— ¿Qué te parece si salimos en la noche? —me preguntó mientras conducía, mirándome más a mí que al camino.
—No lo sé, mañana debo trabajar y soy bastante nueva.
— ¡Por dios! —Me interrumpió —tenemos demasiado sin salir juntas a ninguna parte, y de verdad lo entiendo, pero por favor, solo hoy.
Sonreí divertida ante su exageración, no teníamos mucho tiempo sin salir, ella y yo casi siempre estábamos juntas.
—Duda, no quiero parecer un cadáver mañana.
—Siempre pareces un cadáver.
—Oh, gracias. Eso me hace sentir mucho mejor.
Nos reímos, ya llegando a la mansión. Paro frente a la entrada y se tomó el momento de mirarme con ojitos de corderito. Una manipuladora nata. Sinceramente no sabía cómo era posible que un ser como ella se pudiera ver tan adorable, pero lo era, y sabía sacarle provecho.
—Vamos, no seas mala conmigo —rogó suavemente, tomando mis manos entre las suyas —prometo portarme bien, no dejarte sola y cuidar de no beber demasiado para conducir de nuevo a casa.
Suspiré y ella saltó emocionada, sabía que me tenía. Yo no podía decirle que no, era una de las maldiciones de tenerla como mejor amiga.
—Pero mañana me llevaras y buscaras del trabajo también —exigí.
Ella solo asintió aún muy emocionada. Me incliné para darle un beso en la mejilla como despedida y salí del auto.
— ¿Significa que vendrás a buscarme? —pregunté inclinándome contra el auto.
—Obviamente. Tengo que llevarte a casa para que te pongas sexy.
—Avísale a Jacob.
Hizo una mueca.
—Mejor noche de chicas —se negó logrando que rodara la mirada.
—Como quieras, ven por mí puntual o me arrepentiré.
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Mírame De Nuevo +21
RomanceEva Decker no conoce la verdadera historia de su pasado. Toda su vida creyó ciegamente en su abuela, y por falta de dinero termina trabajando en la casa de la única persona capaz de responder cada una de las incógnitas que sus sueños le presentan...