No podía mentir, la estábamos pasando de maravilla, era divertido, aunque agotador. llegó un punto en que nadie tenía tiempo para descansar, lo máximo que podíamos hacer era turnarnos la caja, para así reposar un poco. Era muy consciente de la presencia de Dave, lo buscaba con la mirada seguido y me perdía observando su cuerpo húmedo mientras lavada autos. Y no era la única, nuestras miradas se encontraban frecuentemente y yo trataba de fingir que era solo coincidencia.
Pasaron cosas muy raras y otras algo tensas, como el hecho de que Pierce apareciera y pagara para que Duda lavara su auto, no importaba con qué intención lo había hecho, Duda estaba muy molesta y la creí capaz de rallar el auto en cualquier momento. También fue muy divertido cuando Gray y Jacob terminaron lavando un auto de unos chicos que se comportaron como idiotas, y cuando Barbara se resbaló en la grama cayendo graciosamente al suelo. Poco a poco mientras se hacía más tarde, los agotados iban renunciando tirándose a la grama y aferrándose al cartel improvisado que ya había sido derrotado por el agua. No tardé mucho en unirme a mis amigos, mientras Nicol se encargaba de cobrarle a los últimos clientes y despachar a los que seguían en la cola.
— ¿Ya nos hicimos ricos? —preguntó Gray agotado.
Él estaba completamente acostado en el suelo, su cabeza reposando sobre los muslos de Jacob y sus piernas sobre las de Dave.
—No sé tú, pero yo siempre he sido rico —contestó Jacob y Dave se río mientras el rubio rodó la mirada.
—Siento que debo dormir una semana entera —intervine, ganándome el asentimiento de todos.
—Fue divertido —susurró Dave mirándome.
Me había sentado junto a él apropósito, pero tenerlo tan cerca no era del todo una buena idea, no podría esconder mis sonrojos. Dave estaba inclinado hacia atrás, con las manos reposando en el suelo y eso hacía que los músculos de sus brazos se marcaran.
—Tengo la teoría de que vinieron personas que ni siquiera estudian en nuestra universidad —susurré suavemente, acercándome para decirlo, como si fuera un secreto importantísimo.
—Eso explicaría la cantidad abrumadora de gente desconocida —me siguió el juego, en el mismo tono.
— ¿A poco conoces a todos los estudiantes?
—Soy bueno recordando rostros.
Sonreí.
— ¿Eso debería ser un talento aparte?
—Quizás lo sea —ambos negamos divertidos.
La conversación no tenía nada de sentido, pero era cómoda, y entretenida.
—Algún día pintaré tu bonito rostro.
Me había sonrojado al máximo, pero no intenté cubrirlo, me quedé sorprendida mirándolo fijamente. Era como si solo fuéramos él y yo, nuestros amigos estaban entretenidos en su propia conversación y Dave solo me miraba a mí.
— ¿Me pintarías?
—Me gusta pintar las cosas hermosas que tengo la suerte de ver.
Asintió, y si era posible calentar mi rostro más, y alborotar otro poco mi corazón, él lo había conseguido.
Su sonrisa se llenó de orgullo y dejó de mirarme para evitar intimidarme, yo me llevé las manos al rostro, para calmar el calor.
—Hemos terminado —anunció Nicol acercándose a nosotros.
Se había puesto una sudadera de Jacob por el frio, ya prácticamente era de noche. Todos celebramos, aunque había sido divertido nadie quería lavar un auto más.
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Mírame De Nuevo +21
Любовные романыEva Decker no conoce la verdadera historia de su pasado. Toda su vida creyó ciegamente en su abuela, y por falta de dinero termina trabajando en la casa de la única persona capaz de responder cada una de las incógnitas que sus sueños le presentan...