Escondida entre las Sombras.

Capítulo 9: ¿Nos conocemos?

Narrador Omnisciente:

La joven yacía sobre la cama, estaba cubierta por una frazada y no parecía siquiera estar respirando de no ser por un leve movimiento de ascenso y descenso de su cuerpo. El creador de Sueños o Sandman que había estado despierto todo el tiempo que Anna dormía, cabeceaba ligeramente con una galleta sin morder entre sus dedos, Dos yetis escoltaban afuera la puerta y nadie más que Sandy había permanecido allí.

Narra Anna:

Abrí lentamente los ojos, no recordaba exactamente donde estaba, pero tampoco me importaba, había dormido tan bien que con los ojos entrecerrados y escondiéndome bajo las frazadas me estire como un gato alargando cada fibra de mi ser, de a poco fui abriendo los ojos y observando el paisaje. Por la ventana entraba mucha luz, pero pude ver nieve. De a poco me fui destapando y sentándome sobre la cama. Fue ahí cuando lo vi, de pie, flotando a unos centímetro del suelo y con la cabeza doblada hacia delante.

Tapé mi boca para no emitir sonidos, realmente me había asustado cuando lo había visto la primera vez, supongo que me asuste más la verlos a todos ahí mirándome. Aquí entre nos, detesto que me miren en publico, si me la tengo que bancar me la banco pero tengo mis limites.

Así que, después de pasado el susto o la sorpresa de verlo ahí ne quede completamente embobada mirándolo. No se si me sorprendía más su pequeña contextura o que parecía hecho de arena tan dorada que parecía irreal.

No me di cuenta que me había levantado de mi cama hasta que vi la punta de mis dedos a pocos centímetro del cabello arenoso del Guardián (creo que se llamaban así a ellos mismos). Pude ver como cada uno de sus cabellos brillaban tentándome a tocarlos....y cedí.

Al segundo sentí la suavidad de las arenas más finas que jamás había sentido en mi vida, ni siquiera sentía el tacto del granito, solo era suave; y al otro segundo el dueño de ese cabello me miro entre sorprendido y extrañado con la ceja levantada y mi mano sobre su cabeza.

Me aleje de un salto.

Anna- Perdón. -dije con las manos en alto. No contesto nada, capaz que buscaba más justificación mía.- Verás...yo no estoy acostumbrada a ver este tipo de ........ seres -no sabía muy bien como definir a los guardianes- .....y me apeteció ver si.......¿de verdad estas hecho de arena? -le pregunte agachándome a su altura para ver de más cerca el aspecto que tenía todo su cuerpo.

El sujeto asintió y sonrió extendiendo su mano hacia mi, no entendí muy bien lo que quería que hiciera hasta que sobre su cabeza dibujo dos manos agarradas. Lo mire a él más impactada por lo de su cabeza así que con su otra mano agarró la mis y me dejo sentir su textura física.......su piel no era tan suave como sus cabellos pero tampoco se sentía como la rugosidad de una roca.

Entrelazando sus dedos de arena dorada con los míos hable.

- Guau -dije susurrando- Realmente sos increíble.

Él me sonrió agradecido y me soltó. Mientras se iba empezó a dibujar un montón de formas sobre su cabeza que duraban dos o tres segundos y desaparecían estallando y formando otro. Creo que al ver que no lo seguí me vio la cara de idiota que traía.

- Lo siento, no entendí nada de lo que hiciste sobre tu cabecita ¿podes hacerlo más lento?

Volvió a reír con una flecha sobre su cabeza indico que lo siguiera, al salir vi a dos especie de perezosos gigantes y grandes, que digo grandes, enormes. Cuando me saludaron con un movimiento de mano me sentí más tranquila aunque todavía no terminaba de creérmelo.

Sandy me llevo por un pasillo y me llevo a una habitación más grande, por el escritorio y la cantidad de cosas que tenía la mesa supuse que sería un despacho, pero Sandy me distrajo tirando de la manga de mi campera y señalándome sobre una mesita más pequeña cerca de una hoguera un plato con bizcochos dulces de variadas formas, tamaños y colores junto a un vaso de leche que parecía por el vapor que emanaba que estaba calentita, "justo lo que necesitaba" pensé mientras un gruñido ahogado de mi estómago me delataba.