Escondida entre las Sombras.

Capitulo 33: Effis, La Luminosa.

Nota Autor:

Las palabras inclinadas serán los recuerdos de Effis.

Las palabras sin inclinación serán las frases/pensamientos de los personajes que observan los recuerdos.

Narrador Omnisciente:

Con ese susurro la imagen desapareció dejando ver a una Effis mayor, de unos 10 años aproximadamente, el tiempo había pasado y se veía que ella ayudaba en los quehaceres domésticos donde vivía con Érebo y su maestro; un anciano que se dedicaba a la filosofía.

Ella había estado sola en la precaria vivienda de piedra hasta que el anciano maestro entro en la habitación donde la niña calentaba agua.

Maestro- No puedo creer que esos políticos sean tan estúpidos. -dijo atravesando la habitación y tirándose en la alfombra que utilizaban como asientos.

Detrás de él entraba Érebo, más sombrío de lo normal y con un brillo maligno en los ojos.

Bunny- Realmente no perdió mucho de su esencia al convertirse en espíritu. -lo había dicho sarcásticamente aunque también podía tomárselo como un cumplido.

Onoka- En esa época eran pocos los que recordarían la cara o esencia de un espíritu.

Effis- ¿Qué ha sucedido? -pregunto la niña preparando una infusión para ambos hombres que yacían sentados y de mal humor sobre la alfombra.

Maestro- Que esos estúpidos e incoherentes seres son impulsivos y poco racionales. -se quejó el maestro recibiendo un cuenco con la infusión de parte de la niña.

Cuando Effis volvió para tomar el cuenco que sería para Érebo chillo al ver una araña negra en el suelo. Pasó rápido delante de ella y desapareció, pero aun así la niña se quedó un par de segundos asustada antes de retomar su camino hacia el cuenco y luego hacia Érebo. Se lo tendió y mientras éste lo agarraba la niña miro un par de veces hacia atrás buscando al arácnido.

Érebo- No sabía que te asustaran las arañas -dijo con una sonrisa malévola en el rostro.

Effis- No me asustan las arañas... Es solo que me sorprendió verla tan de golpe. -se defendió dándole la espalda por el enfado. Reacción a la que Érebo y su maestro rieron.

Effis- No es divertido -volvió a decir más enfadada- Ya se van a asustar ustedes y voy a reírme mucho.

Maestro- No nos reímos porque sea divertido que te hayas asustado. Lo divertido es tu incapacidad de asimilación por el susto.

La niña los miraba aún más furiosa.

Kuro- No puedo imaginarme lo mucho que le habrá incordiado a esta chica vivir con un filósofo y su aprendiz.

Nagisa- Desquiciante.

Érebo- No te enojes, siempre que te asustas te enojas.

Effis- Si no se burlaran de mí y no me trataran como una tonta no me enfadaría.

Érebo- No te tratamos como tonta, tener miedo no es malo; es más bueno de lo que crees.

La niña lo miraba inquisitiva mientras volvía a llenar el cuenco de Érebo y su maestro; quien evaluaría el razonamiento de su pupilo extasiado.

Érebo- Te explico, desde tiempo inmemoriales el miedo o susto por algún tipo de sorpresa ha sido la primera arma del ser humano, incluso de los animales, y si se quiere un arma de doble filo.