Escondida entre las Sombras.

Capítulo 25: Memoria.

Narrador Omnisciente:

Se despertó cuando una de sus sombras le dio una señal. Supo que Anna descansaba a su lado, pero se sorprendió de saber que tanto Selene como Tooth estaban dibujando algo en la terraza de la tienda de la bruja. Eso le informo su sombra.

Se levantó de mala gana mientras se dirigía a algún oscuro y aparecía a los segundos en la terraza, justo en la puerta de acceso que emitía sombras danzantes gracias a las antorchas que había en cada esquina del dibujo circular del suelo.

No vio a ningún otro guardián, solo estaban Tooth y Selene. Tampoco estaba Kuro, por eso envió a la sombra a averiguar done estaba; no era el mejor momento para separarse.

Sombra- ¿Qué hacen? –pregunto emergiendo de la oscuridad, hasta ese momento no se habían percatado que él estaba ahí.

Selene fue la primera en reaccionar después del segundo de sorpresa.

Selene- Se nos ocurrió una gran idea –dijo, mientras Tooth parecía recuperar el aire en su cuerpo.

Sombras las miro a ambas con una ceja levantada.

Tooth- Podemos hacer un conjuro combinando nuestras habilidades para ayudar a Anna a salir de ese estado –dijo más exaltada a cada palabra y dando vueltas hiperactivamente en el aire.

Sombra- ¿Qué? –incrédulo.

Selene- Tooth es guardiana de los recuerdos, y yo soy una bruja que conoce conjuros de eras muy lejanas; hicimos un conjuro nuevo, tal vez podamos despertar a Anna... a Kuro se le ocurrió.

Tooth- Y Norte nos ayudó, dijo que hace un par de siglos, la amatista era codiciada porque según leyendas, podía contener recuerdos. –dijo gritando de alegría mientras seguía con sus minihadas dibujando símbolos en toda la extensión interna de la circunferencia.

Sombra solo miraba ausente, dudaba que Anna tuviera algo que ver, pero también dudaba que no funcionara por esa extraña visión que había tenido de Anna. Solo se quedó en silencio, y debido a eso ambas dejaron de hacer esos extraños diseños y lo miraron, Tooth miro a Selene y se fue junto a sus minihadas dejándolos a ambos solos. Su parte estaba terminada, ahora necesitaría buscar elementos en su palacio de hadas.

Selene- Sombra...

Éste la miro como si se hubiera olvidado que ella estaba allí.

Selene- ¿Estas bien?

Sombra- Sí...hagan lo que quieran. –dijo antes de desaparecer dejando a Selene completamente sorprendida e impactada por la respuesta de este.

Esta vez, Sombra no volvió a aparecer en la sala donde Anna descansaba, sino que transporte a un bosque muy conocido por él. En un pequeño espacio donde se filtraba la luz del sol, se acomodó mirando al viento azotando las hojas de los árboles.

XXX- ¿Paso algo?

Sombra- ¿Por qué tiene que pasar siempre algo para que este aca, Kuro?

Kuro- No sé –dijo él desde una rama de algún árbol próximo- Normalmente no venís aca, menos de día.

Sombra- ¿A vos se te ocurrió la idea de ese hechizo?

Kuro- Asique, sí que pasaba algo. –dijo riendo ligeramente mientras, de un salto se situaba en frente de Sombra.

Sombra- Dedicate a contestar la pregunta, los dos sabemos que no sos muy bueno tratando de adivinar que hay en mi cabeza.

Volvió a reír, pero esta vez con un tono de amargura. Sombra era Sombra y no cambiaría.