Capítulo 12: Amatista

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"Sombra" dijo una serpenteante oscuridad dentro de mi cabeza.

Fue lo último que me quedo dando vueltas en la cabeza. La frenada que escuché fue causada por el conductor del colectivo, gritó maldiciones y después se justificó con los pasajeros excusándose que un animal se cruzó por la carretera. Esperaba que no fuera mi Black el autor de semejante proeza.

Descubrí que no fui la única en despertarse asustada. Lo bueno era que ya no me dolía tanto la cabeza, lo malo era que esa voz me seguía dando vueltas por la cabeza. Recordar su sonido, su forma de hablar y el odio que tenía al pronunciar "Sombra" me daba escalofríos por todo el cuerpo; así que para no pensar mucho en eso me distraje con un libro que tenía en la mochila que leía en el colectivo cuando no estaba muy cansada o cuando no quería pensar. Y funcionó, la mayor parte del tiempo. La otra parte del tiempo de viaje me la pase mirando por la ventana la oscura arboleda que se extendía a los costados de la carretera, siempre era la última en bajar y después el conductor volvía a la estación o volvía a hacer el mismo recorrido.

Ya faltaba poco para llegar a la última parada así que guarde todo en la mochila y me la colgué; traté de mirar por la ventana pero todo estaba oscuro, ya no había luces a esa altura del recorrido y el colectivo estaba muy iluminado dejando ver mi reflejo en el vidrio de la ventana.

Pude ver mi cara, la verdad que parecía cansada, estaba despeinada, con una sombra bajo los ojos, supongo que no dormí mucho la noche anterior, mis ojos se veían oscurecidos la verdad era que habían pasado muchas cosas y no podía dejar de pensar, me reí de mi propio reflejo, no me miraba mucho a mí misma en la mayor parte del tiempo; seguía teniendo el mismo color de cabello que cuando tenía nueve años, el mismo color de ojos pero con otro brillo, supongo que ya no estaba tan ilusionada como entonces, mi rostro estaba más estirado; pero seguía teniendo la misma sonrisa con el mismo hoyuelo. Me daba un toque infantil, una lástima que no tuviera muchas oportunidades de sonreír seguido, envidiaba a quienes podían hacerlo, puede que hasta los admirara.

Deje de mirarme, me acerqué a donde estaba el botón del timbre para hacer para el colectivo y lo toqué, suspire antes de bajar del vehículo y vi como se materializaba el vapor al calor de mi boca.

El conductor me saludo con la mano y yo le respondí con el mismo gesto, termine de cerrar el cierre de mi campera y camine por un camino de tierra iluminado levemente por unas luces que pusieron mis padres para poder señalizar minimamente el trecho de la parada de colectivo a la casa.

De entre las sombras apareció Black, se ve que decidió esperarme fuera de la casa, tal vez mi hermana no lo dejara entrar o simplemente no llegó a casa tan temprano como yo esperaba, sea como fuera me alegraba tener compañía o, simplemente, no ser la única que se estaba congelando.

Al llegar a casa mi hermana me recibió enojada, decía que había llegado tarde, que ella se había preocupado y que era una inútil por no atender mi celular....el mejor recibimiento del mundo.

- Perdón Mar, no era mi intención, a veces me olvido que lo tengo en silencio. -si mi hermana se llamaba Mar y aunque era la más chica era la más responsable de las dos.

Mar- Igual a mi no me importa, total llame a mamá diciéndole que no contestabas.

Anna- Lo que quiere decir que cuando llegue me va a matar ¿verdad? -desde luego esa nena sabía como hacerme sufrir.

Mientras subía a mi cuarto le mande un mensaje a mamá, igual no me salvaba del reto por no contestar al celular, pareciera que le daba más motivos para retarme sabiendo que estaba bien, pero ese era un lujo que podía permitirle a mamá, hoy le iba a permitir el lujo a todo el mundo. Ya estaba cansada, más cansada que nunca, quería quedarme encerrada....y eso no iba a ser tarea fácil.

Escondida entre las Sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora