Capítulo 4: Incendio.

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Narra Anna:

"Solo fue una pesadilla" pensé, y se me cruzó el recuerdo del incendio.

"Solo fue una pesadilla" y recordé los gritos.

"Solo fue una..." y vi en el recuerdo mis manos ensangrentadas.

"...una.....una pesadilla...." y recordé el brillo de una mirada brillante en la oscuridad.

Suspire sonoramente antes de apartar las manos de mi rostro. Miré fijamente la pared de mi habitación hasta acostumbrarme a la luz, todo estaba tal cual lo había dejado, me levante de la cama, la verdad que no recordaba muy bien que había soñado pero estaba hecha pedazos; escuchaba las voces de mis padres hablando en la cocina y decidí que lo mejor era bajar. Me estiré lo más que pude, me puse una campera con capucha, apague la luz y antes de salir de la habitación me gire y vi hacia la ventana; tenía que cerrarla y así lo hice.

Baje las escaleras y vi que mi hermana también estaba hablando con ellos, solo hablaban de como les había ido el día pero no podía engancharme en la conversación, así que puse los platos y cubiertos en la mesa y me senté....realmente no recuerdo que soñé pero me dejo destruida emocionalmente. Prendí la tele para entretenerme mientras mi familia estaba en la cocina.

En el noticiero mostraban un cartel enorme indicando "ALERTA"

Mala idea.

"Noticia de última hora, en la Capital explotó una de las calderas de una fábrica, si bien la misma se encuentra a las afueras de la ciudad, el humo y la ceniza se esparcieron por todas las calles; vamos en directo al lugar con le móvil, buenas noches Ricardo ¿como la todo por allá?"

En la pantalla se veía a un reportero abrigado y parado sobre la nieve y a sus espaldas resaltaba una montaña de luz, era la fabrica ardiendo...ni siquiera se percibía la estructura del edificio.

un dolor punzante apareció de golpe dentro de mi cabeza y para calmarlo lleve mi mano al lugar y trate de masajearme, pero dolía demasiado. Gruñi y apague el televisor de mala gana, no tenía ganas de seguir empeorando mi día; por una vez en mucho tiempo, solo quería que terminara.

- ¡Y este maldito dolor! -exclame en voz alta sin darme cuenta.

- ¿Que te pasa? -pregunto mi madre desde la puerta de la cocina.

Anna- Eh...Nada, solo me duele un poco la cabeza. me levante de la mesa y la fui a saludar- ¿Que tal tu día? -le pregunte con mi mejor sonrisa, al fin y al cabo mi mamá no tenía nada que ver con ese día que tenía.

Durante la cena compartimos lo más característico de nuestro día, papá tuvo una clase interesante de historia pre-colonial con unos alumnos que parecían interesados en no reconocer los aspectos positivos de los pobladores originarios; sonreí de verlo tan contento y vivo mientras contaba todo eso. Mi mamá contó alegre que había terminado de administrar una parte de su trabajo, se la notaba cansada pero contenta y mi hermana nos contó lo bien que lo había pasado con sus amigas y mi viejo empezó a bromear con el chico que le gustaba a ella; al final no importaba que tan malo fuera mi día, ellos conseguían hacerme reír.

Papá- Y Anna ¿como te fue hoy? -me pregunto mientras juntábamos la mesa, mamá se fue a dormir temprano por el cansancio y mi hermana se fue a su pieza en Internet hasta que se cansara y se fuera a dormir o hasta que recordara que tenía que madrugar para ir a a escuela al día siguiente.

Yo suspire.

Anna- Bien, la escuela un poco fuera de control, pero bueno, todos lo permiten; aprobé mi examen de ecología y después saqué a pasear a Black...

Escondida entre las Sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora