VIII

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Cordelia estaba con Navier y sus damas de compañia cuando empezaron a hablar sobre lo que pasó con el Duque Ergi Claude con Lady Rashta.

—Estaban dando un paseo juntos cuando un noble humilló a Rashta al preguntarle al Duque si sabía que ella era una esclava fugitiva. —sigue diciendo Laura— Y luego... antes de que terminara de hablar, el Duque le pego un puñetazo.

A Cordelia encontraba extraño un poco la situación ¿Por qué un noble tendría la osadía de decir esas palabras frente a Rashta sabiendo que le podría pasar lo mismo que el vizconde Lotteshu? Por una de esas razones, también hablaba poco con Lady Rashta, no quería que una de sus conversaciones la distorsione ante su majestad Sovieshu.

Otro punto de porque le parecía extraña la situación, es que dicen que el Duque y el príncipe Heinrey son amigos. Si es asi ¿El Duque Ergi no sabría ya la situación que pasó el príncipe Heinrey con Lady Rashta? Quizá la defienda por ser un caballero, pero de ahí a estar todo el día juntos, le parece extraño.

—Cordelia —la voz de Navier sacó a Cordelia de sus pensamientos.

—¿Si su majestad?

—Los rumores que dice Laura ¿Son ciertos?

—Si, todo el palacio está hablando de ello —contestó Cordelia antes de sacar un bocado de pastel.

—¿En qué piensas? —pregunta Navier.

Cordelia no quería involucrar a su majestad en su pensamiento sobre la situación.

—¿Estás descifrando todavía quién podría ser la persona anónima? —pregunta Laura curiosa.

—¿Tan obvia soy? —pregunta Cordelia con cierta sonrisa.

—Estabas distraída... —dice Navier—más de lo normal.

—Perdón, estaba descartando nombres pero aún es algo larga la lista.

—Mañana podrás descartar más —dijo Navier con una sonrisa.

—Eso espero.

No pasó mucho después de esa conversación. Ese día no pudo encontrar al Gran duque Kaufman para dar un pases o Lord McKenna para hablar de lo que ocurrió ayer. Por eso, al día siguiente esperaba encontrarse a algunos de los dos.

Bueno, sabía que se iba a encontrar con el Gran duque por la reunión sobre las relaciones diplomáticas sobre Luipt y ella va a estar ahí. Le estaban arreglando el cabello cuando llega Navier a su habitación, le dijo que le tomarán todo el pelo exceptuando el mecho, le hicieron un peinado de bollo parecido a la de su majestad y le pusieron las decoraciones.

—¿Qué le parece, su majestad?

—¿Qué le parece, su majestad?

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—Estás hermosa como siempre. —contestó Navier— Es hora, vamos.

Cordelia camino detrás de Navier hasta llegar a la sala de reuniones. Cuando todos estuvieron sentados, ella se puso a unos pasos detrás de su majestad Sovieshu, y quedándose parada, empezó a escuchar la reunión respondiendo una que otra pregunta de Sovieshu o Navier.

La bastarda de los Trovi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora