IV

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El segundo día de la ceremonia de año nuevo, Cordelia llegó justo cuando Navier salió de su habitación.

—Tengo noticias sobre vizcondesa Verdi —dijo mientras le da una reverencia— la han asignado como dama de compañía a Lady Rashta.

Navier se quedó callada analizando lo que dijo Cordelia.

Cordelia jugo un poco con su mechón blanco sin saber qué hacer o decir, no le gustaba decir malas noticias a su majestad que le podrían afectar, sobre todo porque es su hermana ¿Qué serviría para aliviar alguna emoción de rabia?

—Gracias por la información.

Cordelia hizo una reverencia y se fue del lugar algo pensativa. Se tocó su collar pensando que debía hacer con Navier para que se sintiera un poco mejor hasta que se acordó de sus tareas.

No era muchas, es más bien como andaba todo el lugar para los invitados. Al hacerlo, decidió ir a ver las plantas que pusieron en los jardines un rato antes de ir a ver a sus majestades.

Tiene suerte que puso un vestido en el cual si se mancha por el pasto, no se iba a notar mucho.

Tiene suerte que puso un vestido en el cual si se mancha por el pasto, no se iba a notar mucho

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Le encantaban las flores que ponen para estos eventos en donde hay invitados especiales. Lo que si, se tiene que poner ropa más adecuada para estos eventos para que no la confundan de alguien de baja altura.

Con delicadeza toco uno de los pétalos de una flor para luego olerla, le encantaba el olor de las flores, le hacían recordar cosas felices.

—Lady Cordelia —Cordelia giro su cabeza a donde viene la voz y vio al gran duque haciendo una reverencia.

Oh no ¿Ahora? Pensó Cordelia.

Se alejó un poco de las flores y recupero su compostura.

—Gran duque Kaufman —ella le devolvió la reverencia— es un placer verlo nuevamente ¿Le está gustado la recepción?

—Si, sus majestades hicieron un buen trabajo.

—Me alegra oírlo, se lo haré llegar —Cordelia ve le falta por ver algunas cosas— ¿Quiere dar un paseo mientras veo que todo este bien? Después de todo, creo que le debo una explicación o disculpa por lo sucedido ayer.

El gran duque kaufman acepto y mientras caminaban, hablan de como ha sido su recepción, de como Cordelia ayuda a los emperadores a parte de ser consejera, junto que habló un poco de sus reyes, pero se le salieron algunas palabras en Luipt.

—Se refiere al rey y a la reina ¿O no? —pregunta en tanto ordena un poco algunas flores.

—¿Sabe Luptiano?

—Lo básico, diría que lo mismo que la su majestad Navier, la acompañe a estudiar esa parte... —cuando terminó miró al gran duque— pero después estudiamos a parte, a pesar de saber poco de sus costumbres o idioma, me parece interesante.

La bastarda de los Trovi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora