El Gran Duque Kaufman llevó a cabo su acción contra el emperador para proteger a Cordelia y a la emperatriz Navier de Lady Krista, ya que descubrió que Cordelia poseía suficiente mana para convertirse en una maga excepcional. Según sus fuentes, estaban ocultando esta información de Heinrey, y él quería revelársela. Al hablar con Kaufman, llegaron a un acuerdo en el que ella saldría ganando sin que Cordelia o Navier se enteraran.
Esa era la mejor opción que tenía. Aunque tenía muchas ideas para contrarrestar a Lady Krista, sabía que podrían resultar muy sospechosas. Además, necesitaba más tiempo para perfeccionarlas, algo que no tenía. Al menos ahora sabía qué hacer con Elina a largo plazo.
Esa noche, Navier se enteró de lo ocurrido y habló con Cordelia, quien le explicó la situación con Kaufman. Le pidió que le dijera la mentira que había ideado, ya que no quería que se descubriera su red aún.
—¿Por qué no se lo quieres decir? —preguntó Navier.
—Tú te casaste con él, pero yo todavía no confío en él —respondió Cordelia.
—¿Se lo vas a decir en algún momento? —Navier entendía, pero no quería ocultarlo para siempre.
Cordelia pensó que primero Kaufman debía explicar por qué había ido al imperio en primer lugar. Todavía no confiaba en él y sentía que escondía cosas. Seguía investigándolo.
—A su debido tiempo —dijo Cordelia, como una pequeña mentira para tranquilizar a Navier.
Navier aceptó el trato únicamente por todo lo que Cordelia había hecho por ella.
Cuando llegó el Gran Duque Kaufman, Cordelia se situó detrás de Navier, esperando que la conversación saliera bien.
—Gran Duque Kaufman, lo que hizo anoche es una falta grave contra mí y contra Heinrey —empezó a decir Navier—. Podría convertirse en un problema diplomático. Debido a su falta de cautela, el acuerdo de comercio entre nuestros continentes podría cancelarse.
—Lo sé... —admitió Kaufman, culpable.
Cordelia estaba nerviosa por la situación y no quería recurrir a un segundo plan si algo salía mal para Kaufman. Aunque había cometido un grave error, lo hizo para protegerla, de una manera muy imprudente, pero era por protección. Ahora entendía un poco más la situación de la ex duquesa de Tuania.
—A partir de ahora, rechazaré las reuniones que no estén relacionadas con asuntos diplomáticos —dijo Navier.
Hubo un silencio hasta que Kaufman miró a Cordelia y ella asintió.
—¿Por qué se queda callado? —preguntó Kaufman, leyendo los pensamientos de Navier.
Ella se sorprendió.
—¿Qué...? ¿Es una casualidad? —Kaufman parecía genuinamente arrepentido— Por favor, yo no soy un monstruo.
Navier retrocedió y miró a Cordelia, que estaba de brazos cruzados mirando a un lado. Se dio cuenta de que ella ya lo sabía.
—Es un poder que tengo, pero también es mi punto débil —dijo el Gran Duque—. Revelo este secreto; si vuelve a ocurrir lo de anoche, puedes usarlo como arma... También aceptaré sin decir nada si decides revelar el secreto ahora.
A Cordelia no le gustaba la situación, tenía sentimientos encontrados y sabía diferenciar entre ellos.
—Entonces... permíteme establecer tres condiciones a nuestro favor para las negociaciones con Luipt —dijo Navier.
Cordelia pensó un momento, ya que no le había mencionado esto antes.
—¿A qué condiciones favorables te refieres? —preguntó Kaufman.
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La bastarda de los Trovi
Fanfic[FANFIC de la emperatriz divorciada] En el intrigante mundo del imperio de Oriente, seguimos la historia de una hija ilegítima, la sombra secreta de la emperatriz hermana de la emperatriz y consejera en la corte oriental llamada Cordelia, que se ve...