XVIII

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Ya era el día del Banquete para el bebé.

Cordelia estaba lista y fue a ver a Navier para con ella.

Al final, el regalo que eligió Cordelia es unos juguetes de madera tallados a mano para que bebe lo pueda ocupar

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Al final, el regalo que eligió Cordelia es unos juguetes de madera tallados a mano para que bebe lo pueda ocupar.

—¿Está lista, su majestad? —pregunta Cordelia.

—Si, vamos.

Ambas caminaron al lugar y antes de entrar. Navier miró a su hermana, ella lo pudo notar.

—Se que no ha sido un buen tiempo —dice Cordelia— Pero estoy aquí para lo que necesites.

—Lo sé —sonríe Navier— ¿Puedes ver que este todo bien mientras voy a dejar el regalo?

Cordelia asiente y ambas entran a lugar para separarse. Claro que sin antes Cordelia le entrega el regalo primero y se va.

Cordelia no pasó mucho tiempo en el banquete, sobre todo porque Sovieshu se fue con Lady Rashta se fueron después de que ella le puso el titulo de Príncipe o princesa a su bebé ilegítimo.

Al irse del lugar, decidió dar un paseo en los jardines para tomar un poco de aire.

Cordelia....

Cordelia se dio la vuelta al escuchar la voz del Gran Duque Kaufman. Algo que sólo era un producto de los recuerdos del lugar.

¿Qué me está pasando? Pensó Cordelia. ¿De verdad lo extraño de esa manera?

En eso, escucha un cantar de aves que, por alguna razón, le recordaron  a McKenna.

Ojalá hubiera tenido la oportunidad de cabalgar con él. Pensó Cordelia.

Pasaron lo días y justo cuando salio de su oficina, vio a Navier, Kosair y el Marqués Falhan ir a la habitación de Navier.

—Lady Cordelia —dice el Marqués

—Marqués Falhan —Cordelia camina con ellos— ¿Qué pasa?

—Es una historia que involucra a Lord Kosair.

Le explicaron lo que sucedió y Cordelia suspiró un momento. Ya pensaba que le iba a decir Rashta al emperador para perjudicar a Navier o a Kosair.

—¡Maldición! ¡Qué ardan en el infierno! —dice Kosair ya adentro y sentado.

—Entiendo que no es justo, pero por ahora, debes tener cuidado. —Navier suspira.

—¡¿Quieres que me cuide de lo que diga o haga frente a esa condenada?! —dijo Kosair furioso.

Mientras Cordelia le daba unas palmadas en el hombro para tranquilizarlo, Navier sigue hablando.

—¿Sabes como se precipitó el divorcio de la Duquesa de Tuania? —dice tranquila— Esa mujer intervino para que sucediera, refloto un antiguo rumor sobre la Duquesa y lo empeoro con pura maldad.

La bastarda de los Trovi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora