XIX

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Cuando Rashta se recupero, Sovieshu se encargo en hacer una fiesta para animarla.

Quiero que le presentes a la señorita Labetti a Alishute para que ella se la muestre a Lady Rashta frente a todos —eso le dijo Navier a Cordelia.

Si, su majestad —responde Cordelia.

Esa fue la misión de Cordelia y la acompaño Laura para cumplirla. Todo fue excelente, ellas dos estaban cerca del lugar para ver en primera fila para ver cómo estaba sucediendo.

Pudieron ver el rostro de Rashta cambio un poco pero volvió a la normalidad.

—Salió mejor de lo que espere —dijo Cordelia con una sonrisa de satisfacción.

—También lo creo.

—Separemonos y hablemos con los demás para no levantar sospechas —dice Cordelia.

—Si, Lady Cordelia.

Al separarse, Cordelia habló con algunas personas hasta que vio a Rashta yendo a otro lugar. Espero unos segundos y se excuso para irse.

Cuando vio a donde entró Lady Rashta, fácilmente miró para todos lados y entró en un túnel detrás de las escaleras que con suerte se notaba. Camino un poco recordando la sala donde entró la esclava, al escuchar voces, se paro detrás de un cuadro en especifico, en el cual tenía una pared falsa.

—Supe que compraste una mansión en la Capital para Ian —escuchó decir del hombre.

—¿Y? —escucho la voz de Rashta.

Ian... así debe llamarse el bebé de Rashta. Pensó Cordelia.

Siguió escuchando la conversación esperando descubrir una información más importante.

—Y dile a la maleducada de tu hermana que se comporte.

Después de eso, escucho pasos que se estaban yendo de lugar. Cordelia decidió irse en los túneles y llegar al jardín, si volvía a la fiesta, sería extraño.

Entonces el bebé de Rashta es del hijo del Vizconde Lotteshu. Cordelia ya sabía, pero con esa conversación, la convencio aún más.

Al día siguiente, estaba escuchando con Navier lo que estaba haciendo ella para Rashta. Cordelia estaba segura que lo estaba viendo es para advertir a Rashta.

Los siguientes días, se dedicó a sus deberes y a su pajarito, ya estaba comenzando a volar, por ende, lo estaba adiestrando para que volviera a ella, independientemente de donde ella o Azul.

Cuando al fin lo logro dentro de la habitación, al fin lo saco afuera. Ese primer día, le causó mucha intriga ¿Volvería? Si, volvió. Cada vez que Cordelia pasaba por los jardines y silbaba en un tono específico, Azul regresaba a su hombro cuando la encontraba, veía que todo estaba bien y se iba, hasta que cayó la tarde, ahí Azul se quedó todo el rato en el hombro de Cordelia o volando alrededor de ella. Cuando llegó a su habitación para dormir, Azul de fue a su jaula a dormir.

Los días pasaron y Cordelia pensaba que los días estaban pasando muy tranquilos hasta que se enteró de algo. Personas extrañas rondaban en la mansión del Vizconde Lotteshu, personas que se veían sospechosas, Sovieshu ya se enteró. Cordelia le pareció extraño, su red no era porque que se infiltraron de forma eficaz.

Se propuso ver con urgencia ese asunto, lo cul obtuvo la respuesta. Eso la enojo muchísimo.

—Sea lo que estás tramando contra Lady Rashta, te suplico que te detengas —dijo Cordelia a su hermano Kosair, que están en la habitación de él.

La bastarda de los Trovi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora