XXIX

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Los días posteriores, han sido algo complejos para Cordelia. Ya no necesitaba ponerse una venda en el abdomen por si algún punto se abría, solo le quedaba la secuela del dolor. Necesitaba acostumbrarse a ese dolor lo antes posible si quiere cabalgar pronto o volver a entrenar, a pesar de que le dijeran que esperara más para estar seguros que todo sano como correspondía.

También tuvo que decir al Príncipe Heinrey que ella compro una mansión, de esas que están a las afueras del castillo con cierta mentira para que no sospechara algo indebido. Dijo que lo compró apenas vio que decía que estaba en venta la vez que visito el pueblo, mucho antes de cruzarse con Sir Yunim y que de manera rápida, sin que Su majestad Sovieshu se entere, traer cosas importantes tanto de ella como de Navier. De cierta manera, tuvo suerte de que llegara la ropa de Navier.

¿Por qué tuvo que hablar de la mansión? Porque la sirvienta que la cuido mientras estaba en coma, esa que tiene una hija, esa niña que corria en los pasillos, la que se escondía en los pasadizos secretos y le ayudaba con los mensajes, vino para servir a Cordelia.

Te he cuidado desde que eras una jovencita, he visto como has forjado una red oculta y me has recibido en ella en mis momentos más oscuros para poder hacer que mi hija tenga un futuro. —Cordelia escuchaba conmovida las palabras de ella— Donde usted vaya, yo iré.

Le dio trabajo en el castillo como su sirvienta y vivirá en la mansión de ella con la condición que todo este en orden. Su esposo no será problema, ya que la abandono cuando ella dio a luz a una niña y no a un varón.

—Mi hermano dice que él es muy fuerte. —Cordelia escucho la voz de Mastas— Quiero enfrentarlo, yo sola.

—Usted sola... se refiere a un duelo ¿No? —dijo Rose.

—¡Su majestad! ¿No cree que ella tiene una mente muy sucia?

—¡No, yo...!

Cordelia sonría ante la discusión que estaban teniendo.

Creo que ya estoy lista para tener un duelo con Mastas. Pensó Cordelia. Quiero saber que tan fuerte es.

Cuando Cordelia iba a hablar, se adelanto Navier.

—Dime, Rose ¿Quienes son las figuras más populares en la alta sociedad en el imperio de Occidente?

—El Duque Riverty y la señorita Merlaney.

—¿Esos dos nada más?

Rose empezó a explicar que antes también estaba Heinrey pero como ahora está en el trono, va a cambiar su popularidad en la alta sociedad es otra. Claro que también explicó la relación de los mencionados y del rumor que la señorita Merlaney peleo con Lady Krista cuando era candidata la señorita.

—...No será fácil ganarse su simpática —terminó Rose.

—Está bien, no necesito que este de mi lado —dijo con una sonrisa Navier.

Rose quedo algo confundida mientras Navier pensaba un poco. Por alguna razón, Cordelia creía tener una idea de que estaba resolviendo.

—Cordelia —Navier la miró con determinación— ¿Crees que puedes encontrar a la ex Duquesa de Tuania por mi?

Cordelia sonrió, sabía que no le podía pedir a Cordelia que cautivara a la alta sociedad como lo hacía la ex Duquesa de Tuania y ¿Quién mejor persona para cautivar a la alta sociedad que la amiga de Navier? Ella sabe que Cordelia le dio un terreno a las afueras del imperio de Oriente.

—Si, su majestad —dijo Cordelia con una sonrisa.

¿Por qué Navier quiere eso? Así, será más rápido que la alta sociedad la acepte.

La bastarda de los Trovi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora