XV

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Emily Lestrange

Mamà se calmò y se dio vuelta mirando a los hermanos que están paraditos junto a mi.

 -Hola corazoncitos, ¿Quieren una galleta?- ambos aceptaron y mi mamà me hizo una seña a lo cual obedecì y volvì a bajar para ir a la casa de los Steins ya con mi ropa normal.

Enteramos por la puerta trasera y le llevè una canastita con rollitos de canella y chocolate que le hizo especialmente mi madre para ella, al entrar subì a la planta alta hacia su habitación.

Los hermanos iban caminando detrás de mi, cuando llegamos los dos se espantaron y tocaron la puerta con amargura.

-RETH JURO QUE TE VOY MATAR CUANDO SALGAS DE LA PUTA HABITACION!- el rubio ahora le da con el puño.

Està tan enojado que frey me tomò del brazo llevándome hacia la habitación.

-F-Frey espera. Me lastimnas- me soltò y cero la puerta.

-Frey- lo llamè- Porque huiste asi- con sus manos empezó a tironearse el cabello dando vueltas en circulos. Lo tomè de las manos haciendo que lo soltara- Shhh- lo abrase, intenytò soltarse hasta que se dejó ya mas calmado. -Estoy aquí.

-Lo mato.

-Shhh, no Frey, no...

-Si...

-No.

Dejò caer su cabeza en mi hombro y toque suavemente su pelo enredando mis dedos con suavidad.

-¿Vamos a mi casa y te presto los trenes?- asintió con la cabeza un poco disgustado.

La puerta se abrió de golpe y lo vi al rubi con los nudillos rotos de tanto golpear.

-¡HEIST!- lo retè- Carajo- maldecì en voz baja- Mira lo que te has hecho, dejala a tu hermanita tranquila.

-Emily... no me hagas acordar de eso porque sino va a terminar nada lindo esto.

-Despues voy a hablar de esto con vos y no te vas a salvar.

-¿Puedo ir a hablar con tu madre?- lo mirè exaltada.

-¿Cómo?.

-No repito las cosas dos veces.

-¿Y por que me preguntas a mi?. Preguntale eso a ella.

-Eso no fue una pregunta, fue una afirmación.

Los tres salimos de esa habitación, escuche los susurros de aquella chica llamándome por mi nombre, Frey al darse cuenta volteò a verme- ¿Qué sucede linda?.

-No-No nada- respondì rápido- Esperà- todos se frenaron de golpe- Me llámaste linda?- sonreì al ver su cara de la caguè.

-No.

Llegamos a casa y mamà se nos quedó mirando con rareza.

-¿Alice, me puedo quedar con usted?.

-Claro que si corazón-. Ella le sonriò y lo hizo sentar en la banqueta de la barra de la cocina.

-Mamà, yo subo con Frey- mamà me sonriò con perversidad- MAMÀ!.

-¿QUÈ?. NO HE HECHO NADA DE MALO.

-TE VI

-YA, ESTA BIEN.

A continuación nos encontramos en la habitación, el esta recostado en la cama y yo revuelvo en la repisa buscando los trencitos, se los entregue y me recosté yo también.

Es tan tierno que no puedo decirle que no

-Emily- deje de juguetear con los trencitos.

-¿Qué sucede?.

My strange addiction - Frey SteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora